Derrotas, broncas, peticiones de traspaso... los Kings, a la deriva
Una temporada de mucha ambici¨®n va camino de ser otro desastre para unos Kings que est¨¢n cerca del r¨¦cord total de temporadas seguidas fuera de los playoffs.
Sacramento Kings. Un nombre que se suele usar como ejemplo cuando se habla de franquicias disfuncionales, desestructuradas y b¨¢sicamente c¨®micas: perdedoras. Un equipo de mercado peque?o en California, castigo divino donde a la alargada sombra de los Lakers se ha sumado, en los ¨²ltimos a?os, la explosi¨®n del fen¨®meno Silicon Valley y el traslado a San Francisco en los Warriors y la transformaci¨®n de los Clippers con el cambio cultural (y la lluvia de dinero) que trajo Steve Ballmer. Sacramento Kings, que sigue acord¨¢ndose de las Finales que casi, casi jugaron en 2002, cuando perdieron en siete partidos con los Lakers en una de las mejores series de playoffs de la historia. Sacramento Kings, cuya mayor alegr¨ªa en lustros ha sido asegurar su continuidad en la ciudad, uno de los targets m¨¢s claros de los que piensan en fruct¨ªferas recolocaciones (Seattle siempre a la cabeza). Sacramento Kings, una prueba viviente de que perder todos los a?os no garantiza, si los despachos son el camarote de los hermanos Marx, amasar talento joven y abrir nuevos caminos. Las selecciones constantes de loter¨ªa de la franquicia son una galer¨ªa de los horrores coronada por los siete a?os perdidos sin haber qu¨¦ hacer con DeMarcus Cousin.
Despu¨¦s de una prometedora temporada 2018-19, 39 victorias (39-46) con una rotaci¨®n ponderada (contando roles y minutos) de apenas 24,3 a?os de edad media (solo los Nuggets mezclaron mejor juventud y victorias), este ten¨ªa que ser el curso del salto adelante. Llegaron veteranos con contratos lujosos (Dedmon 40 millones por tres a?os, Ariza, 25x3, Joseph 37x3) para apuntalar esa base joven (De'Aaron Fox, Marvin Bagley, ?Harry Giles?) y no tan joven (Buddy Hield y Bogdan Bogdanovic tienen ya 27 a?os) que parec¨ªa tener la llave del esquivo regreso a la relevancia. En movimientos cuestionables pero al menos ambiciosos, se asegur¨® tambi¨¦n la continuidad de Hield (94 millones por cuatro a?os de extensi¨®n rookie) y Harrison Barnes (nuevo contrato de 85x4) y se apost¨® con otro acuerdo por cuatro temporadas por un Luke Walton del que nadie sab¨ªa muy bien nada como entrenador tras su extra?o paso por los Lakers, pero que no hab¨ªa agotado todav¨ªa el aura de personalidad de futuro que hab¨ªa amasado a las ¨®rdenes de Kerr en los Warriors.
Brotes verdes que no lo era tanto
Para colmo, el Oeste es menos salvaje m¨¢s all¨¢ de su zona noble y apunta a que dos puestos para playoffs, como m¨ªnimo uno con toda seguridad, van a salir baratos. Miel sobre hojuelas. Y, sin embargo, los Kings no est¨¢n ah¨ª: 12-19 despu¨¦s de cinco derrotas seguidas, tres contra Hornets, Grizzlies y unos Timberwolves que ganaron en Sacramento despu¨¦s de once derrotas seguidas y sin Karl-Anthony Towns. Un 38,7% de triunfos, a ritmo de quedarse ligeramente por encima de las 30, sin un estilo de juego definido, con lesiones constantes en jugadores clave y unos problemas de vestuario que empiezan a airearse sin pudor en un equipo que hace campa?a para llevar al All Star de Chicago a Fox, Bagley (elegido por delante de Luka Doncic en el draft 2018), Barnes y Hield y se olvida, una paradoja, de Richaun Holmes, un obrero sin glamour que ha sido, sin embargo, el mejor jugador de los Kings en lo que va de temporada y despu¨¦s de firmar por dos a?os y solo 9,7 millones. Al menos el m¨¢s estable, el p¨ªvot promedia 12,6 puntos y 8,8 rebotes con una actitud de la que bien podr¨ªan aprender algunos de sus compa?eros con (se supone) mucho m¨¢s talento.
Casi todo va mal, pero conviene recordar las se?ales de alarma que dej¨® m¨¢s all¨¢ de las buenas sensaciones y los obvios brotes verdes la temporada pasada: los Kings fueron una revelaci¨®n en el primer tramo de curso pero se hundieron despu¨¦s del All Star (9-16) y fueron incapaces de colarse en playoffs aunque los Lakers se hab¨ªan borrado ya tras la lesi¨®n de LeBron James y los Clippers planificaban el futuro con la salida de Tobias Harris. Despu¨¦s de apostar fuerte por Harrison Barnes en el mercado invernal, los Kings se desfondaron con la sensaci¨®n de que a los rivales les bastaba con correr r¨¢pido para atr¨¢s y frenar sus transiciones. Mal en cinco contra cinco y muy mal en defensa, los ¨²ltimos meses de Dave Joerger en el banquillo fueron m¨¢s una cuesti¨®n de su mala relaci¨®n con la plantilla y, por extensi¨®n, con un Vlade Divac que tambi¨¦n firm¨® una nuevo acuerdo por cuatro a?os y que vuelve a estar en la picota, donde b¨¢sicamente vive instalado. Los Kings, ahora est¨¢ padeciendo la suerte contraria, contaron con 82 partidos de Hield, 81 de Fox y Cauley-Stein, 77 de Bjeli?a, 70 de Bogdanovic... pero no amarraron los playoffs ni con el billete en oferta.
