Brad Stevens, el 'orgullo celtic' y el ser competitivo en playoffs
El t¨¦cnico ha vuelto a dar con la tecla en la fase final y a convertir a un equipo lleno de dudas en uno muy competitivo a la hora de luchar por el campeonato.
Los Celtics lo han vuelto a hacer. Al menos de momento. Una vez m¨¢s, el equipo dirigido por Brad Stevens se ha recuperado de una temporada regular llena de dudas para convertirse en una apisonadora en playoffs. 5-0 de momento en esta fase final despu¨¦s de barrer a los Pacers en primera ronda... y de arrasar a los Bucks en Milwaukee en el primer partido de las semifinales. Un choque del que se pueden empezar a sacar conclusiones reales y que deja a los de Irving y compa?¨ªa muy reforzados en lo moral y en lo deportivo.
Todo tiene un proceso y en Boston tienen el suyo propio. Si algo ha distinguido tradicionalmente a los verdes es su capacidad para ser competitivos. La garra, la pasi¨®n y el coraz¨®n que muestran en sus partidos han sido siempre sus se?as de identidad. El famoso 'orgullo celtic'. Eso que distingui¨® a la franquicia con Bill Russell y a?os despu¨¦s con Larry Bird. Lo mismo con lo que predicaban Garnett, Pierce o Doc Rivers, grandes ejemplos de la conexi¨®n que la plantilla y muchos entrenadores han tenido siempre con los aficionados del Garden. La era que signific¨® el anillo de 2008, el primero en 22 a?os, se acab¨® con la marcha de estas figuras (de Allen antes y de Rondo despu¨¦s), y un nuevo proceso deb¨ªa iniciarse sin perder esas caracter¨ªsticas inherentes en?Massachusetts.
Cuando Brad Stevens lleg¨® a la franquicia en 2013, ven¨ªa a iniciar su propio proyecto. Danny Ainge apostaba por un entrenador joven e inteligente, pero que no ten¨ªa m¨¢s curr¨ªculum que un t¨ªtulo de Econom¨ªa y su experiencia entrenando en la Universidad Butler. Tampoco se destac¨® como jugador. Era un tiro al aire. Pero Ainge es un visionario, y sab¨ªa que para iniciar una reconstrucci¨®n no necesitaba un gran nombre en los banquillos, y que la juventud de Stevens le iba a permitir crecer con el grupo y desarrollarse e ir aprendiendo al mismo tiempo que los jugadores.
De momento, no ha ido mal. La primera temporada, en a que finalizaron con un r¨¦cord de 25-57, sirvi¨® para ir ajustando piezas. El ¨²ltimo miembro importante del anillo de 2008, Rajon Rondo, sal¨ªa del equipo. Era un movimiento cuya funcionalidad no estaba del todo clara, pero se tuvo en cuenta una cosa cuando se hizo. Una nueva hornada de j¨®venes jugadores estaba empezando a llegar al equipo gracias a las rondas del draft que la franquicia hab¨ªa conseguido cuando traspas¨® a Garnett y Pierce a los Nets. De nuevo, hay que darle cr¨¦dito a Ainge en este sentido. O quit¨¢rselo a Mija¨ªl Pr¨®jorov (due?o de Brooklyn). Seg¨²n como se mire.
Sin Rondo en el equipo y con la llegada de nuevos profesionales, los Celtics empezaron a recoger los frutos de su trabajo en la segunda temporada de Stevens, cuando llegaron a playoffs con un r¨¦cord a¨²n negativo (40-42), para caer en primera ronda ante los Cavs por 4-0. Al a?o siguiente mejoraron el r¨¦cord (48-34), y cayeron ante los Hawks de Mike Budenholzer (viva las casualidades). Las sensaciones empezaban a ser positivas, y en este segundo a?o Isaiah Thomas empezaba a despertar y hacerse un hueco en la NBA.
