De una caravana al All Star: Adebayo es el alma de los Heat
El p¨ªvot ha debutado como all star en la temporada de su explosi¨®n definitiva: "No estar¨ªa aqu¨ª si hubiera tenido una vida m¨¢s f¨¢cil, el tr¨¢iler me hizo ser quien soy ahora".
Miami Heat est¨¢ a tres victorias de las Finales de la NBA, las que disputaron cuatro veces en los cuatro a?os de LeBron James (2011-14) y las que ni han rondado despu¨¦s. De hecho, son finalistas del Este (por ahora, como m¨ªnimo) despu¨¦s de no jugar playoffs y quedarse en un 47% de victorias la temporada pasada (39-43). Con Pat Riley como cima constante de la pir¨¢mide, y como figura de la que emana un aura perpetuamente ganadora, y sobre todo con el extraordinario Erik Spoelstra en el banquillo, la franquicia de South Florida ha mantenido su concepto de proyecto y su idea de cultura tambi¨¦n cuando han venido mal dadas. No es que no hayan cometido errores, todo el mundo los comete y en su caso les dieron contratos horribles a Hassan Whiteside, Tyler Johnson, James Johnson o Dion Waiters; es que en Miami han preferido maniobrar en la respetabilidad y seguir compitiendo sin abandonarse al tanking y las promesas de futuro. Un plan que suele ser mejor; y que es, desde luego y como m¨ªnimo, m¨¢s saludable.
Despu¨¦s de su tremendo recorrido por los playoffs de la burbuja, es del dominio p¨²blico la irrupci¨®n de Miami Heat en el primer plano competitivo antes de lo previsto. El traspaso por Jimmy Butler, feliz en un ecosistema como el de Spoelstra (muy pocos jugadores no lo est¨¢n); la presencia de veteranos como Goran Dragic, la ambici¨®n de ir a por Iguodala (le quede la gasolina que le quede¡) y, claro, un bloque joven que est¨¢ ya perfectamente preparado para el gran escenario competitivo. Y si no, que le pregunten a los Bucks o a los Celtics del primer partido de la final. Un lote, adem¨¢s, que no ha necesitado de tankings salvajes y oraciones para caer al top 3 de ning¨²n draft: Tyler Herro fue n¨²mero 13 del pasado draft, y un a?o antes nadie eligi¨® a Kendrick Nunn y Duncan Robinson. El primero era un gran talento que qued¨® en cuesti¨®n por sus problemas extradeportivos y de comportamiento, incluido un caso de violencia dom¨¦stica. El segundo es un jugador con el que nadie contaba en la elite y que es ahora mismo el mejor tirador de tres de la NBA (al menos en esta temporada de hiato de Stephen Curry y Klay Thompson): casi un 45% lanzando m¨¢s de ocho por partido.
Bam Adebayo, el nuevo coraz¨®n de la franquicia
Y, claro, en el draft de 2017 los Heat eligieron a Bam Adebayo con el n¨²mero 14. Si Herro va camino de ser un anotador de highlights y posters, una estrella m¨¢s convencional, Adebayo es el pilar esencial sobre el que se asientan estos nuevos Heat, m¨¢s incluso (por filosof¨ªa) que Jimmy Butler. Y es una de esas nuevas estrellas que crea y necesita la actual NBA, la de la revoluci¨®n del triple y los espacios y la estad¨ªstica avanzada. Es, aunque parezca parad¨®jico, un car¨¢cter de vieja escuela, un jugador competitivo y orgulloso que tiene 23 a?os y demostr¨® que iba a ser el p¨ªvot titular de los Heat durante muchos a?os, aunque mide 2,06, en cuanto el equipo se quit¨® de en medio los in¨²tiles 213 cent¨ªmetros de Whiteside.