Enfado, quejas, cr¨ªticas, derrotas....
Ahora, repito, est¨¢n 12-19 despu¨¦s de arrancar con cinco derrotas seguidas y enlazar ahora otras tantas. El ataque es el octavo peor de la NBA, la defensa tambi¨¦n est¨¢ en la mitad mala (16?) y el net rating es -2,6. Luke Walton ha convertido un equipo pensado para correr (el tercero m¨¢s r¨¢pido de la NBA la temporada pasada: 103,8 de pace) en el m¨¢s lento: 97,2. Fox se ha vuelto a lesionar y solo ha jugado 14 partidos. Bagley acababa de volver y tambi¨¦n vuelve a ser baja en una temporada en la que solo ha disputado 9 encuentros. La pareja joven (22 y 20 a?os) que tiene que ser la base de los pr¨®ximos Kings (y con cuyos contratos rookies habr¨¢ que tomar decisiones en un futuro nada lejano) no ha tenido continuidad ni presencia en un equipo que, curiosamente, ha sido especialmente competitivo solo cuando ambos han estado fuera. Fox se ha quejado del ritmo lento de juego, Bagley de su rol, Dedmon (que ya no cuenta) ha pedido el traspaso, Bogdanovic piensa en un futuro en otra parte a partir de la pr¨®xima temporada y Hield ha reconocido p¨²blicamente su desencuentro con el cuepo t¨¦nico: "Est¨¢n en un punto en el que han dejado de creer en los jugadores, eso es as¨ª".
Walton lleg¨® con la vitola de, supuestamente, entrenador de jugadores. Su balance en tres a?os en los Lakers fue 98-148, el mismo de Joerger en los Kings, el ¨²nico entrenador que ha estado tres cursos completos en la franquicia desde la salida de Rick Adelman en 2006. Walton es el d¨¦cimo t¨¦cnico desde entonces y se est¨¢ encontrando con algunos de los mismos problemas que no supo solucionar su predecesor: Bagley y Hield no defienden y el cuerpo le pide sentarlos mientras que la franquicia quiere que jueguen. Los Kings han competido mejor en los ¨²ltimos partidos con quintetos en los que estaban Ariza, Joseph, Holmes y Bjeli?a. Pan (tampoco mucho) para hoy y hambre a paladas para ma?ana. A Joerger le impusieron, pr¨¢cticamente, la titularidad de Bagley cuando a ¨¦l le gustaba jugar con Bjeli?a. Y tambi¨¦n tuvo problemas con un Hield que sigue sin defender y que en la racha de cinco derrotas, para colmo, promedia 11,2 puntos con un 26% en tiros y un horrible 23,4% en triples. Su gran arma (11/47 en esos cinco encuentros). Walton ha empezado a sentarle muchos minutos de los ¨²ltimos cuartos, cansado de sus desconexiones en defensa. La gota que colm¨® el vaso, y el tiempo en pista desde entonces as¨ª lo demuestra, fue su despiste en la marca de Belinelli que llev¨® a la pr¨®rroga en la derrota ante los Spurs del 6 de diciembre. Hield tambi¨¦n se ha dado cuenta y en lugar de empezar a defender ha optado por enfadarse. Y por no meter ni un tiro, lo que no ayuda demasiado a su causa.
Los Kings han tenido muy poco a Fox, que el a?o pasado rompi¨® tras una no muy brillante temporada rookie y apunta a gran estrella. Y tienen que correr m¨¢s. Todo eso es obvio, tambi¨¦n que no pueden ir a ninguna parte si no atacan mejor en est¨¢tico y no defienden m¨¢s. Y si Hield tira peor que en toda su carrera y Harrison Barnes est¨¢ en sus peores n¨²meros desde la l¨ªnea de tres. Son dos jugadores que firmaron contratos por casi 180 millones de d¨®lares el pasado verano. Luke Walton todav¨ªa no ha definido un estilo, ni una forma de jugar ni una rotaci¨®n m¨¢s o menos estable. Solo el citado Richaun Holmes y tal vez Bogdanovic y Bjeli?a est¨¢n jugando a un nivel igual o mejor que el de la pasada temporada. igual o mejor que lo que pod¨ªan esperar los King en una proyecci¨®n simplemente l¨®gica de este curso 2019-20 en el que, eso s¨ª, todo est¨¢ por hacer: el Oeste est¨¢ tan raro m¨¢s all¨¢ del sexto puesto que siguen, a pesar de los pesares, a un partido y medio del octavo puesto. Y de los playoffs.
Los playoffs: ning¨²n equipo lleva tanto sin jugarlos como los Kings, que acumulan 13 a?os seguidos fuera. Desde 2006, cuando acab¨® la relaci¨®n con Adelman despu¨¦s de dos eliminaciones en primera ronda. Desde entonces, ni una temporada en el 50% de victorias y ocho con menos de 30 totales. Los Wolves rompieron un maleficio similar hace dos a?os (2005-17) y ahora son los Kings los que ven cerca el r¨¦cord total de temporadas seguidas sin playoffs, las 15 de los Clippers 1977-91. Un desastre para un equipo que siempre se meti¨® en las eliminatorias con Adelman y que desde su salida no ha tenido ni proyecto ni identidad ni coherencia en sus decisiones. El propietario Vivek Ranadive se apoya con una confianza ciega (y dif¨ªcil de explicar) en un Divac eternamente cuestionado y los Kings, salvo correcci¨®n a partir de ahora, parecen estar ante otra temporada calamitosa en la que, adem¨¢s, acabar¨ªa sepultado el cr¨¦dito y el impulso amasados en la pasada. Otro desastre.