"No lo est¨¢bamos haciendo bien con las ¨¢rbitras en la NBA"
Monty McCutchen, encargado de supervisar el trabajo de los ¨¢rbitros NBA, habl¨® con As de tecnolog¨ªa, apuestas, igualadad, nuevas normas...
Durante un cuarto de siglo, Monty McCutchen (14-02-1966) fue uno de los mejores ¨¢rbitros de la NBA. Despu¨¦s de dirigir tres partidos de las Finales de 2017, dej¨® las pistas pero no la actividad NBA: en diciembre asumi¨® el cargo de vicepresidente para el desarrollo y preparaci¨®n de los ¨¢rbitros. Es el encargado de monitorizar y analizar el d¨ªa a d¨ªa de las actuaciones arbitrales en la liga, una figura esencial para su profesi¨®n, y para el campeonato, en tiempos de cambios y ajustes, y el padre de un renovado esfuerzo por comunicar m¨¢s y mejor por parte del estamento arbitral en la NBA.
La temporada pasada, las discusiones entre jugadores y ¨¢rbitros saltaron al primer plano de la actualidad hasta el punto de que se organizaron reuniones entre las partes para limar asperezas y volver al entendimiento. En el curso actual ya hay quien asegura que los marcadores se disparan porque los ¨¢rbitros son demasiado condescendientes con los ataques y excesivamente duros con las defensas. La tecnolog¨ªa transforma la forma de dirigir los partidos, la legalizaci¨®n de las apuestas pone un nuevo foco sobre unos profesionales siempre cuestionados y la igualdad entre hombres y mujeres aparece como clara asignatura pendiente. De todos estos asuntos habl¨® con As Monty McCutchen:
Hay desde luego un visible inter¨¦s por parte del estamento arbitral de la NBA en abrirse al resto de actores de la liga y a los aficionados, en comunicar mejor.
No tenemos nada que esconder, queremos tener una comunicaci¨®n m¨¢s fluida con medios de comunicaci¨®n, aficionados¡ Estamos orgullosos del trabajo que hacemos. Es una tarea obviamente imperfecta, cometemos errores. Y nadie se disgusta m¨¢s con ellos que mi departamento. Pero se hace un muy buen trabajo y se presta un gran servicio al baloncesto. Y queremos que se perciba as¨ª.
La temporada ha comenzado con debate sobre las alt¨ªsimas anotaciones y lo que algunos consideran una apuesta estrat¨¦gica de la NBA por los ataques, en detrimento de las defensas, que se evidencia en los arbitrajes.
Tenemos nuevas normas pero nos hemos dado cuenta de que tenemos que hacer un trabajo fundamental en reeducar con respecto a las que ya exist¨ªan. Tenemos que poner m¨¢s ¨¦nfasis en aplicar normas que ya estaban en el reglamento. No se trata de no defender... sino de defender legalmente. Y defender bien, que deber¨ªa ser algo m¨¢s que agarrar o empujar. A nadie escuchar¨¢s decir en alto ¡°se tendr¨ªa que poder agarrar y empujar en defensa¡± porque nadie piensa eso, pero durante los partidos a veces se interpreta una buena defensa como la que va m¨¢s all¨¢ de lo permitido. Defender bien requiere m¨¢s t¨¦cnica, m¨¢s coraz¨®n y m¨¢s esfuerzo que agarrar a un jugador para que no pase un bloqueo. En cuanto a las mayores anotaciones, creemos que tienen que ver con el aumento del ritmo de los partidos, no con si se pitan m¨¢s o menos personales. La velocidad de juego ha crecido mucho en los ¨²ltimos cinco a?os.
Hay un concepto clave para los ¨¢rbitros en esta nueva NBA, la 'libertad de movimiento' de los jugadores.
Es lo que dec¨ªa: no es tanto cambiar normas como aplicar las que ya hay. El movimiento, individual y colectivo, es lo que hace tan bonito al baloncesto. Y hay que permitir que sea as¨ª y que no se frene a base de agarrones, empujones, golpes en los bloqueos...
Y todo en un momento en el que se juega a toda velocidad, se tira mucho de tres, los p¨ªvots se alejan del aro, las defensas ajustan constantemente los emparejamientos... ?Cu¨¢nto influye el cambio de estilo en la forma de arbitrar?
