NBA y salud mental: de lo invisible a la prisi¨®n del tab¨²
En una entrevista para la ESPN, Metta World Peace se abre y habla sobre la importancia de la ayuda profesional en la vida de los deportistas, un largo camino.


"Plane¨¦ mi suicidio en 2012". En una entrevista para Yahoo Sports a finales de 2020, Kevin Love se mostraba tajante sobre su compleja situaci¨®n emocional. Sin tab¨²s ni eufemismos, con la dureza de las palabras de alguien que ha conocido la oscuridad m¨¢s oscura, situaba en la palestra medi¨¢tica el suicidio. En Espa?a, con asociaciones como el Tel¨¦fono de la Esperanza que ofrecen apoyo totalmente gratuito, es el motivo de la muerte de 10 personas al d¨ªa; en el mundo, de 800.000 al a?o. Y mucho m¨¢s: familias destrozadas, dudas, silencio y desprotecci¨®n. 5 veces All Star y campe¨®n de la NBA en 2016, fama, lujo y, aparentemente, ning¨²n motivo para la preocupaci¨®n; pero, entre sus pensamientos, el peor de ellos. En t¨¦rminos de salud mental, la figura del deportista de ¨¦lite siempre ha sido tremendamente dif¨ªcil de comprender por el gran p¨²blico. Incluso ahora, con m¨¢s foco medi¨¢tico que nunca, pero en medio de un debate interminable. En una prisi¨®n que grita, pero que nunca termina de abrirse. En muchas ocasiones, los innumerables privilegios que concede a nivel material han dejado en un segundo plano la faceta m¨¢s humana (porque, recordemos, son humanos), tan sensible como la de cualquiera.
"?Alguna vez hab¨¦is querido ver el final de vuestra vida?". A trav¨¦s de un mensaje publicado en su cuenta personal de Instagram, Kevin Porter Jr. hac¨ªa saltar todas las alarmas hace poco m¨¢s de un a?o. "Mantente fuerte, hermano, y borra esto de las redes", "la gente te quiere, aunque t¨² no lo creas, y no quieren ver esto, estoy aqu¨ª contigo, aunque no me conozcas", "borra esto, te queremos, eres demasiado importante para esta mierda", se pod¨ªa leer r¨¢pidamente entre las respuestas. Tras una llamada del general manager de la franquicia, Koby Altman, el entrenador, J.G. Bickerstaff, y la asistente Lindsay Gottlieb, el mensaje era borrado. Porter Jr., visto en su corta carrera como un jugador tan talentoso (mucho) como problem¨¢tico, no tuvo una infancia sencilla. Un t¨®pico, pero verdadero. Su padre, tras pasar por la c¨¢rcel, fue asesinado en el intento de salvar a otra chica. ?l, bajo el sacrificado esfuerzo de su madre, Ayanna, tuvo que crecer entre las calles m¨¢s duras de Seattle; al igual que su progenitor, encontrando en el baloncesto, y en la ayuda de asociaciones en lucha contra la exclusi¨®n social, una v¨ªa de escape.
Son s¨®lo dos casos de muchos. En 2018, John Lucas, asistente en Houston Rockets y, ahora, al lado de Porter Jr, pon¨ªa cifras a la situaci¨®n: "M¨¢s del 40% de los jugadores de la NBA tiene problemas de este tipo, pero menos del 5% han buscado ayuda profesional. Y no estoy exagerando", aseguraba. La situaci¨®n, en la sombra, en el lado de lo invisible, siempre ha existido. Entre ellos estaban Jahlil Okafor o DeMar DeRozan, que, sin llegar a las situaciones anteriores, tambi¨¦n admit¨ªan estar atravesando momentos delicados a nivel emocional. "La gente no entiende por qu¨¦ est¨¢s deprimido si puedes comprar lo que quieras. Ojal¨¢ todo el mundo fuera rico para darse cuenta de que el dinero no lo es todo", explicaba el segundo. Sus casos llevaron a la NBA a dar prioridad a una pol¨ªtica integral de salud mental, en la que se cont¨® con algunos de los m¨¦dicos m¨¢s prestigiosos del pa¨ªs, como?William D. Parham, que ratificaba las cifras ofrecidas por Lucas. "Es una epidemia en nuestra liga. Estoy hablando de todo, de trastorno de d¨¦ficit de atenci¨®n, bipolaridad, ansiedad, depresi¨®n...", insist¨ªa John, al mismo tiempo que se?alaba las drogas y el alcohol como posible destino, el que ¨¦l mismo hab¨ªa seguido como jugador.
"Te familiarizas con las armas, eres padre siendo adolescente..."
