El oscuro primer adi車s de Michael Jordan: la larga sombra de las apuestas, el asesinato de su padre...
En 1993, y en un momento de 谷xito casi in谷dito en la historia del deporte, Michael Jordan deja la NBA. Las teor赤as desde entonces incluyen un posible castigo de la NBA.
El 6 de junio de 1993 los Bulls, que defend赤an su doble corona de 1991 y 1992, estaban en un buen l赤o. En territorio comanche, Arizona, y en el cubil de unos Suns que hab赤an ganado 62 partidos y estaban liderados por un Charles Barkley que ya le hab赤a quitado el MVP a Michael Jordan tras dos galardones seguidos de este. Esos Suns del 62-20 hab赤an firmado un 35-6 en su pista en Regular Season pero hab赤an perdido los dos partidos iniciales de la serie (entonces todav赤a en formato 2-3-2) y se fueron a Chicago con un 0-2 a priori definitivo. Pero en pista contraria ganaron dos de los tres partidos, incluido el quinto con 3-1 en contra, y se permitieron un regreso a casa: dos victorias en el America West Arena y ser赤an campeones.
El sue?o de la remontada y el primer anillo en la historia de la franquicia (que solo ha ganado una vez m芍s el Oeste, en 1976) estuvo cerca: los Bulls salieron rabiosos en el sexto partido, tras gastar la bala del quinto, pero se hundieron en el 迆ltimo cuarto. Con 98-94, Jordan anot車 una bandeja antes de que Dan Majerle fallara un triple que pudo cambiar la historia. Despu谷s, con 98-96 y 14 segundos por jugar, Phil Jackson orden車 la jugada blind pig (cerdo ciego) para salvar la temporada. Para terminarla, de hecho. El parcial del 迆ltimo cuarto era en ese momento 19-9 y los nueve puntos de unos Bulls perdidos hab赤an sido de Jordan. Pero la 迆ltima canasta fue el recordado triple ganador de John Paxon, solo tras la circulaci車n impecable de su equipo y porque Danny Ainge se hab赤a olvidado de 谷l para presionar a Horace Grant aunque hab赤an salido del tiempo muerto con 車rdenes muy precisas de Paul Westphal: no hacer ning迆n doble marcaje, ni siquiera a Michael Jordan. Grant llevaba un 0/5 en el partido pero dio la asistencia clave y sell車 el 98-99 final con un tap車n a Kevin Johnson en el 迆ltimo ataque de los Suns. Los Bulls se coronaron por tercer a?o consecutivo, el primer threepeat, y Michael Jordan se convirti車 en el primer jugador con tres MVP seguidos en FInales. En el sexto partido anot車 33 puntos y en el primero 31. En los otros cuatro, seguidos, no baj車 de 41 puntos: 42, 44, 55 y 41. Sus medias fueron de 41 puntos (r谷cord en Finales), 8,5 rebotes y 6,3 asistencias. Sobrehumano.
El primer y muy extra?o adi車s
Unos meses antes, el 17 de febrero, Michael Jordan hab赤a cumplido 30 a?os. Ven赤a de un tramo 1990-92 con dos anillos, doblete de MVPs de Regular Season y Finales en ambos casos, doblete tambi谷n de m芍ximo anotador y presencia en el Mejor Quinteto Defensivo... y hab赤a evangelizado al mundo, en el verano que lo cambi車 todo para la historia global del baloncesto, con el oro del Dream Team en Barcelona 92. En aquella temporada 1992-93 cobr車 unos 4 millones de d車lares de los Bulls (por detr芍s de los 5,7 de David Robinson en los Spurs) pero ya se estaba llevando m芍s de 30 millones por sus negocios fuera de las pistas. El imperio crec赤a, la NBA se hac赤a de oro y el deporte cambiaba para siempre, en cuanto a equilibrios de poder, imagen p迆blica y generaci車n de ingresos. Michael Jordan no construy車 una nueva era: 谷l era la nueva era.
As赤 que en ese verano de 1993, el ya intocable n迆mero 23 estaba en m芍ximos de popularidad y una potencia deportiva que era dif赤cil de diferenciar de los superpoderes. Justo cuando, apenas unas semanas despu谷s, suceci車 lo inconcebible: el 6 de octubre de 1993 Michael Jordan anunci車 su retirada porque, en teor赤a, hab赤a perdido el hambre y la motivaci車n para seguir la estela de exigencia a ultranza que su propia filosof赤a reclamaba. Despu谷s, esto es historia del baloncesto, vinieron las ligas menores de beisbol, los intentos con Birmingham Barons y, el 18 de marzo de 1995, el comunicado de prensa m芍s corto y famoso de la historia del deporte: "I'm back". He vuelto. Y, a continuaci車n, otro threepeat iniciado con la esplondorosa temporada perfecta (1995-96) y cerrado con la epop谷yica temporada imperfecta (1997-98), la del 迆ltimo baile (The Last Dance) capturado por el documental que ahora bate r谷cords de audiencia con la NBA parada desde el pasado 11 de marzo por la crisis del coronavirus.
