La locura de los Thunder, ?m¨¢s de 150 millones de impuesto?
La plantilla de los de OKC puede irse por encima de los 300 millones para la pr¨®xima temporada. Cortar a Carmelo Anthony es casi una necesidad.
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El 6 de julio de 2017 los Thunder se hicieron con Paul George en una operaci¨®n de m¨¢ximo riesgo en la que Sam Presti se atrev¨ªa donde muchos otras hab¨ªan salido despavoridos. Apostaba por la cultura de su franquicia y se pon¨ªa bajo la lupa porque, adem¨¢s, a los Pacers les fue de maravilla con lo que obtuvieron en la operaci¨®n, Domantas Sabonis y, sobre todo, un Victor Oladipo que fue all star y Jugador M¨¢s Mejorado. Paul George, antes de que se hiciera el traspaso, hab¨ªa aireado que solo firmar¨ªa un nuevo contrato con los Lakers, el equipo de su ciudad y de su infancia. Presti se regal¨® la mano y una temporada entera para hacerle cambiar de idea. Lo ha conseguido. Premio al valor, al pensamiento poco convencional y a la nueva realidad de una liga en la que el poder de los mercados puede relativizarse en plena globalizaci¨®n y la mente de los jugadores es cada vez m¨¢s dif¨ªcil de monitorizar. Eso empezamos a saberlo, seguramente, con la salida de Kevin Durant con destino Warriors.
Paul George perdi¨® dinero en su momento por no querer ni ver una extensi¨®n con los Pacers y ni siquiera se ha planteado ahora una salida en 2019 o en 2020, cuando cumplir¨¢ una d¨¦cada en la NBA y podr¨¢ optar al s¨²per m¨¢ximo por el 35% del cap. Ha firmado por cuatro a?os (en formato 3+1) y 137 millones de d¨®lares. Otro ¨¦xito de Presti, que media hora despu¨¦s del anuncio ya hab¨ªa puesto en conocimiento p¨²blico que tambi¨¦n regresar¨ªa Jerian Grant por tres temporadas y 27 millones. El alero es un jugador estrat¨¦gicamente importante para una franquicia que, no todo pueden ser rosas, se hab¨ªa llevado ya el (esperado) chasco de que Carmelo Anthony ejecutar¨ªa su opci¨®n de seguir un a?o m¨¢s a cambio de 27,9 millones de d¨®lares.
Con la feliz noticia de que Paul George se queda y el movimiento r¨¢pido con Grant, los Thunder se encuentran con once jugadores que suman 156 millones en salarios (el cap est¨¢ fijado en 101,8) y con un impuesto de lujo que, como franquicia que repite en la infracci¨®n (por la pasada temporada tiene que pagar 25,4 millones), se dispara a 130 millones. Algo ins¨®lito. Para una entidad en un mercado muy peque?o... o para cualquiera. La mayor multa hasta ahora son los 90,5 millones que pagaron los Nets en 2014 a lomos del proyecto ultra ambicioso (y ultra fallido) de Prokhorov. Un roster de 14 jugadores con contratos m¨ªnimos se pondr¨ªa por encima de los 160 millones en salarios y los 155 en impuesto: una plantilla de 316 millones. Menos si entre esos contratos est¨¢n los picks de segunda ronda del ¨²ltimo draft.
Los Thunder 2018-19 pueden ser, de esta forma, el equipo m¨¢s caro de la historia con un impuesto de lujo nunca visto: m¨¢s de 300 millones totales en lo que desde luego ser¨ªa un trayecto muy largo desde que no viajar demasiado lejos en ese impuesto fue uno de los motivos (no el ¨²nico) de la fractura del proyecto Russell Westbrook-James Harden-Kevin Durant. Nada cerrado, eso s¨ª, hasta el ¨²ltimo d¨ªa de la Regular Season, momento en el que se establecen las cantidades. Hasta llegar all¨ª, los Thunder pueden hacer (seguramente har¨¢n) unas cuantas cosas para aliviar su situaci¨®n. Muy buena en lo deportiva, de m¨¢xima presi¨®n en lo financiero.
Estas pasan por traspasar contratos como los de ?lex Abrines (un a?o, 5,4 millones) o Patrick Patterson (uno por 5,4 y una player option por 5,7 para la 2019-20). Pero sobre todo por pensar en cortes: deshacerse de los 5 millones que tiene garantizados Kyle Singler para la pr¨®xima campa?a y reemplazarlo su ficha por un contrato m¨ªnimo limpiar¨ªa unos 15 millones del impuesto de lujo.
Pero el elefante en la cacharrer¨ªa, claro, es Carmelo Anthony.
Buscarle una salida v¨ªa traspaso ser¨ªa complicad¨ªsimo m¨¢s all¨¢ de la cl¨¢usula que le permite bloquear cualquier movimiento. Incluso encontrando un equipo que quisiera su contrato (aunque fuera para ejecutar un buyout) los Thunder sumar¨ªan presi¨®n al payroll de la temporada 2019-20 con los salarios que recibir¨ªan a cambio. Lo m¨¢s obvio, y lo que probablemente acabe sucediendo, es que los Thunder corten directamente esos monstruosos 27,9 millones o les apliquen la stretch provision y vayan pag¨¢ndole en varios a?os. La primera opci¨®n en m¨¢s agresiva contra el cap (pero les libera completamente a partir del pr¨®ximo verano), la segunda aligera m¨¢s el de la pr¨®xima temporada pero resta flexibilidad las siguientes. Un contrato m¨ªnimo en lugar del de Melo rebajar¨ªa en m¨¢s de 90 millones el impuesto de lujo a pagar por la franquicia de OKC. Parece lo m¨¢s factible. Veremos.