Hace tres o cuatro a?os vimos que ten¨ªamos que cambiar porque el baloncesto hab¨ªa cambiado. Ya no se basa en el uno contra uno en el poste. Cuando yo empec¨¦ a arbitrar, no sobreviv¨ªas en la profesi¨®n si no sab¨ªas se?alizar las jugadas en el poste de Hakeem Olajuwon, Patrick Ewing, Charles Barkley, Karl Malone¡ Ahora hay que colocarse en otras posiciones en pista, seguir jugadas mucho m¨¢s r¨¢pidas, ataques m¨¢s cortos y con muchos tiros por fuera de la zona. Con los cambios defensivos constantes jugadores peque?os defienden a p¨ªvots y estos a los bases... unos intentan aprovechar las superioridades f¨ªsicas y otros paliarlas. Ah¨ª es donde queremos aplicar bien el reglamento. Sabiendo que el arbitraje siempre va a ir un paso por detr¨¢s de la evoluci¨®n del baloncesto. Primero los jugadores aprenden a hacer ciertas cosas, despu¨¦s los entrenadores perfeccionan la forma de sacar ventaja de ellas y finalmente los ¨¢rbitros, y esa es la gran base de mi actual trabajo, tenemos que alcanzarles y asegurarnos de que nuestro reglamento sigue vigente.
?Est¨¢n contentos hasta ahora con el paso a 14 segundos de posesi¨®n despu¨¦s de rebote ofensivo, una de las nuevas normas de esta temporada?
S¨ª, creemos que suma algunas posesiones extra a cada partido, da m¨¢s ritmo y m¨¢s drama a los minutos finales, que es una de las mejores cosas que tiene la NBA.
?Y con c¨®mo se gestiona el cacareado flopping y las acciones en los que los jugadores fingen para tratar de enga?ar a los ¨¢rbitros?
Hace unos a?os pasamos al sistema actual: primero una advertencia, luego multas que empiezan en 5.000 d¨®lares. Creo que est¨¢ siendo bastante efectivo, as¨ª que no nos planteamos tocarlo por ahora si no se convierte de repente en un problema end¨¦mico. En el otro extremo, tambi¨¦n hemos redefinido lo que se considera acci¨®n hostil para que los ¨¢rbitros puedan revisar m¨¢s jugadas de ese tipo. Antes si hab¨ªa una pelea o se soltaba un manotazo solo se revisaba si era una acci¨®n entre jugadores. Ahora tambi¨¦n se hace si est¨¢n implicados entrenadores, ¨¢rbitros, hasta aficionados... No queremos descuidos con esas jugadas porque entendemos que son especialmente emocionales y pueden tener consecuencias en el resto del partido.
Si hablamos de comunicaci¨®n y transparencia, nada como los ¡®2 minutes reporting¡¯ que publica la NBA y en los que se revisan las acciones arbitrales de los finales (los dos ¨²ltimos minutos) de partido igualados y se se?alan p¨²blicamente los aciertos y los errores de los ¨¢rbitros. Pero, ?les gusta a estos que se usen tambi¨¦n para dar munici¨®n a las pol¨¦micas?
Creo que es un excelente veh¨ªculo de transparencia y lo cierto es que generalmente dan muestra del gran trabajo que hacen los ¨¢rbitros. Los titulares de prensa siempre se centrar¨¢n en los errores, los equipos tambi¨¦n si se les ha perjudicado... y son cosas que entiendo. Pero estamos satisfechos con esta estrategia. No me molestaba tampoco cuando arbitraba. No me costaba reconocer mis errores, no creo que haya que huir de ellos pero a la vez hay que entender que mandan los aciertos con diferencia. As¨ª que estos informes muchas veces nos sirven para recordarnos lo bien que lo hacemos, que tambi¨¦n lo necesitamos (risas).
La tecnolog¨ªa, que ahora se extiende a casi todos los deportes por todo el mundo, no es desde luego algo ajeno a la NBA. La pregunta es hacia d¨®nde va. ?Cu¨¢l es el siguiente gran avance, al menos para el baloncesto?