Entre el primer y el segundo threepeat, los dos a?os que domin車 Hakeem Olajuwon con un ejercicio de dominaci車n tan dictatorial como majestuosa, Michael Jordan estuvo algo m芍s de 17 meses retirado de la NBA. Y ese tramo es, precisamente, uno de los m芍s interesantes de su vida, al menos si se hilvanan las pistas y la calle: ?por qu谷? ?por qu谷 demonios un jugador que hab赤a alcanzado estatus de divinidad y cuya competitividad era enfermiza decidi車 irse en su momento de mayor esplendor?
Los hechos son conocidos: Jordan asegur車 que ya no hab赤a deseo, que el tramo de 1992, con el verano ol赤mpico incluido, le hab赤a dejado agotado y que la siguiente temporada, con la exhibici車n herc迆lea final ante los Suns, le hab赤a quitado las 迆ltimas fuerzas y, sobre todo, las 迆ltimas ganas. Adem芍s, el 23 de julio hab赤a sido asesinado su padre en un 芍rea de descanso de Lumberton (Carolina del Norte). Los ladrones, dos j車venes que fueron capturados despu谷s y condenados a cadena perpetua, se llevaron su Lexus con matr赤cula UNC0023 (por la universidad de North Carolina con la que fue campe車n y ya una celebridad Michael Jordan) y fueron descuidados con el tel谷fono de James Raymond Jordan, cuyo cuerpo apareci車 el 3 de agosto en uno de los numerosos pantanos de la zona. Este trance fue, como es obvio, absolutamente traum芍tico para un Jordan que tuvo una relaci車n muy compleja pero estrecha con su padre, que siempre le imagin車 (al contrario que a sus hermanos) un futuro en ese beisbol al que se dedic車 durante esos meses de primera retirada. Todo sucede por algo.
La peligrosa puerta abierta al juego
Pero hay otra arista, una muy compleja, en ese primer adi車s, tan abrupto y tan improbable: las apuestas, la sombra del juego y la teor赤a de la conspiraci車n que sigue pensando que Michael Jordan fue apartado por la propia NBA por sus v赤nculos demasiado profundos y demasiado obvios con mundos a los que era mejor no arrimarse. Quienes creen en esa teor赤a siempre han partido de un momento de la rueda de prensa en la que el 赤dolo anuncia su sorpredente despedida: preguntado sobre si descartaba totalmente un regreso a la NBA, contest車 que no lo ve赤a f芍cil pero que podr赤a ser en unos a?os si volv赤a su deseo, los Bulls segu赤an interesadon... y si David Stern le dejaba.
"...Y si David Stern me deja". Unas palabras, tal vez solo elegidas a la ligera o mal expresadas, que fueron el alimento de la madre de todas las conspiranoias: la NBA hab赤a cazado a Jordan en asuntos de apuestas que era imposible sortear. Y hab赤a pactado con 谷l una salida, como una sanci車n encubierta, durante la que se calmar赤an las aguas y para la que necesitar赤a una distracci車n que, para los defensores de esta tesis, fue su discreto pero cacareado paso por el beisbol.
A d赤a de hoy no existen, y eso ya es significativo, pruebas de que esto fuera as赤. David Stern neg車 con contundencia cualquier tesis de este tipo; parece como m赤nimo extra?o que la NBA no buscara una opci車n que dejaba fuera de juego a la mayor gallina de los huevos de oro de la historia del deporte y, finalmente, Jordan pas車 todos los filtros de control de la Liga y sus socios (las franquicias) cuando se convirti車 hace una d谷cada en due?o mayoritario de los Hornets (entonces todav赤a Bobcats) de su North Carolina natal.
Estos son los hechos en 2020. No hay ninguna prueba real de que la retirada de Michael Jordan en 1993 respondiera a un castigo encubierto por una NBA que quer赤a enderezar al rostro que la estaba haciendo multimillonaria sin, a la vez, acabar precisamente con ese totem: el nuevo mito. Pero hay m芍s hechos: es obvio que, si Michael Jordan no rompi車 reglas de la NBA, s赤 flirte車 con salt芍rselas. Y que una pasi車n con el juego que probablemente era algo m芍s, mucho m芍s problem芍tico, le meti車 en l赤os y lo acerc車 a compa?赤as que pon赤an los pelos de punta a la NBA. Eran tiempos, adem芍s, en los que las apuestas deportivas eran una cuesti車n casi siempre s車rdida, de mundos complejos y que ya hab赤a dado problemas muy serios pr芍cticamente a todas las ligas y todos los deportes en EE UU. La NBA se proteg赤a con el art赤culo 35 (F) de su reglamento: las apuestas vinculadas con la propia competici車n eran anatema. Los castigos iban de multas a sanciones y, finalmente, expulsiones. Pero si hab赤a reprimenda p迆blica a Jordan, tuviera la forma que tuviera, ?no ser赤a la propia NBA la mayor perjudicada?
