?Bilbao est¨¢ de vuelta en la ACB!
Miribilla llev¨® en volandas a los 'hombres de negro' de regreso a la ¨¦lite un a?o despu¨¦s en un partido dram¨¢tico ante el Palma, decidido por la determinaci¨®n de Schreiner y Brown.
Bilbao se tatu¨® en su esp¨ªritu alma durante los playoffs de LEB Oro un lema: "Es hora de volver". Y llam¨® con fuerza a las puertas del cielo. Era una forma de vida, una consigna emocional que interpret¨® perfectamente toda una ciudad, concentrada en 10.000 hinchas enfervorizados y 'miribillosos' en uno de los teatros m¨¢s ruidosos del baloncesto espa?ol: el Bilbao Arena. Una deuda descomunal estuvo a punto de llevar al club al cementerio de elefantes hace a?os, pero el coraz¨®n y el juego le dan la raz¨®n y lo reviven. Ha puesto su reloj a punto y pide paso entre los grandes. La penitencia ha durado solo unos meses. Adi¨®s al purgatorio. Con lo joven que es esta entidad y ya tiene dos ascensos, finales, participaciones europeas... y un p¨²blico fiel que es su gigantesco patrimonio, algo de incalculable valor.
El ascenso se jug¨® en un suspiro, 1:53, con empate a 55. Toda una temporada concentrada en esa esencia. Y con 58 segundos para acabar la final de la F4, todo segu¨ªa igual, nada estaba dicho y los nervios andaban desbordados. El reloj segu¨ªa con su labor diab¨®lica, descontando p¨¦talos, y Brown, que hab¨ªa tenido una tarde nublada, se sac¨® una penetraci¨®n para la historia ante Barber y la ayuda de Barac. Un rectificado en el aire a lo Jordan le sirvi¨® para encestar y ganarse un adicional tras la falta del p¨ªvot norteamericano. Anot¨® el extra y quedaban 50 segundos. Bivi¨¢ trat¨® de empatar en la otra parte de la canasta, pero no lo logr¨®. Y Schreiner abroch¨® el ascenso con un triplazo desde ocho metros. La apoteosis. La lectura es que al final un descenso es una bendici¨®n: ha dado victorias, comuni¨®n con la gente, todo tipo de emociones y al fin algo de positivismo, con el colof¨®n final conmovedor. Es como coger impulso para ser m¨¢s grandes.
Fue un encuentro malo ante el Palma, fren¨¦tico, eso s¨ª, con muchos nervios, lo l¨®gico en estos casos, decidido por dos jugadas de personalidad. El plan de partido cambi¨® para el Bilbao Basket con respecto al cruce previo ante el Melilla. En esa semifinal, estuvo inc¨®modo, danzando al son que marcaba Agada y muy pendiente de Dos Anjos, y en esta ocasi¨®n orden¨® tendencia desde el salto inicial, dominando y llevando las riendas, y la cosa se igual¨® en el tramo final. Tuvo un buen control defensivo sobre el juego interior balear, cerr¨¢ndose y concediendo el tiro a un Palma que no acertaba desde la lejan¨ªa: 2/14 en triples al descanso. A ese gobierno contribuyeron claramente los directores de orquesta, Salgado y un Schreiner que ha acabado la temporada justificando su fichaje. El veterano base de Santutxu meti¨® una de sus canastas que le han hecho ya un cl¨¢sico en el baloncesto espa?ol, en el ¨²ltimo segundo de posesi¨®n y desde algo m¨¢s de ocho metros: 18-8 a 2:18 para cerrar el primer cuarto. ?No te retires nunca mago! El cuadro de Alonso estaba m¨¢s engrasado en los diez primeros segundos de posesi¨®n, pero si le llevaban a ataques largos en cinco contra cinco, sufr¨ªa como un cosaco.
Nada m¨¢s volver del descanso, Guerra cometi¨® la tercera falta. Jugador referencia, donde acaba ese juego insular que arranca en ?lex Hern¨¢ndez, bastante desbordado. Momento de alarma, aunque el cinco no fue sustituido. El Bilbao empez¨® a buscarle a partir de ah¨ª para rastrear la cuarta. Los mallorquines amanecieron en la segunda parte m¨¢s activos en defensa, tratando de impedir con mayor intensidad la circulaci¨®n de bal¨®n enemiga y por eso cometieron tres faltas en dos minutos. Bivi¨¢ cogi¨® las riendas como capit¨¢n que es. En ese desaf¨ªo de a ver qui¨¦n pita m¨¢s por dentro, Larsen cometi¨® la cuarta personal, con un mundo por desarrollar a¨²n: 16:38. Seg¨²n desgranaba segundos el marcador, la tensi¨®n crec¨ªa hasta l¨ªmites inhumanos. Y en ese grado de excitaci¨®n, Brown se notaba naufragar, pero luego se demostr¨® que era un espejismo. Le robaron un bal¨®n en medio campo en un 'uno contra uno' y cometi¨® una dudosa antideportiva sobre Quintela, que anot¨® los tiros libres y acto seguido tuvo un triple para ponerse por delante despu¨¦s de mucho tiempo. Incluso en un ataque posterior dispuso el escolta lucense de un disparo a media distancia completamente solo para empatar. Si el RETAbet hab¨ªa facturado 21 puntos en su el¨¦ctrico primer cuarto, necesit¨® los dos siguientes para meter un lote igual. Solo generaba a trav¨¦s del bloqueo directo y una conexi¨®n entre pivots; le salv¨® el cuello rebote ofensivo, porque no ten¨ªa ninguna circulaci¨®n.
De repente sali¨® a la escena Barber, una sombra hasta el tramo decisivo. Con dos tiros libres y una canasta, puso a su equipo por delante: 42-44. Faltaba verticalidad en los vascos y trat¨® de hallarla Mumbr¨² con los dos bases, como en la exitosa serie ante el Palencia. Se esforz¨® por producir a partir del bloqueo directo, para alimentar al tirador o cosechar en la continuaci¨®n de los grandes. El p¨ªvot norteamericano del Iberojet segu¨ªa a lo suyo: tach¨® a Larsen por personales y empez¨® a sembrar el p¨¢nico. Demetrio era el m¨¢s decidido en coger las llaves de la puerta que conduce a la ACB. Ya se lo tiene aprendido con el Breog¨¢n, aunque aqu¨ª fue por la v¨ªa directa del t¨ªtulo. Schreiner pareci¨® recuperar el ¨¢nimo con un triple afortunado a tabla pero se le baj¨® tras una antideportiva que no lo era a Quintela, la diana ed personales importantes. Mumbr¨² se la jug¨® con peque?os, como ante el Melilla, con los bases y Brown. Este ten¨ªa el c¨®digo que descifraba el ascenso. Antes se hab¨ªa estado activando en un fondo, con carreras intensas laterales; calent¨® para no perder nervio y lo sac¨® a relucir: emboc¨® un triple important¨ªsimo (53-49). Barac empat¨® a 55 y la taquicardia dur¨® hasta ese pico del cl¨ªmax de -1:53. Hasta que el escolta norteamericano del RETAbet acab¨® con las dudas a falta de 50 segundos. Segundo ascenso. La Casilla-2004 se multiplic¨® por dos. Y la felicidad de la gente, por diez.