De Kareem a Giannis: el hijo pr¨®digo y el legado de los Bucks
Antetokounmpo renueva con los Bucks, pone fin al sainete y certifica su posici¨®n como estrella de una franquicia que quiere volver a ganar un anillo que no huele desde 1971.
Legado. Esa palabra tran intangible, abstracta e inalcanzable es lo que persigue toda gran estrella de la NBA. Tambi¨¦n Giannis Antetokounmpo, que busca dejar su impronta en la mejor Liga del mundo y ha elegido el camino adecuado para ello. Uno que recorrer¨¢, ya se sabe, con los Bucks, el equipo que le seleccion¨® en 2013, en el puesto 15 de la primera ronda del draft y al que se ha mantenido unido hasta ahora. Y ser¨¢ all¨ª, en un mercado peque?o pero en una franquicia de grandes nombres, el lugar que el jugador griego ha elegido para hacer historia y crear su propio legado, ese que busca desesperadamente y del que no se siente del todo merecedor a pesar de sumar en sus vitrinas un premio al Jugador M¨¢s Mejorado (2017) dos MVP (2019 y 2020) y un premio a Mejor Defensor que junt¨® con el segundo de ellos, algo que antes solo hab¨ªan conseguido tres jugadores en la historia: Michael Jordan, Hakeem Olajuwon y David Robinson. Y tan solo los dos primeros lo hicieron en el mismo a?o. Grandes nombres que no le permiten al alero redimirse de sus ¨¦xitos en playoffs y demostrar que es algo m¨¢s que un portento f¨ªsico con una fisonom¨ªa hasta ahora desconocida, m¨¢s fuerte que cualquier mam¨ªfero y con una capacidad atl¨¦tica que comparte con pocos profesionales en el mundo del deporte en general y del baloncesto en particular.
Lo que s¨ª sabemos es, despu¨¦s de un sainete que parec¨ªa durar hasta el fin de los tiempos, es que Antetokounmpo seguir¨¢ en los Bucks. Al menos durante cinco temporadas m¨¢s y hasta los 30 a?os, con el mayor contrato de la historia de la NBA y una lucha sin cuartel que la directiva de la franquicia se ha llevado por poder negociador y mucha insistencia. El alero se compromete a cambio de cinco a?os a raz¨®n de 228,5 millones de d¨®lares, 45,6 de media, una cantidad ingente de dinero que le ha terminado de convencer cuando parec¨ªa que hasta 2021 nos se descubrir¨ªa su destino. Por lo tanto, el futuro del actual MVP de la temporada estar¨¢ ligado a su ¨²nica franquicia en la NBA al menos hasta 2026, cuando se convertir¨¢ agente libre despu¨¦s de cobrar casi 52 millones de d¨®lares, correspondientes a su ¨²ltimo a?o de contrato. Algo extraordinario si tenemos en cuenta eso que dijo hace unos d¨ªas de "no estoy enfocado en el dinero". La otra cara de la moneda m¨¢s all¨¢ del consabido sueldo, es que Anteto se queda en casa, en ese lugar en el que se ha criado deportivamente y al que pertenece desde hace siete temporadas, rechazando la oportunidad de irse a los Lakers en 2021 o a cualquier otro mercado grande, siempre atractivo para las grandes estrellas de la mejor Liga del mundo.
