Palo para los Celtics: Gordon Hayward se fractura una mano
Exhibici¨®n amarga para los de Brad Stevens en San Antonio. En su mejor momento desde su grave lesi¨®n en 2017, Hayward vuelve a quedarse fuera del equipo.
Despu¨¦s de siete temporadas en los Jazz, Gordon Hayward (all star en 2017, la ¨²ltima de ellas) firm¨® por los Celtics. Cuatro a?os de contrato m¨¢ximo (unos 127 millones) en el ensamblaje de un proyecto muy ambicioso de Danny Ainge que est¨¢ ahora en pleno remiendo. En parte por la mala suerte que est¨¢ teniendo el propio Hayward, que cumple 30 a?os en marzo y que solo jug¨® seis minutos de su primera temporada en Boston. Una grav¨ªsima lesi¨®n lo apart¨® ese curso y lo tuvo busc¨¢ndose a s¨ª mismo el pasado entre rumores, en un equipo que sac¨® un cero en qu¨ªmica, de que a Jayson Tatum y Jaylen Brown les hac¨ªa muy poca gracia el inter¨¦s de Brad Stevens por recuperar a toda costa (con la gesti¨®n de minutos, se entiende) al alero.
En esta nueva temporada, la de la reparaci¨®n colectiva del vestuario tras la salida de Kyrie Irving y la llegada de Kemba Walker, Hayward estaba demostrando que la lesi¨®n quedaba ya atr¨¢s, muy lejos: 20,3 puntos (tercero del equipo), 7,9 rebotes (primero) y 4,6 asistencias (segundo) para un jugador que, en su mejor versi¨®n, anota, dirige y da cohesi¨®n al juego con su facilidad para enlazar el juego exterior (donde los Celtics van cortos de rotaci¨®n) y el interior. En un momento excelente para ¨¦l y su equipo, que estaba pasando el rodillo por San Antonio (50-64 a 90 segundos del descanso), Hayward choc¨® contra un bloqueo que no vio de LaMarcus Aldridge y se fractur¨® la mano izquierda. Una lesi¨®n que supone un golpe tremendo para ¨¦l y para un equipo que acab¨® ganando (115-135), primer triunfo en pista de los Spurs desde 2011, y que suma siete victorias seguidas y lidera el Este tras perder su primer partido. Exactamente el mismo camino que los Lakers, su viejo y eterno rival, en el Oeste. Pero en pleno (y justificado) ataque de euforia, a los Celtics les ha ca¨ªdo esta lesi¨®n como un jarro de agua fr¨ªa.
Hayward consultar¨¢ ma?ana con un especialista para saber si tiene que pasar por el quir¨®fano y si su lesi¨®n se mide en meses... y cu¨¢ntos. Un golpe para unos Celtics que (39 puntos en el primer cuarto y 72 en el segundo) estaban dejando una sensaci¨®n excelente, con su circulaci¨®n sedosa, en un partido del que Gregg Popovich ya se hab¨ªa hartado muy pronto: al poco de empezar cambi¨® a todo su quinteto y despu¨¦s hablar de falta de "agresividad" y de "nulo nivel f¨ªsico" de su equipo, que tras empezar 3-0 est¨¢ ya 5-4.
Tatum (19 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias), Brown (20+7+3) y Kemba Walker (26+5+8) lideraron la carga, bien acompa?ados por un Marcus Smart que tendr¨¢ todav¨ªa m¨¢s protagonismo a partir de ahora y un Robert Williams que (11 puntos, 7 rebotes y 6 tapones) fue el ancla en las zonas en la que los Celtics todav¨ªa creen que puede convertirse de forma fiable. Pero la noche, que apuntaba a triunfal, acab¨® torcida por la lesi¨®n de Hayward, un golpe que no es comparable al del primer partido de la temporada 2017-18, en Cleveland, pero que pilla con la guardia baja y una sonrisa de oreja a oreja a un equipo en despegue y a un jugador de nuevo en su mejor nivel. Lo bueno, que la temporada es larga y que Hayward deber¨ªa volver con margen de sobra para coger ritmo de cara a unos playoffs que, en el Oeste, los Spurs se tendr¨¢n que trabajar mucho, como el curso pasado. Ya no les sobra nada aunque ma?ana se espera m¨¢s de ellos en la que ser¨¢, ante los Grizzlies, la noche de la retirada de camiseta de Tony Parker.