De Tony Parker a George y Carmelo: la magia de Sam Presti
El gran triunfador del verano NBA tiene 41 a?os y ha convertido a los Thunder en el segundo equipo con m¨¢s triunfos desde 2008.
Sam Presti tiene solo 41 a?os y el aire de empoll¨®n que le dan las gafas y las camisas. Dentro de unos meses puede perfectamente (ahora mismo est¨¢ en la pole position) ser elegido Ejecutivo del A?o en una NBA que decodifica antes que los dem¨¢s. Ese es, seguramente, el artefacto clave de su ¨¦xito. Una capacidad anal¨ªtica deslumbrante, un conocimiento profundo de los jugadores y sus circunstancias y una maniobrabilidad excelente en cuanto detecta una oportunidad. Es, en definitiva, lo que ¨¦l mismo sugiere con estas palabras: ¡°La NBA est¨¢ cambiando, pero es que eso es as¨ª siempre. Cambian las reglas constantemente, hay demasiadas cosas en movimiento, muchas fuerzas en marcha que producen muchos efectos. Nuestro trabajo es sopesar todo eso, tratan de decodificarlo y trabajar todo lo que sea necesario para que nuestro equipo est¨¦ en disposici¨®n de ser competitivo¡±.
Presti ha realizado un trabajo deslumbrante este verano. Y el pasado: desde que Kevin Durant se fue a los Warriors y Oklahoma City Thunder pareci¨®, de repente, cosa del pasado. En un mercado min¨²sculo y en una ciudad a la ning¨²n jugador querr¨ªa a priori ir a jugar. Pero el trabajo de Presti viene de m¨¢s atr¨¢s: es, en realidad, mister Oklahoma City Thunder. Lleg¨® a la franquicia justo antes del cambio, en Seattle. Lo primero que hizo en los Supersonics fue cambiar de era con los traspasos de Ray Allen y Rashard Lewis. En Oklahoma City (desde 2008, nueve temporada) promedia un 61,2% de victorias, solo tiene una temporada por debajo del 50% (la primera) y ha ganado m¨¢s partidos que ning¨²n otro equipo al margen de los inevitables Spurs. Ha jugado unas Finales de la NBA, cuatro finales del Oeste y ha amasado dos MVP con Kevin Durant y Russell Westbrook. Jugadores a los que ¨¦l drafte¨®, claro.
Su instinto, de hecho, se remonta a m¨¢s atr¨¢s. Casi un ni?o prodigio, trabajaba en las oficinas de los Spurs cuando en 2001 (con 25 a?os) sugiri¨® al equipo un nombre para que lo tuvieran en cuenta en el draft de ese a?o: Tony Parker. Del libreto de los texanos se llev¨® mucho, casi como cada proyecto ganador de esta generaci¨®n. Incluido PJ Carlesimo, el ¨²nico de los tres entrenadores con los que ha contado en OKC: Carlesimo unas semanas (y un a?o en Seattle), Scott Brooks y Billy Donovan. Tambi¨¦n ha sobrevivido a reveses, inevitable la salida de Kevin Durant, todav¨ªa cuestionado el traspaso de James Harden, un asunto de f¨ªsica (los Thunder sent¨ªan que iban cortos por dentro y canalizaron de otra manera el dinero), qu¨ªmica (cierre tumultuoso de las Finales 2012)¡ y cuentas, claro: el impuesto de lujo amenazaba a Clay Bennett, un propietario que s¨ª parece ahora dispuesto a poner muchos billetes extra para abrazar un futuro que todav¨ªa puede evaporarse: renovado Russell Westbrook, en un a?o podr¨ªan irse como agentes libres Paul George y Carmelo Anthony.
Una chistera llena de conejos
Eso quedar¨¢ en manos de Presti, as¨ª que Bennett dormir¨¢ tranquilo. Suponemos: nada m¨¢s marcharse Durant fren¨® los instintos suicidas de la franquicia con una primera revisi¨®n del contrato de Westbrook, que ha saltado ahora a los 205 millones por 5 a?os. La operaci¨®n de 2016 devolvi¨® la autoestima a un equipo a punto de perderla y regener¨® el ¨¢nimo de una afici¨®n que se hund¨ªa en la melancol¨ªa. La de 2017 remata un verano excepcional en el que ha convertido a Oladipo, Sabonis, Kanter, McDermott y una segunda ronda en Paul George y Carmelo Anthony. Ni-una-sola-primera-ronda. Y en Oklahoma City, que es como estar en ninguna parte. Cuando nadie contaba con ¨¦l. Y sin hipotecar ni un gramo del futuro de un proyecto en el que tambi¨¦n ha retenido a Roberson, ha sumado a Felton por un m¨ªnimo de veterano y se movi¨® r¨¢pido para llevarse a Patrick Patterson por tres a?os y menos de 17 millones. Otra operaci¨®n excelente.
A Paul George lo quer¨ªa m¨¢s de media NBA. Los Cavs lo tuvieron hecho, los Celtics amagaron y los Lakers se lo pensaron muy seriamente. Pero, de la nada, apareci¨® un Presti que hab¨ªa le¨ªdo como posos en el caf¨¦ las dudas de Celtics y Lakers y el desagrado con el que los Pacers ve¨ªan un acuerdo con los ogros del Este. A Carmelo lo maceraron hasta la n¨¢usea los Rockets, pero la complejidad de la operaci¨®n abri¨® una ventana por la que se volvi¨® a colar un general manager que sab¨ªa que los Knicks no ten¨ªan ya apenas fuelle negociador y estaban dispuestos a evitar dramas en su training camp a costa de vender barato.
Despu¨¦s renov¨® Westbrook (el d¨ªa en el que Durant cumpl¨ªa a?os: cosas) y el verano de los Thunder pas¨® a ser definitivamente fascinante. En realidad, lo es todo el proceso de supervivencia y redefinici¨®n que ha seguido al 4 de julio de 2016, cuando KD dijo aquello que dijo (My Next Chapter) en The Players¡¯ Tribune. Contra la ret¨®rica victimista de los mercados peque?os (que ¨¦l ha esgrimido cuando le ha convenido, como en sus cr¨ªticas a los cambios en el sistema de draft), contra las excusas a las que se habr¨ªan abrazado muchos y viendo (de verdad, m¨¢s all¨¢ del t¨®pico) una oportunidad donde aparentemente hab¨ªa un problema: Sam Presti ha demostrado que, a veces, las superestrellas tambi¨¦n est¨¢n en los despachos.