Era un momento importante. Cuando LeBron James hizo gala de esa The Decision que le convirti¨® en el hombre m¨¢s odiado del planeta, llevaba siete a?os en unos Cavaliers a los que finalmente regres¨®. Kevin Durant llevaba nueve en los Thunder (el primero todav¨ªa como los Sonics) antes de cambiar de aires para disgusto (y rencor) de Westbrook (y de todo Oklahoma) y apuntarse a los Warriors. Si nos vamos un poco m¨¢s atr¨¢s en el tiempo, vemos como Shaquille O'Neal abandon¨® los Magic, que le draftearon, para ir a parar a los Lakers. Y todos ellos tienen cosas en com¨²n: los tres hab¨ªan liderado a sus equipos a una Finales sin suerte. Y los tres alcanzaron la gloria con el cambio, ganando el Rey dos anillos en Miami (cuatro a d¨ªa de hoy), Durant dos e Oakland y Shaq, hace ya 20 a?os, tres en los Lakers. La NBA est¨¢ repleta de este tipo de casos, y Giannis ten¨ªa la oportunidad de hacer lo mismo en una competici¨®n que no espera a nadie ni le est¨¢ esperando a ¨¦l, estrella de un proyecto que choca una y otra vez en playoffs pero al que ha querido mantenerse unido, bien por la cantidad astron¨®mica de dinero recibida o por crear ese legado que todo el mundo quiere y que Anteto necesita.
Un mercado peque?o y una historia muy grande
Los Bucks no son el mercado m¨¢s peque?o de la NBA, pero est¨¢n a a?os luz de ser el m¨¢s grande. De hecho, en ese ¨²ltimo grupo solo hay unos pocos eleidos que van de Los Angeles a la Gran Manzana, pasando por alg¨²n que otro sitio como Miami, Boston, Chicago o Golden State. El resto, luchan con las dificultades de hacerse con agentes libres apetecibles, que siempre eligen cualquier otro destino m¨¢s apetecible, ya sea por la vida social, la comodidad o las posibilidades de anillo, que, por desgracia, est¨¢ intr¨ªnsecamente relacionado con lo primero. Milwaukee es la ciudad m¨¢s grande del estado de Wisconsin y lleg¨® a tener, como muchas otras ciudades industriales del norte, una gran cantidad de migrantes procedentes de Alemania, Hungr¨ªa, Polonia y otros pa¨ªses de Europa central, as¨ª como un importante n¨²mero de afroamericanos provenientes de los estados del sur, lo que le hizo convertirse en una de las poblaciones m¨¢s numerosas de Estados Unidos. Sin embargo, igual que otras zonas de los Grandes Lagos, la poblaci¨®n comenz¨® a disminuir considerablemente, algo que sigue afectando hoy en d¨ªa a una ciudad que intenta mejorar su econom¨ªa, sus barrios y su imagen, dando como resultado la revitalizaci¨®n de sectores como Third Ward, East Side y, m¨¢s recientemente, Bay View, junto con atraer nuevos negocios a su zona centro.
El poco inter¨¦s cultural y social de la ciudad no la hace especialmente atractiva para los agentes libres, algo que no era as¨ª cuando la franquicia naci¨®, en 1968, cuando se recog¨ªa la herencia de la cantidad de migrantes llegados en las d¨¦cadas anteriores y que formaron una cultura heterog¨¦nea y llena de atractivo. Ah¨ª aterriz¨® un joven llamado Lew Alcindor, nacido en Harlem, Nueva York, en 1947 y que ya arrastraba una cantidad asombrosa de r¨¦cords universitarios. Su efecto fue inmediato, con la franquicia pasando de 27 a 56 victorias. El fichaje de Oscar Robertson en la 1970-71 catapult¨® a los Bucks a los 66 triunfos y al anillo, el ¨²nido de la historia de un equipo que volver¨ªa a disputar las Finales en 1974 (ante los Celtics de Dave Cowens) sin suerte. Fue un equipo m¨ªtico, con Larry Costello de entrenador, Big O, o Kareem Abdul-Jabbar, que se convirti¨® al Islam y adopt¨® ese nombre en la 1971-72, la temporada inmediatamente posterior al anillo.
