El Bar?a zarandea al Madrid
El Bar?a sali¨® a morder y el Madrid a verlas venir, con la cabeza en la Euroliga. Heurtel, como en la Copa, gobern¨®. La diferencia toc¨® los 31 puntos: 90-59.
El baloncesto, como la vida, es un estado de ¨¢nimo. De deseo. El Bar?a sali¨® a ganar como fuera, metido en una multitudinaria pelea por la segunda posici¨®n, y el Madrid lleg¨® al Palau a verlas venir, con cinco triunfos de ventaja en la tabla y muy poquitas ganas de entrar en faena. Fue espectador pasivo de la arrancada azulgana, de sus ataques. Los segu¨ªa in situ un pasito por detr¨¢s. Y los suyos los resolv¨ªa sin pujanza.
¡°Regalamos diez puntos (16-6) por empezar flojos¡±, gritaba Pablo Laso en su primer tiempo muerto. Si solo hubieran sido diez¡ Claver era el comod¨ªn defensivo, mientras que en ataque Carroll se emparejaba con ¨¦l y los de Pesic ten¨ªan superioridad en el rebote. Campazzo andaba en d¨ªa gris y Randle le sustitu¨ªa. Y Rudy a Carroll. Los blancos reaccionaron con algo de amor propio, desde la defensa y ayudados por cuatro tiros libres marrados entre Oriola y Vezenkov. Sin Tomic en pista, Reyes y Ay¨®n castigaban el aro cul¨¦. Su equipo encadenaba un par de carreras y Causeur dos bandejas: 23-22, minuto 13. El Real no volvi¨® a estar tan cerca, de hecho ah¨ª se acab¨® el duelo.
Precipitaciones y mala selecci¨®n de tiro con Campazzo de vuelta (tres triples errados y una p¨¦rdida del argentino entonces) mientras el Bar?a volaba con tres dianas de larga distancia y un par de canastas de Oriola. Y de nuevo Claver en cancha. Heurtel zarandeaba al enemigo, pero en realidad el ba?o azulgrana apenas hab¨ªa comenzado.
Lo m¨¢s salvaje llegar¨ªa en un tercer cuarto en el que Madrid muri¨® por defensa permeable e inanici¨®n ofensiva. Su primera canasta en juego la firm¨® a falta de diez segundos para el final del acto (Randle). M¨¢s all¨¢ de ese acierto, solo encest¨® desde la personal (15 de 18). Su rival no conced¨ªa canastas f¨¢ciles, lo llevaba grabado a fuego. Fall¨® adem¨¢s los otros nueve lanzamientos que intent¨®, incluidos siete triples. Agrupaba entonces un sonrojante ?1 de 17 desde el per¨ªmetro!
Laso nunca quiso despreciar el partido, pero lo hizo su equipo. La mente es ind¨®mita. Al final hubo rotaciones a la fuerza, por verg¨¹enza torera: minutos para Yusta, Radoncic y Randle, claro. El americano estuvo 21:11 sobre el parqu¨¦ y los suyos ganaron por 6 en ese tiempo. No sabemos bien c¨®mo. Doncic era baja por lesi¨®n, lo ser¨¢ al menos otra semana, y a su adversario le faltaban Hanga, Sanders y Seraphin.
Heurtel y el efecto Pesic
Vuelve en versi¨®n Liga la efervescencia del efecto Pesic. Al Madrid, la cabeza le dec¨ªa Euroliga, Mil¨¢n y el Armani el martes, y cuando eso pasa el riesgo de recibir un meneo se multiplica. Los 72 puntos finales son su anotaci¨®n m¨¢s baja del curso en 50 partidos (Supercopa al margen: 64 al Granca en septiembre). El Barcelona mostr¨® su cara intensa y solidaria atr¨¢s y supo crecer agarrado al talento ingobernable de Heurtel (21 puntos, 4 asistencias y +35 con ¨¦l en cancha). Cuando el franc¨¦s lo agita todo, Oriola se beneficia. La ventaja cul¨¦ lleg¨® a abrazar los 31 puntos: 90-59. Tres a dos para el Bar?a en los duelos directos esta temporada. Revancha de la revancha de Copa y batalla abierta en la ACB, que no en Europa.