?Paliza en Boston! Los Celtics dominan a LeBron y ponen el 1-0

El 27 de mayo de 1985 Estados Unidos celebraba el Memorial Day, su D¨ªa de los Ca¨ªdos: el ¨²ltimo lunes de ese quinto mes, el recuerdo a los soldados fallecidos en una historia llena de combates por todos los rincones del mundo. Ese d¨ªa comenzaban las Finales de la NBA, y los Celtics de Larry Bird arrasaron a los Lakers de Magic Johnson (148-114). Ese partido es recordado todav¨ªa hoy como el Memorial Day Massacre. Ayer era el d¨ªa de la madre en Estados Unidos y comenz¨® la final del Este de 2018. Lo que le hicieron los Celtics de Brad Stevens a los Cavaliers de LeBron James bien podr¨ªa llamarse el Mother's Day Massacre. El desmantelamiento fue tan completo, la ejecuci¨®n tan perfecta que cuesta creer que esto pueda dar un giro de 180 grados en 48 horas. Pero ah¨ª est¨¢ la historia para los Cavs. Al menos eso: en 1985 los Lakers ganaron el segundo partido en el Garden y acabaron siendo campeones...

El partido (108-83 final) fue una tortura para los Cavs... y tuvo que serlo para los Raptors. El equipo de las 59 victorias, el del este a?o s¨ª, acaba de perder 0-4 contra los Cavs con un dferencial de puntos de -56. En los otros ocho partidos que han jugado los Cavs en estos playoffs, su balance es 4-4 con un diferencial de -55 y derrotas por 18, 24 y 25 puntos. Tambi¨¦n los Sixers podr¨ªan pensar en las muchas oportunidades que perdieron en tres de sus cuatro derrotas de semifinales. Pero los que han llegado aqu¨ª son los Cavaliers, que no est¨¢n ni mucho menos muertos (dicho queda, otra vez) y los Celtics, que no lo estaban cuando se lesion¨® Gordon Hayward. Tampoco cuando cay¨® Kyrie Irving, por incre¨ªble que pareciera entonces. Nos hemos pasado todos los playoffs hablando de lo terriblemente buenos que van a ser los Celtics que est¨¢n por venir. Es definitivamente el momento, por si la serie ante los Sixers no fue suficiente aldabonazo, de que todo el mundo hable ya s¨®lo, por ahora, de los buenos que son estos Celtics. Ya a tres victorias de jugar las Finales de la NBA.

LeBron no va a entrar en p¨¢nico despu¨¦s de un primer partido, ni siquiera (supongo) ante la certeza de que los Celtics van a jugar con la misma intensidad, la misma disciplina y la misma inteligencia cada vez que se encuentren en la pista. Puede cambiar el acierto. El de todos: los Cavs perd¨ªan 61-35 al descanso. La mayor desventaja de LeBron en su historia en playoffs. ?l clavaba un -26 en sus minutos en cancha, tambi¨¦n su peor cifra en una primera parte de eliminatorias, incluidas todas las palizas que se quieran recordar en Finales contra Spurs y Warriors. Por entonces llevaba tres canastas (7 puntos) y 3 p¨¦rdidas, desquiciado por la defensa de los Celtics y reducido a una sucesi¨®n desafinada de suspensiones. Acab¨® con15 puntos en 16 tiros (5/16), 7 rebotes, 9 asistencias... y 7 p¨¦rdidas de bal¨®n. -32 total en m¨¢s de 36 minutos. Su primera derrota en playoffs en el Garden desde 2012 y despu¨¦s de seis victorias seguidas. Por entonces (sexto partido de la final de Conferencia) salvo el megaproyecto de Miami Heat de una extinci¨®n casi segura. Ahora le va a tocar hacer lo mismo. Y seguramente le veremos hacerlo. O intentarlo hasta el final de sus fuerzas, que normalmente no se avista. La cuesti¨®n es cu¨¢nto tienen dentro sus compa?eros y cu¨¢nto va a dar de s¨ª su entrenador esta vez.

Los Cavs, y por mucho que casi toda la culpa sea de la magistral defensa de Stevens, no tardar¨¢n todas las noches 27 minutos en meter un triple despu¨¦s de 13 fallos ni acabar¨¢n con un pat¨¦tico 4/26 y un 36% total en tiros. No se pasar¨¢n un primer tiempo completo sin una sola canasta en transici¨®n pero tendr¨¢n que hacer algo para evitar dos cuartos con 34 puntos y un 82% de su rival en la pintura de su rival. Sin respuesta ante los constantes ajustes defensivos y la desmesura f¨ªsica de los Celtics, los Cavaliers cayeron como un mamut en extinci¨®n, rendidos al primer directo a la mand¨ªbula, abrasados en un primer cuarto en el que se pas¨® de un 4-7 a un 21-7, y de ah¨ª a un 34-13, en lo que pareci¨® un visto y no visto. Kevin Love (totalmente superado) no encontr¨® su sitio y los tiradores se diluyeron de forma casi c¨®mica. A medida que el ataque acumul¨® errores, la defensa fue descomponi¨¦ndose hasta acabar en la nada. Siempre es as¨ª con equipos tan d¨¦biles atr¨¢s y cuyo tono general depende tanto del flujo de energ¨ªa que genera el ataque.

Los Celtics, por su parte, hicieron lo que (y no hay mayor halago) hacen siempre pero llevado (cu¨¢nto fue culpa del rival: los Raptors saben la respuesta) a un extremo casi po¨¦tico. Su primer tiempo sencillamente perfecto. De un nivel hist¨®rico, apabullante. En defensa con armon¨ªa musculosa, en ataque con una sinfon¨ªa que comenz¨® en la zona y continu¨® por toda la pista, con la circulaci¨®n encontrando caminos que pronto fueron autopistas. El inicio de Al Horford fue majestuoso, la actividad de Jaylen Brown s¨ªsmica. Los Celtics (8-0 en estos playoffs en el Garden) fueron mejores. Mucho mejores. Terriblemente mejores. Escandalosamente mejores. Y LeBron fue una caricatura de la versi¨®n que hab¨ªa visto ese atronador pabell¨®n en la mayor¨ªa de sus duelos de playoffs del ¨²ltimo lustro. No hay complejo que valga para Stevens y sus soldados. Fue la Masacre del D¨ªa de la Madre. En el segundo partido, ma?ana, veremos si fue en realidad mucho m¨¢s que eso. Porque esto puede cambiar radicalmente en cuesti¨®n de horas. Est¨¢ LeBron James y, ya se sabe, esa es la esencia de los playoffs. ?No? ?No? ?NO?