El idilio se acab¨® con la marcha de Jabbar, que era infeliz, en parte, debido a la carencia de gente que compartiese sus creencias culturales y religiosas. Su petici¨®n de traspaso, a New York Knicks o Los Angeles Lakers, fue tenida en cuenta por el Director de Operaciones de los Bucks, Wayne Embry, que cumpli¨® mandando al ya m¨ªtico p¨ªvot junto a Walt Wesley a los Lakers en 1975, por Junior Bridgeman, Dave Meyers, Elmore Smith, y Brian Winters. A?os antes, los Harlem Globetrotters le hab¨ªan ofrecido al joven Alcindor un contrato de un mill¨®n de d¨®lares para que se uniese a ellos, pero ¨¦ste declin¨® la oferta y se enrol¨® con los Bucks, algo de lo que se acord¨® Embry a la hora de aceptar la petici¨®n de traspaso. De una forma u otra, los Bucks se quedaban cojos hasta la llegada de Don Nelson a los banquillos, pero las referencias no se acabaron para una franquicia que, eso s¨ª, no tuvo un ¨¦xito similar hasta la llegada de Giannis. Primero con Sidney Moncrief y el propio Nelson, y tras siete a?os de ausencia en playoffs, con George Karl de entrenador y Ray Allen, Sam Cassell, Glenn Robinson o Tim Thomas.
Ni Michael Redd, Andrew Bogut o Eersa Ilyasova concretaron proyectos competitivos, y no fue hata la llegada de Giannis cuando los Bucks volvieron a asomar la cabeza. Primero con Jason Kidd (de lo poco que hizo bien) y luego con Mike Budenholzer, el jugador se convirti¨® en estrella, promedi¨® n¨²meros de otra era y empez¨® a convertir a una franquicia en crisis a una contender constante durante las dos ¨²ltimas temporadas, con r¨¦cords dominantes en regular season y carencias en playoffs t¨ªpicas de un proyecto en crecimiento, pero preocupantes cuando Anteto amenazaba con salir al mercado en 2021. Igual que hizo LeBron, Durant, Shaq... y Jabbar, claro, que estuvo en los inicios de los Bucks, cuando todav¨ªa estaban en la Conferencia Oeste, y acab¨® poniendo rumbo a un mercado m¨¢s grande (al m¨¢s grande) tras seis temporadas en una franquicia en la que se mantiene como la eterna referencia hist¨®rica, con el n¨²mero 33 colgando del techo del Firserv Forum, la tercera pista en la que ha jugado el equipo tras el Milwaukee Arena (el de Jabbar) y el Bradley Center, que estrenaron en 1988 y del que se despidieron 30 a?os despu¨¦s.
El futuro en sus manos
Ahora toca pensar en el futuro. Parece que la no llegada de Bogdan Bogdanovic no ha pasado factura a la hora de renovar a Giannis, y sus agentes, Saratsis y Giorgos Panou, han cerrado con ¨¦xito un trato que se llevaba semanas fraguando. Tras el no de Bogdan, la franquicia reaccion¨® haci¨¦ndose con los servicios de DJ Augustin, Bobby Portis, Bryn Forbes, Torrey Craig y volviendo a contratar a Pat Connaughton, que tuvo una importancia capital en el convencimiento personal a Giannis junto a Khirs Middleton. Una cena el 10 de diciembre provoc¨® que hubiera nuevas insistencias y muchos cuidados a la estrella, cuya conexi¨®n con sus compa?eros es tremenda y ha sido capital en la continuidad de Mike Budenholzer, muy cuestionado en playoffs pero que cuenta con el benepl¨¢cio de Antetokounmpo. La franquicia content¨® a su jugador con la continuidad del t¨¦cnico, la llegada de Jrue Holiday y el trato personal en las negociaciones, y las dudas trasladadas sobre su continidad o su deseo de firmar en 2021 tras ser agente libre fueron entendidas por el griego. Si su intenci¨®n iba a ser firmar la extensi¨®n dentro de unos meses... ?por qu¨¦ no hacerlo ahora? Adem¨¢s, si hubiera anunciado su deseo de ser agente libre Milwaukee se habr¨ªa planteado un traspaso antes de la fecha l¨ªmite. Al final, entre tanto culebr¨®n, el cuento tuvo final feliz para el equipo. Y en teor¨ªa, tambi¨¦n para el alero.
