El agujero negro de Doncic en su camino hacia el estrellato
A pesar de las p¨¦rdidas o los triples, Doncic no deja de sorprender y de ser alabado en ataque. No ocurre lo mismo con su defensa, donde a¨²n tiene un gran margen de mejora.

De Luka Doncic se habla much¨ªsimo. Tanto que para algunos es demasiado. Puede ser verdad, tanto como que su segunda temporada en la NBA podr¨ªa pelear por ser la mejor segunda temporada de cualquier jugador que haya pasado por la liga estadounidense. Al menos se puede discutir y eso es motivo suficiente como para que se est¨¦ hablando tanto del jugador esloveno. M¨¢s que de ning¨²n otro europeo con tan poco tiempo en la NBA.
El 99% de las veces que sale una conversaci¨®n sobre Doncic es sobre algo relacionado con el juego de ataque. En ese apartado del juego casi nadie discute ya que estamos ante un privilegiado del baloncesto, uno de esos jugadores que aparecen muy de vez en cuando. Incluso con sus defectos, como su porcentaje en los tiros de tres, sus p¨¦rdidas de bal¨®n o sus decisiones en finales apretados. Lo primero sin duda tendr¨¢ que ir corrigi¨¦ndolo, aunque no llega al punto de que los rivales le puedan flotar, porque cualquier d¨ªa puede hacer un 8/12 y a nadie le extra?ar¨ªa. Lo segundo tambi¨¦n se puede corregir, pero est¨¢ m¨¢s relacionado con el tipo de juego que desarrolla, en el que tiene mucho el bal¨®n y una gran visi¨®n que le permite arriesgar, y nadie le va a decir que lo deje de hacer, aunque por el camino tenga temporadas con menos p¨¦rdidas. Y en cuanto a lo tercero, simplemente parece deberse a un tema de edad y experiencia. A veces olvidamos que acaba de cumplir 21 a?os y que cualquier jugador a su edad comete errores en la toma de decisiones.
De lo que se habla muy poco o casi nunca es de su defensa. Es evidente que porque no llama la atenci¨®n de nadie y por tanto parece un tema mucho menos interesante de entrada. Doncic no est¨¢ entre los mejores defensores de la liga ni de lejos. Ni tiene pinta ahora mismo de que vaya a estarlo. Pero eso no quiere decir que haya que obviar la importancia que tiene ya en su juego y en el de su equipo y la que puede tener en el futuro. Mucho mayor cuanto m¨¢s vayan avanzando en futuras participaciones en las eliminatorias por el t¨ªtulo. Los Dallas Mavericks son un equipo que apunta a fijo en los playoffs en el futuro inmediato a poco que se hagan bien las cosas en los despachos y consigan rodear acertadamente a la dupla Doncic-Porzingis, la que parece la base sobre la que construir un proyecto ganador. Por eso es tan importante que Doncic mejore en ciertas facetas de su juego cuando se trata de defender. Porque ah¨ª puede estar el pr¨®ximo escal¨®n que subir en su ascenso al star system de la NBA.
La cruz de Doncic
Cuando uno se fija en Doncic cerca de su propia canasta se da cuenta de dos errores que engloban todos los problemas que tiene en defensa: falta de atenci¨®n y de fundamentos. ?Cu¨¢l de los dos es m¨¢s f¨¢cil de corregir? Podr¨ªa parecer que el primero es m¨¢s sencillo y depende m¨¢s del propio jugador, pero muchas veces los problemas de atenci¨®n llegan cuando est¨¢s haciendo algo que no se te da bien y el propio cerebro se desconecta de forma inconsciente. As¨ª que quiz¨¢ trabajando sobre el segundo problema hay m¨¢s opciones de arreglar el primero. En ambos casos hablamos casi siempre de situaciones en las que le toca defender a alguien que no tiene el bal¨®n. Esto es lo que supone cada uno en su d¨ªa a d¨ªa.
Problemas de atenci¨®n
Es habitual verle perder la posici¨®n, ya sea para cerrar l¨ªneas de pase, para tapar posibles penetraciones o puertas atr¨¢s y para puntear tiros exteriores. En todos esos casos no es dif¨ªcil notar una especie de despiste que le impide estar en el sitio correcto. Como dec¨ªa antes, se trata de situaciones en las que no est¨¢ defendiendo sobre la posici¨®n, sino que tiene adelantarse a los movimientos de otro jugador que busca la canasta a trav¨¦s del pase de un compa?ero. Al no ser un defensor nato, deja pasillos libres o sale a defender a quien acaba de recibir con la mano abajo. Son din¨¢micas habituales, a las que no ayuda su dificultad en el desplazamiento lateral, pero que para solucionarlas tampoco hace falta ser un perro de presa y que sin duda le dar¨ªan un empuj¨®n r¨¢pido y grande a sus capacidades defensivas.
Problemas de fundamentos
Aqu¨ª se puede discutir si es algo que o se tiene o no se tiene, y que es m¨¢s dif¨ªcil de ense?ar. Me refiero en concreto a sus dificultades para leer los bloqueos y los cambios en defensa. Es cierto que hasta cierto punto depende de tus facultades intr¨ªnsecas, pero no es imposible mejorar en estas cosas. Por ejemplo, en algo que tambi¨¦n le suele pasar: en los bloqueos dobles muchas veces presta m¨¢s atenci¨®n a quien est¨¢ manejando el bal¨®n que al jugador con el que est¨¢ emparejado, dando por hecho que es su otro compa?ero implicado en la acci¨®n quien debe cubrir a su par. Al final este rival, que era su responsabilidad, se queda s¨®lo y lanza a placer mientras ¨¦l est¨¢ en tierra de nadie.
Tambi¨¦n es cierto que, ante cambios y estrategias t¨¢cticas de los equipos rivales, la defensa de Dallas al completo parece sufrir m¨¢s de lo normal, dando una sensaci¨®n de poca comunicaci¨®n. En la clasificaci¨®n de rating defensivo los Mavs aparecen 17?, una posici¨®n mala si quieren ser un equipo importante. Para acabar, decir que no todo son malas noticias. Su defensa en el uno contra uno, sin ser una maravilla, no le deja en evidencia. Especialmente gracias a su altura, que le sirve para tener ventaja sobre pr¨¢cticamente todos los bases y muchos escoltas de la liga.
No es cuesti¨®n de pedirle que se convierta en Kawhi Leonard o Marcus Smart porque no lo lleva en los genes. Pero un paso adelante en su rendimiento defensivo le har¨ªa ganar una nueva dimensi¨®n como estrella y puede que sus compa?eros fuesen detr¨¢s de ¨¦l. Al fin y al cabo, es el l¨ªder del equipo y tiene que dar ejemplo. Incluso en las situaciones menos beneficiosas para ¨¦l.