?Hasta d¨®nde puede llegar Utah?
La franquicia dirigida por Snyder lidera el Oeste y la NBA con los mejores n¨²meros de su historia. Por delante, un dif¨ªcil calendario que marcar¨¢ sus aspiraciones reales.


En la burbuja de Orlando, Jamal Murray y Donovan Mitchell dejaron impronta en la historia de la NBA: machada a machada y titular tras titular firmaron el mayor duelo anotador de todos los tiempos en playoffs. Sus 475 puntos combinados dejaban atr¨¢s los 463 de?Jerry West y John Havlicek en las Finales de 1969. Por aquel entonces, los 198 tantos de?Havlicek se impon¨ªan, parad¨®jicamente, a los 265 de West y los Celtics sumaban su decimoprimero anillo en trece temporadas. Una dinast¨ªa ¨²nicamente interrumpida por los Hawks de Bob Petit (por aquel entonces, a¨²n en St. Louis) y los Sixers de?Wilt Chamberlain; un r¨¦gimen tirano que empuj¨® a West, el hombre del logo, a ser el jugador con?m¨¢s finales perdidas de la historia (8).?
M¨¢s de cincuenta a?os despu¨¦s, Mitchell adoptaba el papel de West y?Murray el de Havlicek: el primero se llevaba el duelo personal en anotaci¨®n (254 frente a 221), pero el segundo la victoria. No eran unas Finales, era, de hecho, la primera ronda de unos playoffs que desembocar¨ªan en el decimos¨¦ptimo?anillo angelino, el de la igualada en el duelo intergeneracional contra Boston; pero el dolor retumb¨®, casi casi, como si lo fueran.?
Con todo ello en la memoria, la m¨¢s reciente de la historia, llegaba Utah a la temporada actual. Sentimientos encontrados para una franquicia que lleva disputando la fase final del curso desde la 2016-17, pero que no consigue alcanzar unas Finales de Conferencia desde la 2006-07 y unas Finales desde la 1997-98, cuando encaden¨® dos consecutivas (y las primeras de su historia) del brazo de Karl Malone y las asistencias?de?John Stockton. En las dos ¨²ltimas, ca¨ªda en primera ronda; en las dos anteriores, en semifinales. En cuanto a n¨²meros, Salt Lake City llegaba tras acoger al equipo con los mejores porcentajes?desde el triple, tanto en temporada regular?(38%) como en la corta postemporada (42,1%). Un equipo que hab¨ªa quedado sexto en el Oeste (44-28), pero que ya hab¨ªa hecho una importante demostraci¨®n de car¨¢cter y de estilo: obtuvo el segundo mejor r¨¦cord?de la liga (28-13) en partidos que estuvieron a cinco puntos en los ¨²ltimos cinco minutos, seg¨²n datos recogidos por John Schuhmann, estadista de la NBA. Ahora, ratifica su temperamento y su acierto desde la larga distancia.
Uno para todos y todos para uno?
Ni nada ni nadie est¨¢ consiguiendo?intimidar a la franquicia dirigida por Quin?Snyder. Ni el v¨¦rtigo en la clasificaci¨®n ni, nuevamente, los minutos finales, aquellos?en los que s¨®lo sobreviven las franquicias ganadoras. Su?¨²ltimo partido, frente a Boston Celtics, es una muestra m¨¢s. Tras una canasta de Tatum desde la media distancia, marca de la casa, los visitantes se acercaban en el marcador: 105-101 a falta de cinco minutos (ni un segundo m¨¢s, ni uno menos) y alarma activada en el?Vivint Smart Home Arena. La cosa a¨²n se complicar¨ªa m¨¢s: a tres minutos, 108-104... pero nada de sufrir. Era su hora:?parcial de 7-0 (115-104) en poco m¨¢s de un minuto, con seis de los puntos para Donovan Mitchell, y estocada definitiva. Una m¨¢s. Racha de cinco partidos sin conocer la derrota, 16 de los ¨²ltimos 17 partidos ganados y 25-5 en el r¨¦cord, suficiente para liderar el Oeste y la NBA. Suficiente para igualar la mejor marca de la franquicia y so?ar con igualar (o superar) lo que pas¨® en 1996.?