Y tras el sainete, toca pensar en playoffs. Los Bucks son un equipo de temporada regular, que consigue dominar a sus rivales a trav?es del f¨ªsico pero se queda corto en la fase final. ?Por qu¨¦? Muchos de sus rivales directos se encuentran en una Divis¨®n empobrecida y en horas bajas. Concretamente la Central, una que (como todas) ha ido evolucionando y que tuvo altas dosis de competitividad hace algo m¨¢s de una d¨¦cada, pero que ahora se ha quedado en nada: Cavaliers, Bulls y Pistons comparten Divisi¨®n con Milwaukee y se enfrentan hasta en cuatro ocasiones con cada uno de ellos. Tambi¨¦n est¨¢n los Pacers, el otro te¨®rico rival fuerte, pero ah¨ª se queda. En total, la pasada campa?a, 13-1 de r¨¦cord contra este tipo de rivales, algo que agranda mucho el balance de un equipo que adem¨¢s sumaba un 37-7 contra rivales de su misma Conferencia y un 19-10 contra los equipos del Oeste. Su estilo, basado en Giannis y sus contantes penetraciones, libera a jugadores exteriores y permite que se lance mucho tanto por fuera como por dentro, siendo el cuarto equipo que m¨¢s tiros de campo realiza de toda la competici¨®n. Adem¨¢s, la cantidad de lanzamientos que Anteto hace en la zona permiten a los Bucks ser los mejores en porcentaje de tiros de dos, y su dominio reboteador (13,6 de Anteto, 6,6 de Middleton y seis jugadores entre 4,2 y 4,8 rebotes de promedio), el mayor de la Liga (los ¨²nicos que tienen una media superior a los 50) demuestran el f¨ªsico de un conjunto que se basa en su fortaleza para apabullar a rivales durante la temporada regular, en la que se va a 118,7 puntos por partido. La consigna es sencilla: defendemos, reboteamos y a correr como el viento, algo que se ve en el pace (ritmo de juego) m¨¢s alto del ¨²ltimo curso con una diferencia de casi dos puntos sobre el segundo, los Rockets.
Anteto es un f¨ªsico portentoso que sabe penetrar, es fort¨ªsimo debajo de la canasta, hace mates espectaculares y corre por toda la pista, siendo adem¨¢s muy frecuentes sus higlights en el lado defensivo, en el que protege la zona y llega a todo y a todos con su extraordinaria envergadura. Sin embargo, muestra graves carencias en est¨¢tico: no sabe lanzar de tres (30% este a?o, apenas un 25 el pasado) ni desde el mid range, ese lugar que ha pasado a estar vetado en el juego actual, en el que solo se anota desde la zona y desde el triple (los Rockets y sus cosas). Sin embargo Anteto solo tiene una de esas cualidades (la zona), y su falta de fundamentos para la penetraci¨®n dificulta mucho su capacidad para crearse sus propios tiros cuando el ataque est¨¢ parado. Adem¨¢s, no es un gran pasador (5,6 asistencias, pero...) y no habilita a sus compa?eros de la manera id¨®nea o, muchas veces, ni los ve. LeBron, un hombre que, salvando las distancias (por ser infinitamente mejor, claro), es capaz de penetrar y encontrar a sus compa?eros solos en el triple (Spoelstra le rodeaba de tiradores en Miami) tambi¨¦n ve a sus compa?eros en el interior (esa IQ de pase) y es uno de los mejores pasadores que ha visto la NBA. Compararlo con Anteto es una quimera, pero la misma penetraci¨®n de uno o de otro no acaba con la misma asistencia, y las dificultades del griego para pasar de fuera adentro son notorias e impiden encontrar a los miembros de la cuarta plantilla que m¨¢s tira de tres de la NBA... pero la 17? en porcentaje de triples.
