El coraz¨®n mete a Espa?a en cuartos

Donde no le llega el baloncesto estos d¨ªas a Espa?a, s¨ª le alcanza el alma. Haciendo de tripas coraz¨®n, y escondiendo ciertas carencias y falta de armon¨ªa en el juego, las chicas de Mondelo se conjuraron para salvar por lo civil o por la criminal el escollo de Senegal y, felizmente, lo lograron (63-48). Espa?a estar¨¢ en los cuartos de final de su Mundial este viernes. All¨ª se encontrar¨¢n a Canad¨¢, quinta del r¨¢nking mundial, en ascenso y con la pujante Kia Nurse como estrella. Pero eso ser¨¢ otra historia y otra batalla en la que habr¨¢ muchas menos cosas que perder. Es un buen momento para respirar y quitarse muchos kilos de presi¨®n de encima porque la Selecci¨®n ha sentido el miedo que, por muchas corazas que uno quiera ponerse encima, es inevitable cuando llevas la bandera de anfitri¨®n.

El partido fue, hasta el ¨²ltimo cuarto, otro suplicio para la Selecci¨®n, que se hab¨ªa propuesto que la derrota contra B¨¦lgica fuese un paso atr¨¢s para dar dos hacia delante. Sin embargo, no sali¨® del todo redondo y Senegal, pese a las dos faltas r¨¢pidas de Diarra, contuvo el empuje de Espa?a y en el segundo cuarto atac¨® sus debilidades hasta poner un inquietante 18-25 que la valent¨ªa de Nicholls y Anna Cruz permiti¨® neutralizar antes del descanso: 34-34.

Despegue en el ¨²ltimo cuarto

Mondelo, que conoce mejor que nadie a ese grupo, gir¨® otra tuerca consciente de que faltaba inspiraci¨®n e inici¨® el tercer cuarto con Palau y Ouvi?a en el quinteto. La Selecci¨®n se puso el mono de faena y Senegal estuvo cinco minutos sin anotar. Defensa y coraz¨®n. S¨®lo eso permiti¨® una peque?a brecha (45-36) que no se hizo definitiva al final del tercer cuarto porque en ataque el atasco era considerable (46-40). El parto termin¨® en el cuarto final. Era dif¨ªcil no encontrar jugadora que le echase un vistazo al reloj hasta que Anna Cruz, con un triplazo (53-43), hizo temblar la hamburguesa del Santiago Mart¨ªn, que arde en deseos de vibrar con su afici¨®n pero que hasta ahora, y excepto el d¨ªa de Jap¨®n, ha aprendido m¨¢s a contener la respiraci¨®n y sufrir como sus jugadoras. Aunque parezca mentira con la hoja de ruta que espera, lo m¨¢s duro para Espa?a ya ha pasado. A partir de ahora no jugar¨¢n a funcionarias, sino a hero¨ªnas. Vamos a esperarlas.