PLAYOFFS NBA | ROCKETS 104 - 102 THUNDER (4-3)
Chris Paul se queda sin trucos y sin venganza: Houston, a semis
El base hizo un partizado, pero los Rockets se atrincheraron atr¨¢s en un final de locura. Tras una serie tremenda, los Thunder se quedaron sin magia y Chris Paul, sin venganza.

A los Rockets les queda una vida. As¨ª es como se mide ahora la supervivencia del proyecto texano, puesto a prueba este a?o m¨¢s que ninguno y con el futuro m¨¢s incierto que han tenido en casi una d¨¦cada. Esos son los a?os, ocho exactamente, que James Harden lleva con la m¨ªtica franquicia, ganador en los 90 de dos anillos para la historia pero sin poder repetir tal gesta cuando ya se ha cumplido un cuarto de siglo del ¨²ltimo de esos campeonatos. De Olajuwon a Harden, el l¨ªder de ayer y el de hoy, tambi¨¦n hay un salto secular que puede medirse simplemente con el apoyo que cada uno recibe de los aficionados, pero es innegable que La Barba es uno de los anotadores m¨¢s impresionantes de siempre y que sus hitos quedar¨¢n grabados a fuego en una NBA que no espera a nadie ni ha esperado a un equipo que pudo conseguir el anillo pero se qued¨® por el camino.
De momento, han evitado la ignominiosa situaci¨®n de caer en primera ronda con esa desvergonzada versi¨®n del ultra small ball en el que se han convertido, con D'Antoni, un entrenador cuyo futuro en el equipo es improbable, llevando al extremo un estilo que les ha dado m¨¢s bien poco en playoffs por esa eterna ausencia de un plan b que ni existe ni se le espera. Eso s¨ª, la defensa de los cinco peque?os, lejos de basarse en las mismas doctrinas que planteaba Jeff Bzdelik (este a?o en unos Pelicans que han defendido m¨¢s bien poco), ha funcionado lo suficiente como para mantener a flote a la franquicia. Al menos una eliminatoria m¨¢s, y con James Harden, eternamente criticado por sus aptitudes y actitudes defensivas, colocando un tap¨®n clave a poco menos de un minuto para el final que pr¨¢cticamente sentenciaba un partido que se alarg¨® mucho en los ¨²ltimos segundos pero que no tuvo variaciones en el luminoso.
Harden tuvo un nefasto partido en ataque ("una mierda", como bien dijo ¨¦l mismo a la conclusi¨®n), con 17 puntos y 1 de 9 en triples, pero apareci¨® cuando ten¨ªa que hacerlo en defensa y sobrevivi¨® a un equipo correoso, guerrero y que ha peleado hasta el ¨²ltimo segundo del s¨¦ptimo partido antes de caer, tras un tiempo muerto mal gestionado y un robo de Tucker que certificaban la victoria. Un final que tard¨® en llegar por numerosos parones arbitrales, pol¨¦mica y eternos fallos que provocaron que fuera la defensa la que predominara al final. Ah¨ª salieron beneficiados los Rockets, con un Harden que celebr¨® el tap¨®n a Dort (30 puntos, el rookie no drafteado con la mayor anotaci¨®n en un s¨¦ptimo partido de siempre) como si fuera una victoria. Y todav¨ªa tuvieron tiempo los Thunder de ganar el partido, pero no encontraron a ning¨²n hombre solo y la serie se finiquit¨® de una manera extra?a, pero perentoria. Esa jugada final acab¨® en p¨¦rdida, la ¨²ltima de los 22 que tuvo OKC, que lanz¨® mejor en tiros de campo (46,1%) y en triples (47,1%) que sus rivales (39,8% y 34,7%) pero que perdi¨® 10 balones m¨¢s que ellos.
Y Chris Paul se qued¨® sin trucos y sin venganza
Puede ser el mejor resumen del s¨¦ptimo partido. La actuaci¨®n de Paul fue sublime, cuaj¨® un triple-doble excelso (19+11+12), ayud¨® en defensa y estuvo en todo, pero el muro que levantaron los Rockets en los instantes finales le dej¨® sin anotar en los ¨²ltimos siete minutos de partido y provoc¨® que perdiera seis balones. Demasiado para un equipo que le necesita como el comer en el clutch time, donde las mu?ecas tiemblan y lo f¨¢cil parece dif¨ªcil. Schr?der (12+6+5), Gilgeous-Alexander (19) o Adams (10+9) estuvieron activos, siempre al acecho, igual que unos Thunder que fueron por detr¨¢s pero supieron manejar los tiempos y esperar al final del choque, siendo conscientes de que si planteaban unos ¨²ltimos minutos igualados pod¨ªan tenerlo todo a su favor. Al fin y al cabo eran el mejor equipo de la Liga en ese tipo de finales, teniendo al mejor jugador de la temporada (Paul) para los mismo.
Esta vez no fue as¨ª. Chris Paul no ha podido ver cumplida su venganza un a?o despu¨¦s de salir por la puerta de atr¨¢s de los Rockets, discusi¨®n con Harden y promesa inclumplida de Morey delante, y se queda con 35 a?os y habiendo disputado una final del Oeste en toda su carrera, un curr¨ªculum demasiado pobre para un hombre de semejante calidad. Los Thunder tienen futuro (y una infinidad de rondas del draft), pero el base lleva 15 temporadas en la Liga y se le pasa el arroz a pesar de un temporad¨®n en el que ha vuelto a ser All Star (d¨¦cimo en su carrera), ha ejercido de mentor y ha demostrado, aunque no haya ganado la serie, que los Rockets se equivocaron en una decisi¨®n cuestionada y que se ver¨¢ puesta a prueba con un aspirante en semifinales. Y es ah¨ª, ante los aspirantes (o favoritos) contra qui¨¦nes siempre han chocado los unidimensionales (por plan, que no por talento) Rockets.
Se acab¨® lo que se daba para los Thunder en un a?o bueno para dar sorpresas por la situaci¨®n que vive la NBA (y el mundo) pero en el que se han quedado a las primeras de cambio, aunque dando mucha guerra. El futuro es propicio para ellos m¨¢s all¨¢ de un Paul que se ha reivindicado pero al que cada vez le queda menos en la mejor Liga del mundo y las posibilidades son eternas con un entrenador did¨¢ctico que tiene en sus manos jugadores j¨®venes y con progresi¨®n que han venido para quedarse y apenas han permitido transici¨®n entre la salida de Westbrook y su culto a la personalidad y el nuevo proyecto ideado por Sam Presti, uno de los mejores directivos de la competici¨®n (o el mejor). Los Rockets avanzan a la ronda en la que se quedaron el a?o pasado y se enfrentar¨¢n a unos Lakers que tendr¨¢n su primera prueba de fuego ante ellos, con LeBron James (y todo lo que ello supone) a la cabeza. Y Chris Paul ve como acaba otro a?o de una manera que no esperaba y se queda sin trucos ni venganza, pero con una reivindicaci¨®n eternamente postergada y casi definitiva. Al fin y al cabo, parece que algunos se han dado cuenta de los bueno que es este a?o. Una temporada despu¨¦s, las cosas acaban de forma parecida para el base, que se queda sin el regusto de la victoria ante aquellos que le traicionaron pero que ha mostrado sus consabidos sentimientos y¨¦ndose sin saludar a Harden ni a Westbrook. S¨®lo faltaba.