En playoffs, el monosistema ha hecho aguas igual que el a?o pasado, y Anteto ha sucumbido ante las dobles ayudas sin saber (o poder) encontrar a sus compa?eros y un defensor a la altura de Adebayo que, como Kawhi el a?o pasado, le ha puesto en problemas. Ante los Heat, estuvo sano durante tres partidos, en los que promedi¨® 22,7 puntos (29,5 en temporada regular), con un 45% en tiros de campo (55%) y un 15% en triples. En 2019 ante Toronto se qued¨®, en seis partidos, exactamente en el mismo promedio de puntos y menos de un 45% en el lanzamiento, adem¨¢s de sumar m¨¢s de 4 p¨¦rdidas por duelo. Y cuando Anteto no funciona, es imposible. Monopoliza la zona y el bal¨®n, impide a otros acercarse a la canasta y ha convertido a Brook Lopez en un triplista de 2,13 que atrapa apenas 4,6 rebotes por partido lanzando 4,8 veces desde el exterior (6,3 el a?o pasado, m¨¢s que ning¨²n otro hombre alto). Los Bucks pasaron hace unos meses de los 118,7 puntos de la temporada regular a los 111 de unos playoffs en los que se han despedido siendo und¨¦cimos en porcentaje de triples y decimocuartos en tiros libres, otra quimera que no mejora y que les impide cerrar muchos partidos. Adem¨¢s de perder casi 15 balones por partido, el quinto peor equipo en esta clasificaci¨®n durante la fase final.
Aqu¨ª entra la figura de Mike Budenholzer, que es el tipo de entrenador que su estilo representa. Un buen t¨ªo, did¨¢ctico y formador, buen t¨¦cnico individual que ha sabido desarrollar el m¨¢ximo potencial de Anteto y explotar sus virtudes, no ha podido (o sabido) ense?arle a jugar de otro modo y ha ca¨ªdo en los mismo que le pas¨® en los Hawks. Y, esta vez, sin tener a LeBron delante (4-0 en 2015). Budenholzer es un t¨¦cnico de un solo plan, y sus problemas de emparejamientos y la falta de soluciones que tiene en ataque han provocado que su ca¨ªda en los playoffs sea ya casi una tradici¨®n. Infinitamente mejor que Kidd para la franquicia (a poco, iba a mejorar las cosas), ha convertido al equipo en una m¨¢quina de ganar partidos durante el a?o, pero no ha podido dar un paso adelante en la empobrecida Conferencia Este ni llevarlo a sus primeras Finales desde 1974. Para el anillo, ya lo hemos dicho, hay que mirar m¨¢s atr¨¢s: 1971. Ese que ganaron con Oscar Robertson y Kareem Abdul-Jabbar en una ¨¦poca tan lejana en la que ni siquiera Kareem se llamaba todav¨ªa Kareem. La continuidad del mercado peque?os se vio en los 80 con Sidney Moncrief, Don Nelson y que lleg¨® a disputar cinco semifinales y tres finales del Este en ocho temporadas.
El curso 2020-21 supondr¨¢ un examen para los Bucks y para Antetokounmpo. Y mientras que los primeros han alcanzado el objetivo y tienen al griego atado, el segundo ya ha firmado un contrato que tiene vigente y que tendr¨¢ que cumplir. Agarrarse a a la figura del hijo pr¨®digo ser¨¢ la estrategia de la franquicia para amarrar el proyecto y conquistar un anillo que en 2021 har¨¢ 50 a?os que no consiguen. Un bonito aniversario para que Giannis escriba su propio legado y el griego se olvide de las cr¨ªticas del Mundial de China o de sus actuaciones en playoffs ganando el anillo eternamente postergado para un mercado peque?o que tiene como referencia a un jugador que busca tener un legado muy grande. La temporada va a empezar y nadie se f¨ªa de un equipo que est¨¢ llamado a fallar donde falla siempre. Cambiar eso, es el objetivo. Los Bucks ya tienen atado a Giannis Antetokounmpo. Ahora, juntos, tendr¨¢n que conseguir todo lo dem¨¢s. El anillo. El legado. La gloria.