Dennis Schr?der: de renunciar a 84 millones a verse sin equipo

El mercado siempre fluct¨²a hacia direcciones inesperadas y deja ganadores y perdedores. Tambi¨¦n el cach¨¦ de un jugador, que en una NBA poli¨¦drica puede verse en el techo un d¨ªa, y en el suelo al siguiente. Puede triunfar desde lugares inh¨®spitos, o quedarse en el camino. Conseguirlo todo, o absolutamente nada. Y algo del tema sabe Dennis Schr?der, que a inicios de a?o tuvo una oferta de 84 millones en cuatro temporadas, y ahora busca su sitio en una NBA que no espera a nadie y que le ha dado la espalda a un hombre talentoso, pero con esas ¨ªnfulas de grandeza que restringen a cualquiera y se vuelven en contra de uno mismo cuando no est¨¢n justificadas. As¨ª va todo esto en la mejor Liga del mundo: o est¨¢s o no est¨¢s. O sabes cu¨¢ndo aceptar una oferta concreta, o aprendes a esperar tu momento. Y discernir que es lo que est¨¢ bien y lo que est¨¢ mal, es siempre un trabajo arduo y complicado.

Schr?der fue uno de los dos fichajes (el otro fue Harrell) que lleg¨® a los Lakers a inicios del curso pasado, para reforzar una plantilla que hab¨ªa perdido a jugadores cuyo cach¨¦ hab¨ªa aumentado por el anillo de 2020, el del coronavirus. Las salidas de Howard o Rondo se paliaron con las nuevas llegadas, y tambi¨¦n se llam¨® a gente como Marc Gasol a filas. Y las cosas no salieron bien tras un inicio prometedor en el que los angelinos iban l¨ªderes destacados: las lesiones aparecieron y pronto todo se fue al traste, con los Lakers abocados al play-in y con muy poco rodaje y, a la vez, descanso, para una serie a cara de perro en primera ronda ante los Suns, futuros finalistas.

Fue en esa recta final del curso donde se descubrieron todas las carencias: Marc se enfad¨® tras el fichaje de Drummond, Harrell daba lo que daba (menos de lo que se le atribu¨ªa en el pasado), y Schr?der era un buen jugador, pero no para cobrar 84 millones en cuatro temporadas. Un hecho para el que se juntan filtraciones como su falta de qu¨ªmica con los compa?eros o sus discusiones en el vestuario con otros jugadores como Kyle Kuzma. Y hay qui¨¦n respira en los Lakers, ya que si el base hubiera aceptado, ahora estar¨ªan atados de pies y manos. Rob Pelinka, venerado cuando ascendi¨® por la derecha de Magic Johnson y consigui¨® a Anthony Davis, fue muy cuestionado por hacer dicha oferta, volviendo a potenciar esa sensaci¨®n convertida en realidad, la que dice que la reputaci¨®n de hoy no justifica tus errores del ma?ana.

Ahora, Schr?der, que esperaba tener una oferta superior a la que le hicieron los Lakers en la agencia libre, est¨¢ sin equipo. Nadie le ha hecho semejante oferta y, cuando la tenga, ser¨¢ por menos dinero del que podr¨ªa haber ganado. El playmaker ha promediado 15,4 puntos y 5,8 asistencias en un curso en el que ha tenido que asumir responsabilidades sin suerte y en el que ha quedado demostrado que no vale como primera espada, y s¨ª como un lugarteniente de lujo que tambi¨¦n puede salir desde el banquillo y causar estragos en la retaguardia o como microondas. En otras palabras: que es un jugador bueno, v¨¢lido, talentoso. Pero que no vale 84 millones de d¨®lares. Y pensar lo contrario le ha penalizado. Ya se sabe: del techo al suelo en unos pocos meses. Cosas de la NBA.