Ron Artest, en una entrevista para la ESPN, se ha sincerado al respecto, hablando de su duro viaje a trav¨¦s de la salud mental y ensalzando el valor de la ayuda profesional. El alero, All Star, Defensor del A?o en 2004 y cuatro veces All Defensive, nada m¨¢s ganar el anillo de 2010 con los Lakers, se dirigi¨® a su psic¨®logo, agradeci¨¦ndole todo su trabajo y haci¨¦ndole sentir parte de la gloria. Le hab¨ªa ayudado a canalizar su intensidad, la misma que le hab¨ªa llevado a ser considerado entre los mejores defensores de la competici¨®n, pero tambi¨¦n a protagonizar episodios amargos, de peleas y enfrentamientos f¨ªsicos. Como su altercado con Ben Wallace, que termin¨® en las mismas gradas del pabell¨®n, con un Artest que, tras haber recibido el impacto de un objeto, golpeaba sin miramientos al aficionado en cuesti¨®n.
Parte del trabajo estuvo ah¨ª, pero otra muy grande, en superar los recuerdos de su dura infancia y juventud. "En las calles suceden diferentes cosas que te generan traumas. Cosas que suceden en el hogar: un hermano se va por 10 a?os, el tr¨¢fico de drogas... Estoy muy familiarizado con las armas, fui padre siendo adolescente... Todo eso comienza a acumularse. Est¨¢s en un mundo profesional, pero no eres un profesional", explica para el medio norteamericano.
Dennis Rodman, pionero
En un repaso que gira en torno a los puntos de su carrera que m¨¢s le marcaron, una que acab¨® en 2017 tras 17 temporadas, se acuerda de aquellos jugadores que, con sus acciones, ayudaron a normalizar los problemas de salud mental y su tratamiento. Dennis Rodman, tan conocido por su historial defensivo y reboteador, a la altura de los mejores de la historia, como por sus estridencias y pol¨¦micas, fue uno de los primeros jugadores en romper la barrera, el tab¨²... y un jugador que, desde la empat¨ªa, marc¨® a Metta World Peace: "Dennis Rodman fue el primero en decir p¨²blicamente que estaba controlando su salud mental. Cuando vi eso, pens¨¦, '?Oh, wow. No lo sab¨ªa'. Simplemente, me encari?¨¦ con ¨¦l. Como, 'Oh, te siento, entiendo por lo que est¨¢s pasando'. Pero la gente no lo ve as¨ª. Nadie escribi¨® historias sobre ello. Sus padres no estaban all¨ª y ¨¦l no ten¨ªa hogar. Por eso cambi¨¦ mi n¨²mero a 91 (dorsal de Rodman)", narra.?
Artest jug¨® sus primeras temporadas, precisamente, en uno de los equipos en los que Rodman forj¨® su leyenda, en Chicago Bulls. En una franquicia, eso s¨ª, hu¨¦rfana de Michael Jordan, en el inicio de un desierto que se extiende hasta hoy y que, derrota tras derrota, supuso una dura adaptaci¨®n a la mejor liga del mundo. Entonces, con sus primeras peleas dentro de la pista, ya recibi¨® propuestas de ayuda psicol¨®gica, pero las rechaz¨® desde el desconocimiento: "Los Bulls se adelantaron a su tiempo, pero yo no acept¨¦ su ayuda. Cuando llegu¨¦ a Indiana, comenc¨¦ a hacer terapia, respirar, meditar y cosas diferentes por el estilo. Fue genial cuando comenc¨¦ a trabajar en ese tipo de cosas", confiesa.
La importancia de apoyarse entre compa?eros, de perder el miedo a preguntar y de recomendar, siempre, la terapia como una herramienta para salir adelante. Todo ello son puntos de una hoja de ruta que ahora considera imprescindible: "Es dif¨ªcil para un compa?ero si realmente no tienes la experiencia, pero muchos jugadores se me acercaron para asegurarse de que estaba bien. Es ese equilibrio entre dar un est¨ªmulo y luego preguntar: 'Oye, ?qu¨¦ pasa?'. Esto es baloncesto", indica. Y a ello dedica parte de sus esfuerzos en la actualidad, a construir ese baloncesto que permita esquivar los problemas emocionales que ¨¦l padeci¨®: "No cuesta mucho tener un programa al respecto. Y creo que est¨¢n haciendo un buen trabajo. Tengo 41 a?os e intento hablar con los m¨¢s j¨®venes sobre salud mental. De hecho, trato de entrenar a ni?os que crecieron de manera similar a m¨ª para darles algunas opciones diferentes". El tab¨² pierde fuerza y los deportistas la ganan. En un proceso cruel, se pas¨® de una capa invisible al?conocimiento del problema, encerrado por el miedo y, seguramente, la falta de informaci¨®n. La llave, al parecer, se acerca. Ojal¨¢.