Brooklyn Nets: de 6 all stars en la 2013-14 al n? 2 y 3 del draft 2015
El traspaso de Jahlil Okafor le junta en Brooklyn con D'Angelo Russell. Tras un mastod¨®ntico proyecto fallido, los Nets empiezan a ver algo de luz.
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Esta historia comienza el 11 de mayo de 2010, fecha en la que el resto de propietarios de la NBA aprobaron la compra de Nets por parte de una de las mayores fortunas de Rusia, Mikhail Prokhorov. Exc¨¦ntrico como tantos otros millonarios que deciden divertirse (y dilapidar parte de su dinero) con un equipo profesional, proclam¨® que en un "m¨¢ximo de cinco a?os" el equipo, al que traslad¨® al c¨¦lebre y muy de moda distrito neoyorquino de Brooklyn desde Nueva Jersey una vez construido el magn¨ªfico Barclays Center, ser¨ªa campe¨®n de la NBA. Al t¨¦rmino de la 2014-15, los Nets fueron despedidos en la primera ronda de los playoffs y desde entonces no han vuelto a pisar la postemporada.?
A d¨ªa de hoy, Prokhorov contin¨²a siendo el propietario de una franquicia cuya venta al fundador del gigante chino Alibaba no parece lejana. Cuando Joseph Tsai asuma las riendas, el panorama que se encontrar¨¢ no ser¨¢ tan l¨²gubre como el que todo el mundo intu¨ªa hace apenas unos meses. Hay que dar mucho m¨¦rito a la gesti¨®n que Kenny Atkinson, desde el banquillo, y Sean Marks, desde los despachos, vienen realizando. Ellos son los grandes causantes de que un equipo con el futuro hipotecado (la gran mayor¨ªa de sus elecciones de draft hasta 2018 fueron traspasadas) y endeudado en lo econ¨®mico empiece ahora a ver la luz al final del t¨²nel.?
En junio de 2013, Jason Kidd ¡ªuno de los mejores bases de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas¡ª anunci¨® su retirada. Poco m¨¢s de una semana m¨¢s tarde, y sin ninguna experiencia previa, los Nets le nombraron entrenador jefe de un proyecto mastod¨®ntico que se ir¨ªa desvelando en los d¨ªas sucesivos. Y aqu¨ª nos damos de bruces con la valent¨ªa (o insolencia, seg¨²n lo entiendan) de Prokhorov. Cegado por la impaciencia, se la jug¨® a una sola carta ese verano. En el juego, como en la vida, lo m¨¢s normal es que te estrelles cuando apuestas a ganador sin protecci¨®n alguna. Eso es lo que hizo el magnate, dio un salto al vac¨ªo... sin arn¨¦s.?
Danny Ainge se adelant¨® al final de los ¨²ltimos grandes Celtics. Conocedor como pocos de los entresijos de la Liga, sac¨® partida de la sed de gloria de Prokhorov y sus ac¨®litos (Billy King, quien tambi¨¦n tuvo su parte de responsabilidad, entre ellos). Fue muy doloroso. Mucho. Pero el tiempo ha desvelado que fue un movimiento acertado. Paul Pierce convenci¨® a Kevin Garnett para intentar un ¨²ltimo reto en la siempre apetecible Nueva York. Ambos har¨ªan las maletas junto a un consumado anotador y veterano como Jason Terry. A cambio, los Celtics recibieron unas cuantas median¨ªas y un tesoro de incalculable valor: cuatro elecciones de primera ronda.
Fueron unas horas de aut¨¦ntica locura en Brooklyn. Shaun Livingston y Andrei Kirilenko tambi¨¦n llegaron en el mercado de agentes libres. Para recapitular, tres all stars se unieron a los otros tres que ya formaban parte de la plantilla. Entre Joe Johnson, Brook Lopez, Deron Williams, Paul Pierce, Kevin Garnett y Andrei Kirilenko acumulaban un total de 37 presencias en el Partido las Estrellas. Un n¨²mero que ha permanecido inalterable desde entonces. Semejante reuni¨®n de talento (algo pasado ya en ciertos casos) gener¨® unas expectativas enormes. Para ser justos, los Nets apostaron a caballo ganador (lo que es de agradecer)... pero sin cabeza. Desde el principio del curso se vio la poca qu¨ªmica que emanaba del vestuario y las derrotas se amontonaron con m¨¢s facilidad que la derrotas. En playoffs consiguieron deshacerse de los Raptors en una recordada serie (Pierce es muy querido en Toronto, enti¨¦ndase la iron¨ªa), pero en semifinales de Conferencia se dieron bruces con una realidad llamada LeBron James que por entonces luc¨ªa sus encantos en South Beach.
Con ciertos retoques, la campa?a siguiente transcurri¨® por la misma l¨ªnea continuista, pero con unos cimientos tan d¨¦biles que el proyecto qued¨® emplazado para su demolici¨®n. Tocaba construir desde la base, pero el saqueo fue tal que apenas hab¨ªa ladrillos para ello. Mientras en Boston se frotaban las manos al mismo tiempo que comenzaban a asomar la cabeza, los Nets entraban en un t¨²nel que ten¨ªa nombre propio: 61 y 62. Las derrotas registradas en los dos ejercicios anteriores al actual.? ?
Pero ahora, tras un verano esperanzador en el que se han hecho las cosas bien (lleg¨® D'Angelo Russell a cambio de Brook Lopez, el ¨²ltimo testigo del mesianismo de Prokhorov, DeMarre Carroll y hasta una primera ronda ¡ªprotegida Top-14¡ª desde Canad¨¢). Pese a las lesiones de Jeremy Lin (adi¨®s a toda la temporada) y Russell, se ven buenos mimbres en Brooklyn.?Allen Crabbe, Spencer Dinwiddie, Caris LeVert,?Rondae Hollis-Jefferson... no son estrellas pero s¨ª son proyectos de jugadores interesantes que pueden mezclar y formar una buena base. Cuentan con un buen t¨¦cnico y el balance de salarios por fin saneado.
Es cierto que acaban de desprenderse de uno de sus referentes en los ¨²ltimos tiempos, Trevor Booker, pero a cambio se hacen con un Jahlil Okafor (y Nik Stauskas) que abandona el ostracismo que viv¨ªa en Philadelphia para demostrar que es un jugador muy v¨¢lido en la NBA. Y es que, no lo olvidemos, se trata del n¨²mero 3 del draft 2015. El mismo que ahora compartir¨¢ vestuario con el n¨²mero 2 de ese mismo a?o, D'Angelo Russell (otro que busca olvidar su amargo paso por los Lakers). Y ojo, que Stauskas fue seleccionado en el puesto 8 del draft anterior, el de 2014.
Aunque de momento no sea para tirar cohetes, en Brooklyn comienzan a vislumbrar algo de luz. Y lo m¨¢s importante, tienen motivos para ello.?
*Para este reportaje se ha utilizado informaci¨®n obtenida en Basketball Reference y Real GM.