Dicen los m¨¢s expertos en esto que todo aquel que se precie a ser contender debe?terminar la?temporada regular cerca de las diez primeras posiciones en cuanto a defensa y ataque. A estas alturas de la temporada, Utah arrasa con ello: la franquicia es cuarta tanto en rating ofensivo (117) como defensivo (108). Para ponerlo en su contexto, la temporada pasada, los Lakers fueron terceros en lo primero... pero decimoprimeros en lo segundo. En suma, se traduce en el segundo mejor net rating de la competici¨®n (+8,9), 6,4 puntos superior al del ¨²ltimo registro. Una m¨¢quina a la que, por ahora, no se le encuentran defectos de f¨¢brica.?
Y es culpa de todos, sin excepci¨®n.?"Cuando tienes un equipo que intenta jugar colectivamente y est¨¢ comprometido con eso suele funcionar, y creo que eso es lo que tenemos", declar¨®?Snyder tras imponerse a Boston. No se puede decir que Utah est¨¦ ganando sin estrellas, sonar¨ªa forzado para un equipo con el p¨ªvot m¨¢s bien pagado de la competici¨®n y con un Donovan Mitchell al que el cartel de rising star ya le queda peque?o, pero s¨ª es cierto que, en una liga donde unos pocos tienden a acaparar todo el protagonismo, los Jazz van a contracorriente. Sus partes se sienten parte del todo, una obviedad que no lo suele ser tanto, y los mecanismos fluyen sin forzar.?"La gente no mira a Royce?(O'Neale) porque no sale en la televisi¨®n, pero miras a Royce y este a?o lleg¨® en la mejor forma de su carrera. ?l y yo fuimos a Miami y entrenamos tres o cuatro semanas seguidas. Las cosas que le vi hacer no se las hab¨ªa visto hacer en sus cuatro a?os", explica Mitchell, en declaraciones?recogidas por Tim Bontemps. El alero, con pasado en el Herbalife Gran Canaria, est¨¢ disputando 32,3 minutos por partido, siendo el segundo jugador del equipo con m¨¢s tiempo en pista y un elemento clave, m¨¢s all¨¢ de lo que digan sus 7,9 puntos por partido. Hace mucho y deshace muy poco. Es un catalizador en la circulaci¨®n: tiene durante muy poco tiempo el bal¨®n en sus manos, pero cuando lo tiene, elige bien y acelera el proceso. Un modernizado?3&D que est¨¢ tirando al 45,5%, siendo uno de los cinco jugadores del equipo con m¨¢s de un 40% de acierto en el triple.?
A Royce se suman otras piezas, mal conocidas habitualmente como secundarias, que engrasan sin cesar. Jordan Clarkson, en su segunda temporada en la franquicia, est¨¢ promediando 17,4 puntos saliendo desde el banquillo: un microondas para el electr¨®nico propio y un congelador para el rival que est¨¢ en la contienda por el Mejor Sexto Hombre. Tira 8 triples por partido y anota tres (37,8%), qued¨¢ndose cerca de ese porcentaje que est¨¢ tan de moda por Salt Lake City.?En su conjunto, anotan 17 triples por partido, por encima del r¨¦cord hist¨®rico (16,1 de Houston en 2019) de la competici¨®n, y han encadenado 11 partidos con m¨¢s de 15, r¨¦cord que tambi¨¦n supera a los Rockets de 2019, con 10. Mike Conley (16,5+5,8),?Bojan Bogdanovi? (15,9+2,2),?Joe Ingles (10,7+4,6) y Mitchell (24+5,1) juegan y juegan... y anotan y anotan bajo los largos brazos de Rudy Gobert, segundo en tapones (2,7) y tercero en rebotes (13,5) en la NBA. El p¨ªvot franc¨¦s, ancla de un equipo que explota el juego exterior y pasa de puntillas por la zona, monopoliza la pintura de manera m¨¢s que notable (con Favors es otra historia); pero sigue sufriendo?ante hom¨®logos de primer nivel, como contra un Jokic al que concedi¨® 47 puntos y 12 rebotes.?