Dwyane Wade, el gran jugador de la historia de los Heat, le ha pedido a Adebayo que supere sus marcas e iguale su huella en la franquicia. ?l, que ha visto en primera persona qu¨¦ tipo de jugador y compa?ero es el p¨ªvot, le pas¨® la antorcha y le reta con apuestas sobre sus estad¨ªsticas como las que les planteaba a ¨¦l y a Udonis Haslem el entonces asistente Bob McAdoo cuando ambos daban sus primeros pasos en la liga. Adebayo ha respondido al reto: ha pasado de 8,9 puntos, 7,3 rebotes, 2,2 asistencias y 0,8 tapones en su segunda temporada a 15,9, 10,2, 5,1 y 1,3 en la tercera, en la que ha sido segundo en el premio de Jugador M¨¢s Mejorado (detr¨¢s de Brandon Ingram) y quinto en la votaci¨®n de Defensor del A?o (e integrante del Segundo Quinteto Defensivo). Y en la que, sobre todo, ha sido elegido All Star por primera vez.
Adebayo es un excepcional defensor, con f¨ªsico y motor para trabajar sin descanso y proteger el aro y, esto es esencial, capacidad para encargarse de cualquier jugador, del base al p¨ªvot rival. Un valor impagable en la NBA actual. Pero es tambi¨¦n ya un jugador fundamental en el ataque de su equipo, que deja muchas jugadas en manos de su instinto como playmaker. No es uno de los principales anotadores ni el gran generador, pero el tr¨¢nsito de la bola por ¨¦l es clave para hacer flexible, moderno y extremadamente peligroso al ataque de Spoelstra, que apost¨® por liberar la mejor versi¨®n de Adebayo, un p¨ªvot con alma de base, dej¨¢ndole acumular p¨¦rdidas tontas y errores en su segunda temporada en la NBA. Poco a poco, estaba forjando un jugador nuevo, uno cuya evoluci¨®n ha sido visible semana a semana durante los ¨²ltimos meses.
El imparable ascenso del p¨ªvot playmaker
Por su perfil, tanto en ataque como en defensa, es imposible no asociar a Adebayo con Draymond Green y la revoluci¨®n que supuso su irrupci¨®n en los Warriors, especialmente cuando Steve Kerr lo coloc¨® como p¨ªvot en un small ball que, no por casualidad, acab¨® llam¨¢ndose el quinteto de la muerte. M¨¢s all¨¢, su trascendencia en el juego (obvia en estos playoffs) es una demostraci¨®n m¨¢s del ascenso de un nuevo jugador interior, uno que ha trascendido al stretch (el ala-p¨ªvot o p¨ªvot que se abr¨ªa para tirar de tres): el point forward o point center, los interiores capaces de ser creadores de juego, facilitadores. Hay casos obvios por sus virtudes muy visibles como pasadores: Marc Gasol, que cerr¨® el rompecabezas de unos Raptors a la postre campeones, y sobre todo Nikola Jokic, el mejor p¨ªvot pasador que ha habido en la NBA desde Bill Walton. Junto a ellos, aparecen otros como Green o Adebayo, que aportan adem¨¢s una extraordinaria capacidad y polivalencia en defensa. Kerr desat¨® todos los infiernos cuando cogi¨® conceptos del tri¨¢ngulo ofensivo de Phil Jackson (fue campe¨®n como jugador con los Bulls de Michael Jordan) y los renov¨®: la misma geom¨¦trica pero el interior ya no creaba desde el poste, sino que lo hac¨ªa de cara al aro y desde m¨¢s all¨¢ de la l¨ªnea de tres mientras se mov¨ªan y deformaban cualquier estrategia defensiva del rival los dos mejores tiradores de siempre: Stephen Curry y Klay Thompson, los Splash Brothers.
Spoelstra da una libertad similar a Adebayo. Confia en su instinto, en su capacidad para mejorar lo que pasa con cada posesi¨®n que toca, tomar decisiones cuando los rivales han cerrado a Butler y el bal¨®n llega a sus manos. Con los interiores tradicionales, esto obligaba a un reseteo del ataque. Los tiradores que llegaron despu¨¦s permit¨ªan soluciones anotadoras que quitaban presi¨®n al ataque abriendo v¨ªas enormes hacia la zona. En esta nueva NBA de espacios, movimientos y mucho tiro, la figura como ancla de un p¨ªvot que sepa pasar y que sepa entender lo que sucede en la pista es casi una garant¨ªa de ¨¦xito. De ¨¦xito rotundo si ese jugador tiene, adem¨¢s, la extraordinaria capacidad defensiva y el compromiso colectivo de Bam Adebayo.