La lucha por el trono del Este
La temporada 2016/17 constituye la primera en la que hay que darle a Stevens un verdadero cr¨¦dito. Ya con gente como Al Horford, Jaylen Brown, Terry Rozier o Marcus Smart se ir¨ªa construyendo un n¨²cleo que es la base de la actual plantilla. En ese momento, se concentraba en torno a un Isaiah Thomas que hab¨ªa estallado definitivamente (28,9 puntos por partido). Los Celtics consiguieron el primer puesto del Eeste por primera vez desde 2008 (53-29) y avanzaron por primera vez desde 2012 a las finales de Conferencia, todo un logro para una plantilla joven como con la que contaban por entonces. La lesi¨®n de Thomas imped¨ªa sacar conclusiones ante los Cavs, que de nuevo, les eliminaron (4-1), pero la actuaci¨®n en esa fase final llenaba de ilusi¨®n a los aficionados del Garden, de nuevo conectados con sus? jugadores.
La marcha del base y la llegada de Irving y Hayward se las promet¨ªa el verano pasado. Sin embargo, la lesi¨®n del primero nada m¨¢s empezar la Liga y de Irving tiempo despu¨¦s dejaba en ascuas al conjunto de Stevens. Sin hacer una temporada espectacular y con mucha irregularidad alcanzaron un r¨¦cord de 55-27. el tope con el entrenador, pero las dudas y la irregularidad hab¨ªan sido una constante en la parte final de la temporada, y la ausencia de Hayward, y sobre todo de Irving en playoffs, no hac¨ªa presagiar nada nuevo.
La historia ya la conocemos. Los bostonianos hicieron del Garden un fort¨ªn y ganaron a los Bucks en 7 partidos (imbatidos en su pista) a los Sixers en 5 (de nuevo sin perder en su campo) y se enfrentaron de nuevo a LeBron y sus Cavaliers en la final de Conferencia. A punto estuvieron de alcanzar las Finales, pero la inexperiencia les pas¨® factura en el s¨¦ptimo partido, y el jovenc¨ªsimo equipo de Stevens, que contaba con Horfod como ¨²nico All Star, rodeado de un n¨²cleo din¨¢mico que destac¨® mucho en post temporada (sobre todo Tatum), se estrell¨® en el ¨²ltimo cuarto y cay¨® rendido a los pies de El Rey (35+15+9 en este partido).?
El c¨²lmen del proyecto
En la presente campa?a llegaba el verdadero examen para Stevens. Con Irving sano y rindiendo a gran nivel, los verdes se han encontrado con inesperados problemas en temporada regular, donde de nuevo no han hecho un papel especialmente destacado. Las dudas sobre la continuidad de Irving, los problemas en el vestuario y unos resultados que no acompa?aban llenaban de nerviosismo a los aficionados del Garden. Pero, una vez m¨¢s, el equipo ha respondido en playoffs. Al menos por ahora.?
En la primera ronda acababan por la v¨ªa r¨¢pida con los Pacers en una eliminatoria con pocas posibilidades de sacar grandes conclusiones. Pero en semifinales han ganado a los Bucks el primer partido con una exhibici¨®n y una clase magistral de Stevens en los banquillos para adelantarse en la eliminatoria y conseguir la ventaja de campo. Una vez m¨¢s, el t¨¦cnico saca lo mejor de los suyos en la fase final, restablece la qu¨ªmica grupal y consigue hacer al grupo competitivo a la hora de la verdad.
Nunca ha necesitado hacer maravillas en temporada regular. Sus r¨¦cords en esta parte de la Liga son discretos, con las 55 victorias de la temporada pasada como el m¨¢s destacado. Este a?o se ha quedado en 49, pero los suyos han mejorado (como suele ser habitual) en marzo y abril y est¨¢n consiguiendo imponerse en los actuales playoffs, donde de momento est¨¢n imbatidos. En el Garden suman adem¨¢s un r¨¦cord de 12-1 en los dos ¨²ltimos a?os, por lo que ganar all¨ª va a ser una misi¨®n realmente complicada para cualquier equipo.?
Todav¨ªa es pronto para sacar conclusiones, pero las tornas en semifinales han cambiado y ahora son favoritos. Stevens a¨²n arrastra el resquemor de la derrota en el s¨¦ptimo partido del a?o pasado en casa, pero esta temporada puede resarcirse, despejar las pocas dudas que queden y, por qu¨¦ no, luchar finalmente por el campeonato.?