?Primera ronda a cinco partidos? Un retroceso mirando al futuro
La crisis del coronavirus va a obligar a la NBA a replantearse formato y calendario para acabar la temporada. Una opci¨®n es el regreso a una primera ronda m¨¢s corta.
Ahora mismo todo es especulaci¨®n. En realidad, poco m¨¢s podemos hacer. A muchos aficionados les falta tiempo para ver partidos y ahora no hay partidos cuando lo que les sobra es tiempo. La crisis del coronavirus provoca paradojas y un estado de excepci¨®n de cuya duraci¨®n y eficacia depender¨¢ qu¨¦ y c¨®mo habr¨¢ por delante. Para todo: tambi¨¦n para la NBA.
Es imposible, por lo tanto, saber cu¨¢ndo y c¨®mo volver¨¢ la temporada 2019-20... si es que vuelve. Lo ideal ser¨ªa que as¨ª fuera. Por la liga y sus aficionados y, sobre todo, porque significar¨ªa que todo vuelve a ir lo suficientemente bien. Pero lo que parece claro es que si la NBA regresa lo har¨¢ con f¨®rmulas creativas para ajustar su calendario y su formato. Y eso incluye esa sugerencia cada vez en voz m¨¢s alta de que puede haber una evoluci¨®n hacia una NBA que comienza en Navidad y acaba en agosto. El asunto es claro: las televisiones ya no ven el verano con tan malos ojos como antes y la liga prefiere apartar de su camino todo rastro de football: NFL, NCAA...
Otro asunto que puede que veamos, con el objetivo de ganar tiempo y flexibilidad, es un regreso de la primera ronda a cinco partidos. Y puede que a la fuerza la NBA recupere algo que era francamente mejor que las series a siete partidos tambi¨¦n en la primera eliminatoria, donde las diferencias entre los equipos son muchas veces muy grandes y el factor sorpresa se reduce lo suficiente para restar drama a las dos primeras semanas de playoffs. A cambio, m¨¢s partidos implican m¨¢s entradas vendidas y m¨¢s dinero de las televisiones y la liga, al fin y al cabo, prefiere que avancen los mejores equipos y que estos, muchas veces de grandes mercados y casi siempre con grandes estrellas, se vean las caras en las rondas finales. En ese nivel, la primera ronda a siete funciona. Pero, en cambio, las eliminatorias a cinco partidos tienen m¨¢s emoci¨®n, menos carga f¨ªsica para los jugadores y menos necesidad de fechas de calendario.
Hasta 1983 la primera serie fue al mejor de tres partidos. Al a?o siguiente se pas¨® a cinco hasta 2003, cuando se unificaron todas las eliminatorias al mejor de siete. Seg¨²n un estudio de Harvard de la d¨¦cada anterior y la posterior al cambio, el equipo con peor ranking ca¨ªa eliminado un 77% de las veces a cinco por un 81% a siete. Una diferencia no tan real como psicol¨®gica: aunque acaba pasando el mejor clasificado, un 1-1 o un 1-2 adquieren una dimensi¨®n mucho m¨¢s intensa si el final est¨¢ m¨¢s cerca. A siete, a los aficionados les cuesta mucho m¨¢s creer en una posible sorpresa.
Con la primera ronda a siete solo tres veces, por ejemplo, un octavo ha eliminado a un primero (desde 2003). La primera y m¨¢s recordada, la de los Warriors del We Believe, que pudieron con los Mavericks (2-4) en 2007. En Oakland, los locos bajitos de Don Nelson atacaron como un enjambre de avispas a un acorazado que hab¨ªa jugado las Finales un a?o antes y que hab¨ªa ganado, con Dirk Nowitzki a los mandos, 67 partidos... que pudieron ser m¨¢s porque los Mavs acabaron la temporada 6-4 mientras daban descanso a sus jugadores principales. Los Warriors, con 42 victorias (25 menos) se sublevaron en una serie de leyenda. M¨¢s de la que tuvo en 2011 el triunfo de los Grizzlies (2-4) ante unos Spurs que ya hab¨ªan flojeado en el final de temporada y, un a?o despu¨¦s, el triunfo de los Sixers contra unos Bulls que perdieron en el primer partido a Derrick Rose (su tr¨¢gica primera lesi¨®n de rodilla) y en el tercero a Joakim Noah.
A cinco partidos, la NBA escribi¨® p¨¢ginas hist¨®ricas como el triunfo de unos divertidos e imperfectos Nets ante los tremendos Sixers de Moses Malone y Julius Erving (2-3: cinco victorias a domicilio en la serie) o el de los Rockets (esta vez Malone en el lado ganador) contra los Lakers en 1981, el a?o en el que colaps¨® en L.A. la relaci¨®n entre Magic Johnson y Norm Nixon, su primer compa?ero de backcourt. Y dos triunfos del octavo ante el primero para el recuerdo. En 1999, a?o de lockout radical (con la inestabilidad que eso dio a la clasificaci¨®n), los Knicks pudieron con los Heat en un duelo que por entonces era de una rivalidad feroz y con un quinto partido legendario de un Patrick Ewing que jug¨® lesionado. Los Knicks, despu¨¦s, eliminaron a los Hawks y los Pacers y jugaron las Finales, donde perdieron contra los Spurs, que ganaron su primer anillo.
Y, claro, la hist¨®rica serie Sonics-Nuggets de 1994, la primera vez que un octavo eliminaba a un primero y una eliminatoria en la que los de las Rocosas remontaron un 2-0 y ganaron el quinto fuera de su pista, en Seattle y con un Mutombo colosal (m¨¢s de 6 tapones de media por partido) sujetando el bal¨®n con gesto incr¨¦dulo cuando se consum¨® la gesta. Una imagen que es historia de los playoffs y en la que los Nuggets superaron a un rival que hab¨ªa ganado 21 partidos m¨¢s (63 por 42) con un triunfo final en una pista en la que los Sonics solo hab¨ªan perdido cuatro partidos en toda la Regular Season.
Eso, esa emoci¨®n m¨¢xima desde la parrilla de salida, podr¨ªa regresar con las eliminatorias de primera ronda a cinco partidos. ?Lo veremos antes de verano? Ojal¨¢, ser¨ªa una excelente se?al en todos los sentidos...