Juancho rompe el cascar¨®n

A 5:01 para el final del primer cuarto, Scariolo mand¨® al banquillo a Juancho Hernang¨®mez. Pareci¨® un castigo, pero fue una bendici¨®n. Juancho, frustrado le dio una patada a las almohadillas que estaban junto a Enri Salinas, el preparador f¨ªsico de la Selecci¨®n. Intuy¨® que estar¨ªa un buen rato sentado all¨ª. Pero esos no eran los planes de Scariolo, que se le acerc¨® para decirle algo. 31 segundos despu¨¦s, Juancho ya estaba en la pista otra vez y lo primero que hizo fue un mate tras asistencia de Llull. "Lo que quer¨ªa era darle un toque, pero corto y que ¨¦l sintiera confianza. Quedaba casi todo el partido. Pero ten¨ªa que volver con concentraci¨®n defensiva, esa era la cuesti¨®n", explic¨® Scariolo al final del partido.

Y result¨® que, al fin, Juancho rompi¨® el cascar¨®n con una espectacular serie de canastas en el tercer cuarto. Anot¨® diez de los trece primeros puntos de Espa?a en ese periodo y se sinti¨® con confianza al fin para ser importante en la Selecci¨®n. "Estoy muy contento con Juancho porque ha jugado su primer gran partido a nivel internacional. Tiene que entender de lo que es capaz y de los errores que ha cometido porque as¨ª se aprende, as¨ª se mejora y as¨ª se convertir¨¢ en jugador referente de este equipo y estar¨¢ preparado para jugar los minutos finales". En ese instante decisivo, Scariolo opt¨® por Claver sobre Gallinari despu¨¦s de que el ala-p¨ªvot ahora de Oklahoma hiciera el 52-56 con un triple en el que burl¨® la vigilancia de Juancho.

El Mundial no ha terminado para Juancho, que ya apunt¨® su enorme potencial en el Eurobasket de 2017. Jugador ambicioso, ¨¦l y sus compa?eros esperan que el partido ante Italia apenas sea el punto de partida para soltarse y, sobre todo, tener una actuaci¨®n m¨¢s regular que le permita ser un referente en el que apoyarse. Hay quien visualiza un cuarto de final contra Argentina en el que su duelo con Deck podr¨ªa resultar determinante. Tal vez quien disfrutase m¨¢s con su partido fue su familia, que vio el partido desde la grada. Los gritos de "Juancho, Juancho" cada vez que hac¨ªa una canasta en el tercer cuarto no eran casuales.