Vemos las cosas interesantes que se hacen en todas partes. La temporada pasada estuve con los ¨¢rbitros de la FIBA y me parecieron muy ¨²tiles los relojes que utilizan para medir sus esfuerzos. Estamos al tanto de todos los posibles avances. Ahora tenemos una app con la que los ¨¢rbitros pueden acceder a cortes de v¨ªdeo de los partidos con mucha facilidad, compartirlo con sus supervisores, crear grupos de discusi¨®n con otros ¨¢rbitros... Es algo muy ¨²til. Para arbitrar bien hay que fijarse en los errores que uno comete pero tambi¨¦n en los de los dem¨¢s.
Eso ya se est¨¢ usando. ?Y qu¨¦ est¨¢ por venir?
Un campo de posibilidades enormes es la realidad virtual. Tenemos que aprender a darle buen uso, calcular bien los costes de grabar y producir cada partido... Pero nos acabar¨¢ dando cosas muy valiosas. Las pruebas que hemos hecho lo han dejado claro. Tambi¨¦n para educar a los aficionados. Imag¨ªnate que adem¨¢s del punto de vista de la retransmisi¨®n televisiva pudieran ponerse unas gafas de realidad virtual y ver las jugadas desde los ojos del ¨¢rbitro. Seguramente entender¨ªan por qu¨¦ a veces no se pita una cosa, se dejar de ver otra... Va ser algo muy, muy ¨²til.
Parece obvio que cuanta m¨¢s tecnolog¨ªa, m¨¢s justicia. Pero, ?tambi¨¦n menos ritmo y menos naturalidad en el juego?
Eso es algo que tenemos muy en cuenta, buscamos el equilibrio. Por ejemplo, hemos simplificado la regla del clear path rule (las faltas a jugadores que avanzan francos hacia la canasta contraria) para que no tengan que ser revisadas en v¨ªdeo tantas veces... y que lleve menos tiempo cuando se tenga que hacer. Queremos que se arbitre de la forma m¨¢s correcta posible, pero tambi¨¦n que los partidos tengan el mayor ritmo posible. La tecnolog¨ªa tiene que mejorar el arbitraje pero sin cargarse los partidos por un exceso de interrupciones. Estamos buscando el mejor balance posible¡±.
La temporada pasada, los problemas entre ¨¢rbitros y jugadores llegaron a tal punto que hubo varias reuniones entre las partes, incluido un gabinete de crisis durante el All Star Weekend de Los ?ngeles...
Hemos avanzado mucho. Cuando comenc¨¦ en este cargo vi que esto no se trata solo de arbitrar bien sino tambi¨¦n de saber explicar, contar por qu¨¦ se toman las decisiones que se toman... Hay que hablar pero tambi¨¦n hay que escuchar al resto de actores de un partido. Ahora hay un feedback mucho m¨¢s positivo. Tiene que haber comunicaci¨®n pero tambi¨¦n la distancia necesaria, no se pueden pasar ciertos l¨ªmites. Sabemos que los jugadores y entrenadores son ultra competitivos, sabemos que es fundamental que a ellos les interese cada partido m¨¢s que a nadie. ?C¨®mo si no va a interesarnos a los dem¨¢s? En los partidos hay pasi¨®n, implicaci¨®n m¨¢xima... y riesgo de conflicto. Los ¨¢rbitros tienen que demostrar integridad y consistencia, igualdad de criterio entre unos partidos y otros. Tienen que actuar con firmeza y justicia con todos los jugadores. Un chico que viene del extranjero y est¨¢ en su primera temporada no puede sentir que est¨¢ recibiendo un trato distinto al de una gran estrella. Eso es importante. C¨®mo nos comportamos los unos con los otros (¨¢rbitros, entrenadores, jugadores¡) es algo fundamental para esta competici¨®n. Nadie puede esperar que los ¨¢rbitros no se equivoquen nunca. Nos equivocamos, muchas veces. Dicho eso, acertamos mucho m¨¢s y tenemos que insistir en eso y saber transmitirlo.
