Es posible: los Warriors pueden quedarse fuera de los playoffs

Son solo dos partidos, la primera vez en diez a?os (desde que Stephen Curry era rookie, precisamente) que los Warriors comienzan 0-2 una temporada, pero no son tanto las derrotas (ante Clippers y Thunder) como las sensaciones, que alargan la sombra de unos problemas que parecen m¨¢s estructurales que coyunturales y que ya asomaron en una pretemporada catastr¨®fica para el que ha sido en el ¨²ltimo lustro el mejor equipo de la NBA y uno de los mejores de la historia del baloncesto. Pero ahora el nivel del desastre ha sido tal que ya se puede plantear una pregunta que hace unos meses habr¨ªa parecido una broma: ?pueden quedares los Warriors fuera de los playoffs 2020?

Y la respuesta es s¨ª. No es cuesti¨®n de que vayan a quedarse o de que tengan todas las papeletas para que les sucede. Se trata de entender que este puede no ser uno de los ocho mejores del Oeste esta temporada. Es as¨ª de sencillo. Del mismo modo que en el arranque de la temporada 2018-19 parec¨ªa imposible imaginar unos playoffs sin LeBron james... y los hubo. Hay (?hab¨ªa?) un escenario en el que los Warriors pod¨ªan seguir siendo considerados candidatos al anillo, si bien ya no de consenso. Uno en el que Klay Thompson volv¨ªa ante de los playoffs (y a pleno rendimiento) y en el que D¡¯Angelo Russell se establec¨ªa definitivamente como uno de los mejores guards j¨®venes de la NBA. Pero por ahora estamos mucho m¨¢s cerca del escenario contrario, el que sacar¨ªa de playoffs al equipo que ha firmado el mejor lustro de la historia de la NBA: 322-88, un 78,5% de victorias entre 2014 y 2019, el periodo con Steve Kerr como entrenador. Un tramo saldado con cinco visitas a las Finales, tres anillos, la primera Regular Season en 73-9 y los primeros playoffs en 16-1.

Ahora, despu¨¦s de dos partidos, los Warriors no han ido en ning¨²n momento por delante en el marcador. Ni durante un segundo. Perdieron 122-141 contra unos Clippers que ganaban 87-111 despu¨¦s de tres cuartos. Y cayeron 120-90 en Oklahoma City, donde los Thunder dominaban 70-37 al descanso. Los Clippers firmaron un 62% en tiros de campo y un 56% en triples. Los Thunder, un 56 y un 47%, con un incre¨ªble 83% cerca del aro, donde no encontraron resistencia. Los Warriors tienen el peor rating defensivo (124,3), siete puntos peor que el de los Hornets (117,3). Son el equipo que mejores porcentajes permite (59%) y tienen, adem¨¢s, tambi¨¦n el s¨¦ptimo peor ataque. La muestra es insignificante por ser de solo de dos partidos pero importante si se piensa hasta qu¨¦ punto profundiza en los principales problemas que se les pod¨ªa presuponer a unos Warriors que quiz¨¢ no recuperen a Klay Thompson en toda la temporada y que se quedaron en verano sin Kevin Durant, Andre iguodala, Shaun Livingston, DeMarcus Cousins, Quinn Cook...

Una plantilla transformada... y muy empeorada

Entre 2017 y 2018, los Warriors mantuvieron doce jugadores que hab¨ªan acumulado el 89% de los minutos totales en pista del equipo la temporada anterior. Ahora, esa cifra ha bajado a seis jugadores y un 49% de los minutos, que son cinco y 35 si se descuenta al lesionado Klay. Se trata de un equipo, por lo tanto, de expectativas rebajadas pero tambi¨¦n muy nuevo, y al que las lesiones han sacudido en lo que deber¨ªa ser la primera l¨ªnea de rotaci¨®n durante el proceso de cocci¨®n de la nueva rotaci¨®n. Un tobillo tiene parado a Alec Burks, un buen alero (en ataque, no en defensa) con experiencia y calidad, que desde luego mejor lo que tiene ahora mismo Kerr a su disposici¨®n en ese puesto. Y Kevon Looney, ya con galones de veterano y un jugador llamado a ser fundamental en defensa, volvi¨® ante los Clippers tras perderse la pretemporada por una lesi¨®n muscular... y solo pudo jugar unos minutos. Lo peor es que no fue una reca¨ªda al uso sino que Kerr confirm¨® que el p¨ªvot sufre una neuropat¨ªa que requerir¨¢ el an¨¢lisis de especialista. Willie Cauley-Stein, llamado a ser el p¨ªvot suplente y jugador con unas muy buenas facultades que no explot¨® en Sacramento Kings, tambi¨¦n est¨¢ de baja desde pretemporada por una lesi¨®n en un pie.

