Ni rastro de Paul George
El alero ha pasado de cuajar la mejor temporada de su carrera a hundirse en una espiral de lesiones y mal juego de la que no consigue escapar. Los playoffs, la gran duda.
?D¨®nde est¨¢ Paul George? Es la pregunta que muchos se hacen durante el curso baloncest¨ªstico 2019-20, uno de los m¨¢s movidos e interesantes de la historia reciente, lleno de cambios estrat¨¦gicos de equipos y jugadores durante un mercado veraniego que reinici¨® muchas carreras, dio nuevas oportunidades y permiti¨® que algunos de los grandes nombres de la NBA iniciaran nuevas aventuras, prometedoras para algunos, con dudas para otros, pero in¨¦ditas al fin y al cabo. La decisi¨®n de Kevin Durant, la anunciada marcha de Irving de los Celtics o la llegada de Anthony Davis a los Lakers fueron algunos de los movimientos que incendiaron la estaci¨®n estival, provocando que el calor aumentara m¨¢s all¨¢ de lo que ya suele ser habitual en estas fechas.?
Entre tanto gallo y tanto ego, pocos se percataron de que Paul George tambi¨¦n cambiaba de aires. Mejor dicho, todos lo hicimos, pero ninguno le dio la importancia suficiente. No porque no fuera una de las grandes estrellas de la Liga, m¨¢s bien porque lo hac¨ªa al lado de la cada vez m¨¢s alargada sombra de Kawhi Leonard, cuyo sainete, una vez cerrado el de Davis, cop¨® rumores desde que acabaron las Finales hasta que tom¨® la sorpresiva decisi¨®n de recalar en los Clippers. Todo esto despu¨¦s de marear a Lakers y Raptors, dos franquicias, especialmente la primera, que no acabaron especialmente contentas con la cada vez m¨¢s cuestionada actitud (debate del load managment incluido) del que probablemente en abril vuelva a ser el mejor jugador del mundo.?
Leonard, que de tonto no tiene un pelo, pidi¨®, o m¨¢s bien exigi¨® a los Clippers que ficharan a George si quer¨ªan hacerse con sus servicios. Estos, sol¨ªcitos, aceptaron y finalmente Kawhi recal¨® en Los ?ngeles, aunque no en los Lakers, franquicia en la que los rumores le han situado (al igual que a George) continuamente desde su llegada a la Liga debido a sus ra¨ªces californianas. Junto a ¨¦l llegaba George. Por un lado,?para ser el lugarteniente de una estrella adimensional como Kawhi despu¨¦s de estar parcialmente a la sombra (sobre todo en el primer a?o) de Westbrook en OKC.
Por otro y aunque aceptaba ese rol de manera definitiva, lo hac¨ªa en un lugar donde ser¨ªa favorito al anillo y despu¨¦s de cuajar la mejor temporada de su carrera, la del a?o pasado, en la que se fue a los 28 puntos (m¨¢ximo de su carrera), 8,2 rebotes (m¨¢ximo de su carrera), 4,1 asistencias (igualando el m¨¢ximo de su carrera) y 2,2 robos (m¨¢ximo de su carrera y l¨ªder de la NBA en este apartado). George lanz¨® durante el curso con un 44% en tiros de campo y un espectacular 39% en triples, disput¨® 37 minutos por noche, hizo 7 partidos por encima de los 40 puntos, 25 por encima de los 30, 24 dobles-dobles y 1 triple-doble. N¨²meros excelsos que le llevaron al Mejor Quinteto de la temporada y al Mejor Quinteto defensivo, una rareza a la que nos acostumbramos en la ¨¦poca de Michael Jordan pero que solo hemos visto con Kobe Bryant y Tim Duncan en los ¨²ltimos 20 a?os, al margen de la etapa de LeBron en los Heat, la mejor de su carrera defensivamente hablando.?
Precisamente por el nivel mostrado hace unos meses, cuando qued¨® tercero en la votaci¨®n para el MVP es tan raro que George est¨¦ ahora donde est¨¢. No por la franquicia en la que se encuentra, sino por el nivel que est¨¢ mostrando y la ristra de obst¨¢culos que est¨¢ teniendo que superar para llegar a su mejor nivel, ese que ahora mismo parece lejano.
Los Clippers, Kawhi y las dificultades
Toda crisis tiene su explicaci¨®n y la de George en particular est¨¢ llena de ellas. Por un lado, el alero se someti¨® a una cirug¨ªa en sus dos hombros, aunque aunque la intervenci¨®n m¨¢s grave fue en el desgarro parcial que ten¨ªa en el tend¨®n del derecho, algo que le dejaba fuera de pretemporada y que no le permitir¨ªa debutar hasta el 14 de noviembre en una derrota ante los Pelicans en la que acabar¨ªa con 33 puntos y 9 rebotes, un debut magistral cuyas buenas sensaciones se prolongar¨ªan hasta el duelo siguiente, con 37 puntos y victoria (por 49) ante los Hawks. Fue un mero espejismo que adem¨¢s no cont¨® con la presencia de Kawhi, con el que no coincidi¨®, load managment mediante, hasta el d¨ªa 20 contra los Celtics.