En la NBA las mujeres ocupan cada vez m¨¢s puestos en cada vez en m¨¢s ¨¢mbitos diferentes. Pero el arbitraje sigue siendo uno de los grandes tab¨²s: hay una ¨²nica ¨¢rbitra en activo y es solo la tercera en la historia de la liga. Adam Silver, el comisionado, lleg¨® a decir que eso era ¡°vergonzoso¡± para la competici¨®n.
Mi responsabilidad, la de todos, deber¨ªa ser afrontar los retos que nos corresponden en nuestra parcela. Y la m¨ªa es repensar el deporte masculino, que ha parecido algo donde solo han podido entrenar hombres y arbitrar hombres porque son hombres los que juegan. No creo que nadie pueda seguir pensando algo as¨ª. Y mi trabajo, y algo que adem¨¢s es importante para m¨ª, es que haya, sencillamente, buenos ¨¢rbitros, encontrar a la gente que hace que un partido sea lo mejor posible, a quienes sean mejores en este trabajo. Y no hay un formato de persona para eso, no tiene que tener una determinada altura, una talla... no importa su procedencia y desde luego no importa su g¨¦nero. Solo que tenga el talento, la dureza, el car¨¢cter y la integridad necesarios para hacer bien su trabajo todas las noches.
Hay avances. Lentos, pero los va habiendo. En la ¨²ltima Liga de Verano hubo 19 mujeres arbitrando.
S¨ª, y hay muchas m¨¢s que est¨¢n siendo seguidas por nuestros ojeadores. Eso nos da una perspectiva de futuro apasionante. De hecho ahora mismo, en este momento, hay dos ¨¢rbitras siendo evaluadas como posibles incorporaciones a la NBA esta misma temporada. Tambi¨¦n llevamos a ¨¢rbitras a nuestras reuniones y campus anuales. Es de vital importancia que si vamos a hablar de verdadera igualdad, todos tengan las mismas oportunidades y se valores tal y como son sus m¨¦ritos y su trabajo. No se trata de fichar a ¨¢rbitros extranjeros porque hay muchos jugadores extranjeros. Se trata de que hemos analizado el arbitraje internacional y hemos visto que hay excelentes profesionales. Lo mismo sucede con las mujeres. Ahora hemos abierto esta puerta porque seguramente es algo que no est¨¢bamos haciendo bien. Quiero asegurarme de que nuestro staff refleja la diversidad de un mundo en el que queremos tener a los mejores, sean quienes sean¡±.
Una ¨²ltima pregunta: se han legalizado las apuestas deportivas en el deporte profesional estadounidense. Se ha analizado desde muchos frentes esta medida, que puede ser una verdadera revoluci¨®n, pero no se ha tratado mucho desde el punto de vista de unos ¨¢rbitros que pueden estar m¨¢s en la lupa que nunca, sometidos a sospechas por su obvia influencia en los marcadores finales de los partidos. ?Le preocupa?
Es un mundo totalmente nuevo. Vuelvo al tema del reclutamiento de ¨¢rbitros: necesitamos personas con la personalidad adecuada, con las que tengamos la certeza de que no tenemos que preocuparnos por ciertas cosas. As¨ª que no podemos fijarnos solo en lo que hacen en la pista, tambi¨¦n en c¨®mo son fuera de ella. ?Si supone m¨¢s presi¨®n? No creo. No conozco a ning¨²n ¨¢rbitro que sepa c¨®mo est¨¢n las cuotas del partido que est¨¢ arbitrando. De hecho, yo hace 25 a?os ya insist¨ªa en no tener siquiera esa informaci¨®n. Reconozco que me preocupa que se saquen de contexto decisiones que alteran un marcador en los ¨²ltimos instantes y que puedan coincidir con una determinada cuota de apuesta. No quiero que se perciba a nuestro colectivo de una forma incorrecta. Tenemos que tener especial cuidado a la hora de arbitrar del mismo modo todo el partido, no relajarnos si hay 20 puntos de diferencia, no cambiar el criterio porque todo est¨¦ sentenciado... Eso nunca ha sido arbitrar bien, pero menos a¨²n con este nuevo panorama con las apuestas. Por fuera quiz¨¢ se genere m¨¢s presi¨®n pero mi trabajo es que dentro no se perciba as¨ª.