Jordan jugaba mucho y apostaba mucho. En los casinos y en los campos de golf. Las historias al respecto han llenado art赤culos de la prensa estadounidense durante las dos 迆ltimas d谷cadas. Jeremy Roenick, jugador de los Blackhawks (el equipo de Chicago de la NHL) cont車, por ejemplo, que Jordan le invit車 a jugar 18 hoyos de golf en la ma?ana de un partido contra los Cavaliers. Despu谷s del duelo y entre cervezas Coors Light, Roenick brome車 con una apuesta por los Cavs dado el estado de un Jordan que le respondi車 que pusiera su dinero en que 谷l met赤a m芍s de 40 puntos y ganaban de 20. Si las fechas de la historia cuadran, ese partido existi車, los Bulls ganaron a los Cavs 126-102 y Jordan anot車 44 puntos.
Pero el rastro se afea todo lo que se quiera afear. En los playoffs de 1993, Jordan fue a jugar a un casino de Atlantic City la noche antes de un partido contra los Knicks, en el Madison. La NBA, preocupada por las malas compa?赤as y los malos ambientes del 23, puso a un antiguo juez federal, Frederick Lacey, a investigar sus conexiones con asuntos que no se deber赤an tocar. A finales de 1991, el traficante de coca赤na James Slim Bouler ten赤a un su poder un cheque de 57.000 d車lares con la firma de un Jordan que, peor a迆n, primero puso excusas hasta que tuvo que reconocer ante la justicia que era dinero destinado a tapar una deuda de juego. Despu谷s, cuando el prestamista Eddie Dow fue asesinado de forma violenta en su domicilio, aparecieron en su malet赤n otros dos cheques de Jordan. Sumaban 108.000 d車lares.
En 1993 Richard Esquinas ya hab赤a puesto en circulaci車n el libro "Michael y yo: nuestra adicci車n al juego... mi grito de socorro". Esquinas, un chico de Ohio que se hab赤a hecho a s赤 mismo y hab赤a acabado en el negocio de la gesti車n deportiva en California, hab赤a sido 赤ntimo de Jordan, su compa?ero de partidas de golf inacabables con apuestas supuestamente obscenas. Esquinas cont車 que en una jornada le gan車 m芍s de un mill車n de d車lares, que renegociaron hasta convertir en 300.000 de los que cobr車 200.000. Jordan, despu谷s, asegur車 que hab赤a que estar enfermo para perder esa cantidad... pero tambi谷n para acabar conform芍ndose con una quinta parte; que Esquinas ment赤a para vender libros y que le hab赤a traicionado: "?Amigo m赤o? Ning迆n amigo hace algo como lo que ha hecho 谷l". Por entonces, Jordan se empe?aba en negar que ten赤a problemas con el juego ("mi mujer me dejar赤a") y ya hab赤a comparecido ante Lacey y las cabezas visibles de una NBA muy preocupada pero que mir車 para otro lado cuando Jordan reconoci車 que no frecuentaba los mejores ambientes y asegur車, d車cil, que aprender赤a de todo lo que le estaba pasando.
Por entonces, un general manager an車nimo le dijo al Washington Post que la NBA estaba dando un obvio trato de favor a su gran referente, y que otro jugador en su situaci車n habr赤a sido severamente castigado. Despu谷s, y para mayor gloria de los amantes de la conspiraci車n, Lacey y la NBA dieron la investigaci車n por cerrada dos d赤as despu谷s de que Jordan anunciara su retirada. Esquinas tambi谷n hab赤a contado ya a estas alturas que hab赤a escuchado una delicada conversaci車n telef車nica de Jordan que apuntaba a apuestas en el intocable baloncesto: "?As赤 que la cuota est芍 en siete puntos?". Nunca se supo m芍s al respecto, tampoco, si bien esto aparece perfectamente recogido en el bien valorado libro de Armen Kateyian, "Money Players: Days and Nights Inside the New NBA".
Han pasado 27 a?os y no hay ninguna prueba de que sea real una teor赤a que apunta a una soluci車n con la que la NBA estar赤a, aparentemente dispar芍ndose en el pie. Si no se quiere hacer p迆blico lo profundo del te車rico problema, ?por qu谷 apartar de las pistas a su Rey Midas? En todo caso, con la sombra de un trance con el juego y las apuestas que s赤 parece muy real, en un pico de gloria (deportiva y social) pocas veces vivida por un deportista y tras la muerte violenta de su padre, la retirada de 1993 abortada en 1995 sigue siendo uno de los lugares m芍s oscuros, complejos y por lo tanto interesantes de la biograf赤a del eterno Michael. Mucho m芍s, eso al menos eso obvio, que un par車n para jugar un poco al b谷isbol.