S¨ª, Shaq: Donovan Mitchell es una superestrella
"Dije esta noche que eres uno de mis jugadores favoritos, pero no tienes lo que se necesita para pasar al siguiente nivel. Lo dije a prop¨®sito, quer¨ªa que los escuchases. ?Qu¨¦ tienes que decir sobre eso?", le?espetaba Saquille O'Neal a Donovan Micthell tras la victoria de Utha frente a New Orleans (118-129), desatando un debate sobre la opini¨®n p¨²blica muy vivo en la NBA y provocando una avalancha de apoyos al escolta. "Est¨¢ bien", respond¨ªa Donovan, impasible. Y as¨ª ha seguido. Seg¨²n datos del portal StatMuse, el Micthell antes y post Shaq es el mismo: se mantiene en sus 24 puntos y 5 asistencias y con porcentajes de tiro pr¨¢cticamente iguales. La ¨²nica diferencia, un rebote - en sentido literal, en el figurado, ni se atisba - m¨¢s por partido (de 4 a 5). "Elegir¨ªa a Russell Westbrook por encima de Donovan Mitchell todos los d¨ªas", insist¨ªa O'Neal ayer mismo. La pataleta del ni?o al que no hacen caso.?
En la fat¨ªdica eliminaci¨®n frente a Denver, Mitchell consum¨® su explosi¨®n definitiva como jugador: pas¨® de?24 puntos en temporada regular a 36,3, protagonizando el salto m¨¢s grande entre regular season y playoffs. Ahora, se mantiene en los primeros est¨¢ndares, pero con la vista puesta en repetir, si fuera necesario, los segundos: "Ganar lo cura todo. Estamos encontrando formas de ganar partidos, pero tenemos nuestras mentes estancadas en un solo lugar. No s¨®lo queremos ganar en la temporada regular¡ Nos eliminaron (en los playoffs) dos a?os seguidos. Tenemos que superar eso. Nuestra mente est¨¢ enfocada en ganar un campeonato", asever¨® en sus ¨²ltimas declaraciones, para The Athletic.?
La supernova complet¨® su proceso y el resultado es un exterior tan vers¨¢til como temible. Como escolta, su hogar habitual, se sit¨²a entre los mejores de la competici¨®n; como base, su segunda residencia, tambi¨¦n. Cuando ha tomado las manijas en ausencia de Conley, ha sumado 36, 27 30 y 57 puntos, con 9, 11, 8 y 7 asistencias respectivamente.?"Creo que ha mejorado cada a?o, pero este es realmente el curso en que ha avanzado, y cuando lo hace el equipo pasa a otro nivel. Toma de decisiones, es capaz de entender el ritmo del juego y poder encontrar a sus compa?eros", explica Gobert, en declaraciones recogidas por el propio Bontemps. Conjuntamente, conforman la capitan¨ªa de una tropa con pocas jerarqu¨ªas y con un reto may¨²sculo por delante: Bucks, Heat, 76ers, Clippers, Hornetts y Lakers son sus pr¨®ximos rivales. Cuatro aspirantes al anillo que, adem¨¢s, est¨¢n en forma; otro que, aunque en paradero desconocido, sigue siendo peligroso, y unos Hornetts con m¨¢s argumentos de los previstos. Antetokounmpo, Embiid, Davis o Kawhi para poner a prueba el juego interior. Muchos interlocutores para interpelar a unos Jazz que, hasta que nadie diga lo contrario, son firmes candidatos al anillo.