Un pick 14... por las dudas con su ataque
Adebayo cay¨® hasta el 14 del draft por, en gran parte, una paradoja: eligi¨® Kentucky para su a?o universitario (2016-17) porque el entrenador, John Calipari, tiene una probada capacidad de convertir a sus mejores jugadores en altas elecciones de draft por la v¨ªa r¨¢pida. Pero al mismo tiempo, fue Calipari el que le limit¨® a poner bloqueos, terminar continuaciones y matarse a defender en el equipo en el que estaban De¡¯Aaron Fox y Malik Monk. Un equipo que perdi¨® en el Elite 8, a las puertas de la Final Four, contra North Carolina pero que meti¨® en los puesto de loter¨ªa del draft (top 14) a Fox (5), Monk (11) y Adebayo (14).
Por su rol con los Wildcats, algunos se plantearon (ahora cuesta creerlo, claro) si el p¨ªvot pod¨ªa ser un jugador viable en un ataque NBA. Por eso lo descartaron los Knicks con el 8 (eligieron a Frank Ntilikina¡ que por ahora no es un jugador viable en un ataque NBA) y, entre otros, los Hornets, el equipo que en el que quer¨ªa jugar Adebayo y que prefiri¨® a su compa?ero en Kentucky, un Malik Monk que por ahora ha dado alguna de cal y muchas de arena en la NBA. Los Heat ten¨ªan al p¨ªvot como n¨²mero 10 en su ranking, as¨ª que se frotaban las manos: Detroit no lo elegir¨ªa en el 12 (fue Luke Kennard) porque ya ten¨ªa a Andre Drummond (que ahora est¨¢ en los Cavs). Quedaba el 13, de los Nuggets, as¨ª que cuando estos traspasaron el pick a los Jazz, que se lanzaron a por Donovan Mitchell, en Miami sonrieron: ya ten¨ªan al jugador que les hab¨ªa impresionado en los entrenamientos previos, en los que incluso se hab¨ªa encarado con el mism¨ªsimo Pat Riley. Algunos habr¨ªan visto esos gestos como una se?al de alarma, pero Juwan Howard, entonces asistente de Spoelstra, lo vio claro al instante: ¡°Tiene madera de jugador de los Heat¡±.
En Miami, Spoelstra ha recuperado al jugador que en el instituto sub¨ªa la bola, recib¨ªa triples marcajes y promediaba 32 puntos y 21 rebotes en su primer a?o. El que se elev¨® a la categor¨ªa de prospect 5 estrellas, quinto mejor jugador del pa¨ªs de cara al curso universitario 2016-17, y segundo mejor ala-p¨ªvot. Los Heat valoraban al jugador, pero tambi¨¦n a un chico mod¨¦lico con los estudios y del que no hab¨ªa una mala referencia, y con un tremendo car¨¢cter pero la capacidad, tan joven, de canalizarlo en compromiso competitivo e implicaci¨®n con su equipo. Incluso, lo dijo Spoelstra, deseaban darle a Adebayo la historia por la que llevaba a?os peleando, una en la que sacaba de la pobreza y los apuros a su madre, Marilyn Blount.