Ah¨ª fue donde se empezaron a poner en evidencia las dificultades t¨¢cticas que se pueden plantear con Kawhi y George en pista. Siempre hay una estrella que domina por encima de la otra y en esta ocasi¨®n la voz cantante la lleva Leonard, que por carrera y talento era y es, mejor que su compa?ero y por lo tanto el jugador franquicia de los Clippers. George por su parte, se tendr¨¢ que adaptar a un esquema en el que Doc Rivers intenta buscarle hueco y tiene que acostumbrarse a lanzar menos (17 tiros por partido, cuatro menos que el a?o pasado) y rebotear menos (6,2, dos menos), en una estad¨ªstica que se tiene que repartir con Zubac, Harrell y el propio Kawhi. Adem¨¢s, tiene que dar un paso adelante en la distribuci¨®n en una plantilla que carece de un creador. Da 4 asistencias por partido, pero al tener m¨¢s responsabilidades en este aspecto comete 3,1 p¨¦rdidas, la segunda peor cifra de su carrera.?
Sin embargo, es la irregularidad de George y sus problemas f¨ªsicos lo que m¨¢s preocupa.Solo ha disputado 33 de los 54 encuentros posibles en los que ha alternado grandes actuaciones con otras muy pobres, sobre todo en el tiro, donde promedia menos de un 43%, su peor cifra en las ¨²ltimas 4 temporadas. 4 de 15 contra los Rockets despu¨¦s de endosar 25 puntos a los Celtics, 2 de 11 con 1 de 5 en triples contra los Spurs tras firmar 22 tantos ante los Grizzlies, 3 de 14 contra los Raptors entre los 36 que consigui¨® contra la gran defensa de Indiana y los 46 con un espectacular 17 de 31 a los que lleg¨® ante los Wolves...
Son situaciones que no han dejado de repetirse. A finales de diciembre, anot¨® 34 puntos contra Houston con un incre¨ªble 12 de 23 en tiros de campo y 6 de 12 en triples para hundirse al d¨ªa siguiente en San Antonio (4 de 11 y 0 de 4). Ah¨ª empez¨® una racha de 5 partidos en los que promedi¨® 16,5 puntos con un 30% en tiros antes de lesionarse y jugar tan solo 1 de los siguientes 11 encuentros. Retorn¨® con un pobre 2 de 10 ante los kings, y se ha vuelto a hundir ante los Sixers (3 de 15) tras cuajar un m¨¢s que aceptable partido en Cleveland, donde finaliz¨® con 8 de 12 en tiros de campo y 5 de 8 en triples.?
El objetivo se juega en abril
Es obvio que algo pasa con Paul George. El alero nunca ha sido especialmente regular, pero est¨¢ llevando al extremo ese defecto en su nuevo equipo, en el que no termina de encajar. Eso s¨ª, la ofensiva de su equipo mejora con ¨¦l en pista, pasando de 112 de offensive rating a 115, aunque su influencia en defensa (107 de rating en ese lado de la pista con o sin ¨¦l) todav¨ªa no se est¨¦ notando. Eso s¨ª, la buena noticia es que, generalmente, la din¨¢mica de la estrella era descendente y sol¨ªa hacer buenas temporadas regulares antes de estrellarse en playoffs, a los que casi siempre llegaba con alg¨²n tipo de molestia f¨ªsica que le imped¨ªa rendir a su m¨¢ximo nivel.?
Este a?o las tornas parecen haber cambiado. La din¨¢mica ascendente todav¨ªa no se ha visto y la progresi¨®n es inexistente, pues lo que reina ahora en el juego del ex de los Pacers es una profunda irregularidad. Sin embargo, puede venirle bien no ser tan protagonista durante la regular season y reservar lo mejor de su juego para los playoffs, algo que estar¨ªa muy en consonancia con Kawhi y que Doc Rivers, un t¨¦cnico que sabe sacar todo el jugo a su plantilla, puede utilizar a su favor. George est¨¢ en 22,3 puntos por partido (6 menos que el a?o pasado), pero ser¨¢ en playoffs donde deber¨¢ demostrar que es ¨²til a sus compa?eros y dar un paso adelante en defensa, en la que los emparejamientos y la cantidad de esfuerzo que libere a Kawhi pueden ser claves para el devenir de una eliminatoria.?
En los playoffs es donde se jugar¨¢n todo los Clippers. Kawhi, el hombre llamado a instaurar una nueva era en la NBA y George, aquel que pas¨® de ser jugador franquicia a gregario de lujo. Ah¨ª veremos si el load managment y otros debates tantas veces irrisorios dan la raz¨®n a los angelinos y, sobre todo, si el californiano consigue ese anillo tan esquivo que se le ha negado desde que lleg¨® a la Liga, hace ya una d¨¦cada. Desde luego, estando donde est¨¢ va a tener muchas m¨¢s posibilidades de ganarlo que en cualquier otro sitio. Aparentemente. Todo lo dem¨¢s, lo resolver¨¢ el tiempo.