Una de las cosas que pod¨ªa mandar al infierno la temporada de unos Warriors m¨¢s finos que nunca (en los ¨²ltimos a?os) en la rotaci¨®n eran las lesiones. Y estas est¨¢n provocando que falten las pocas piezas complementarias de cierto nivel para Stephen Curry, Draymond Green y un D¡¯Angelo Russell cuyo estreno en la Bah¨ªa ha sido (expulsado ante los Thunder) cualquier cosa menos prometedor. En algunos momentos los Warriors han tenido en pista quintetos formados por, por ejemplo, Jordan Poole, Jacob Evans, Damion Lee, Eric Paschall y Omari Spellman, p¨ªvot del que los Hawks se cansaron solo un a?o despu¨¦s de draftearlo por sus recurrentes problemas con la b¨¢scula. Un lote de jugadores j¨®venes que parece, m¨¢s bien y por ahora, un quinteto de G-League.

Finalmente, los Warriors tuvieron que recurrir a jugadores como Marquese Chriss (n¨²mero 8 del draft de 2016), que ejerci¨® de p¨ªvot titular en OKC cuando ni es p¨ªvot ni ha demostrado trazos de jugador titular en su por ahora muy decepcionante etapa NBA. La llegada del equipo al hard cap (138,9 millones), el l¨ªmite salarial imposible de sortear sin excepciones y en el que incurrieron con la llegada v¨ªa sign and trade de Russell, oblig¨® a los Warriors a completar su roster con muchas decisiones de emergencia. Con 119 millones invertidos en Curry, Klay, Green y Russell, y ante un panorama nada halag¨¹e?o por culpa de la fat¨ªdica lesi¨®n del segundo en las pasadas Finales, los Warriors optaron por ser pr¨¢cticos y abaratar costes: ir¨¢n a solo unos 15 millones de impuesto de lujo despu¨¦s de moverse en unos 51 la pasada temporada.

No se trata de si Curry puede hacer o no una temporada monstruosa (claro que puede) o de si Dray Green tiene paciencia mientras los Warriors tratan de reconstruir algo parecido a una defensa NBA m¨ªnimamente decente, el problema es m¨¢s complejo y general y afecta a un roster lleno de interrogantes y en una temporada que puede ser un punto negro del que, en todo caso, empezar¨ªa a salir la franquicia en cuanto regrese Klay Thompson. Porque, adem¨¢s, este es el curso del traslado desde el Oracle Arena al lujoso Chase Center de San Francisco, el gran plan maestro de Joe Lacob y Peter Guber cuando compraron los Warriors por 450 millones en 2010. Nueve a?os despu¨¦s, la franquicia ha financiado los 1.600 millones del nuevo pabell¨®n, una inversi¨®n totalmente privada, y ha disparado su valor hasta unos 3.500 millones, camino de ser la m¨¢s valiosa de la NBA por delante incluso de las intocables, Knicks y Lakers. Seg¨²n el periodista Tim Kawakami, el dinero entra en el Chase Center a un ritmo hist¨®rico en todo el deporte estadounidense, y los Warriors podr¨ªan tener unos ingresos de 700 millones esta temporada, algo les pondr¨ªan por delante de cualquier franquicia que no sea Dallas Cowboys (seg¨²n Forbers, unos 950 millones de ingresos en 2018). Cada partido en cada, por ejemplo, genera unos 5 millones solo en taquilla, unos 277 por persona (18.064 espectadores de capacidad total).

Un volumen de ingresos que supera ahora mismo en unos 250 o 300 millones a los que amasan anualmente Lakers y Knicks pero que necesita que los Warriors sigan siendo una de las sensaciones del deporte estadounidense. Es tal el nivel de precios y tan claro el target de p¨²blico (la nueva aristocracia de Silicon Valley) a la que se dirigen los Warriors y su Chase Center, que la maquinaria necesita que el equipo siga siendo un escaparate, un punto caliente de la vida social de San Francisco.

Los Warriors no pueden ganar ni ser el mejor equipo de la NBA todos los a?os, es obvio, pero la din¨¢mica de este inicio de temporada preocupar¨¢ a buen seguro tambi¨¦n m¨¢s arriba de la oficina de Steve Kerr, que tiene mucho trabajo para que los Warriors empiecen a defender (francamente dif¨ªcil con el personal con el que cuentan ahora mismo) y, que s¨ª parece m¨¢s factible, mejoren lo suficiente en ataque como para no dejar tantos datos atroces: el -49 total en es el peor +/- de Stephen Curry en dos partidos seguidos de Regular Season, solo superado por el -58 de los partidos 3 y 4 de las semifinales del Oeste de 2016, cuando los Thunder arrasaron a los Warriors hasta amasar un 1-3 que despu¨¦s dejaron escapar, a las puertas del primer cambio de camiseta de un Kevin Durant cuya ausencia resuena de forma estruendosa en un equipo que, eso s¨ª, tiene muchos m¨¢s problemas que la ausencia de KD. Y que podr¨ªa, si estos siguieran sin solucionarse, quedarse fuera de playoffs por primera vez desde 2012. Lo impensable... pero no lo imposible. De repente, no.