De padre nigeriano que abandon¨® su casa cuando ¨¦l era un cr¨ªo, a Edrice Femi Adebayo lo empez¨® a llamar ¡°Bam¡± su madre por un personaje de Los Picapiedra (Bam-Bam, el beb¨¦ adoptado por Pablo y Betty M¨¢rmol). Ella lo crio en un tr¨¢iler, una de esas livianas casas m¨®viles y caravanas que acaban formando extra?as barriadas en zonas depauperadas de Estados Unidos, en Carolina del Norte (por eso el deseo de jugar en Charlotte Hornets). Trabajaba como cajera y, pronto, su hijo percibi¨® su hast¨ªo, su cansancio y su angustia, y prometi¨® que la sacar¨ªa de todo aquello. Con su primer sueldo, se la llev¨® a cenar a un Cheesecake Factory, y le consigui¨® un apartamento en la misma torre del downtown de Miami en la que vive ¨¦l, solo que 41 pisos m¨¢s abajo (del 46 al 5: a su madre no le gustan las alturas). La foto de ese tr¨¢iler en el que viv¨ªan era el fondo de pantalla en su m¨®vil y le acompa?¨® tambi¨¦n en los Heat, donde puso la imagen en su taquilla y sol¨ªa escribir la direcci¨®n en sus zapatillas: ¡°No quer¨ªa ser visto solo como otro ni?o pobre, mi ambici¨®n se forj¨® en ese tr¨¢iler. Si hubiera tenido una vida mejor, tal vez no estar¨ªa aqu¨ª, ese tr¨¢iler me hizo ser qui¨¦n soy¡±.
Su madre todav¨ªa reconoce que a veces se sienta en su apartamento y llora, incapaz de procesar si todo lo que le rodea es realmente suyo: ¡°A¨²n me preocupo de que mi hijo tenga lo necesario, de si lleva dinero encima cuando se va de viaje con el equipo¡ te acostumbras a vivir pendiente de eso, con esa angustia¡±. Los Heat percibieron esa conexi¨®n en un jugador extremadamente maduro para su edad, un f¨ªsico prodigioso y una ¨¦tica de trabajo ¨®ptima. En las instalaciones de la franquicia, la sala de musculaci¨®n se llama ¡°Zo¡¯s Zone¡± en recuerdo a Alonzo Mourning, que amonton¨® todos los r¨¦cords de kilos y repeticiones posibles. Adebayo se propuso batirlos y ya ha superado dos, aunque los preparadores f¨ªsicos le dijeron que necesitar¨ªa cinco o seis a?os para simplemente acercarse a las cifras del m¨ªtico p¨ªvot, del que en los despachos ven tambi¨¦n algo en Adebayo, el nuevo gran l¨ªder de un proyecto absolutamente emergente. Tanto que puede ser campe¨®n ya esta misma temporada: ¡°Es el Mourning, el Wade de este equipo, es el que pone el list¨®n de lo que tenemos que ser¡±.
Adebayo aguant¨® la frustraci¨®n cuando Spoelstra no le pon¨ªa en sus primeras semanas como rookie. Sigui¨® trabajando y contrat¨® un chef, aunque no pensaba hacerlo hasta que llegara el primer gran contrato. A base de quinoa, verdura y consejos hasta cuando est¨¢ de gira con el equipo (le env¨ªa a su cocinero fotos del men¨² de los restaurantes) ha bajado su ¨ªndice de grasa corporal por debajo del 7%. Sobre ese gran contrato, no hay duda de que llegar¨¢. Un m¨¢ximo, de hecho, tal y como ya ha vaticinado el propio Jimmy Butler, feliz de tenerlo como compa?ero. Un chollo esta temporada (3,4 millones) y la pr¨®xima (5,1), los Heat no contaban con firmarle ya la megaextensi¨®n para tener (ganar¨ªan unos 13 o 14 millones extra) m¨¢s margen salarial en el mercado de 2021, cuando es un secreto a voces que se lanzar¨¢n a por Giannis Antetokounmpo. El plan inicial era agotar otra temporada y esperar a que fuera agente libre restringido para igualar cualquier oferta por ¨¦l. Ahora, visto el nivel que ha alcanzando en unos plazos tan cortos, tal vez los Heat se replanteen su estrategia... salvo que el propio jugador acepte esperar para ver qu¨¦ pasa en ese prometedor 2021. De una forma u otra, el futuro de Bam Adebayo (cortado para el Mundial 2019 pero en la prelista para los Juegos de Tokio) est¨¢ en unos Heat ganadores. Por muchos a?os.