Ricky (20 y 4 triples) sigue de dulce y los Jazz, invictos en Utah

Los Jazz saben que para entrar en playoffs en este salvaje Oeste deben dejar escapar los m¨ªnimos partidos posibles en casa. De momento est¨¢n cumpliendo con esta premisa a la perfecci¨®n. No arrancaron bien ante los Mavericks, pero remontaron 14 puntos (37-51, minuto 20) para apuntarse un c¨®modo triunfo (104-89) en la segunda mitad y seguir invictos en el Vivint Smart Home Arena: cuatro de cuatro. Un pleno que sigue en vigor gracias a las destacadas actuaciones de Ricky Rubio (ahora hablaremos de ¨¦l con m¨¢s detalle), Rudy Gobert (partidazo del franc¨¦s: 17 puntos, 12 rebotes, 6 asistencias y 6 tapones) y la explosi¨®n anotadora de Rodney Hood (25 tantos del escolta). El tr¨ªo, el mismo sobre el que se debe sustentar este proyecto de los Salt Lake City junto a la defensa, se encarg¨® poner el mejor broche posible en el 51 cumplea?os de Quin Snyder.

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Los Jazz, como se esperaba, son ya una de las mejores defensas de toda la NBA (son cuartos en ratio defensivo, solo superados por Celtics, Raptors y Thunder). A menudo se dice que los partidos se ganan precisamente desde la defensa. Pero para ganarlos se necesitan puntos. Y en Utah, sobre todo tras la marcha de Gordon Hayward, no andan muy sobrados. De ah¨ª la importancia de los 15 tantos que Hood firm¨® en el tercer periodo (de ah¨ª ese 32-15 de parcial). Si el escolta est¨¢ acertado la defensa contraria tiene que abrirse m¨¢s, dejando m¨¢s espacios para el resto de compa?eros y el aro m¨¢s despejado para un Gobert que sabe que debe aumentar su producci¨®n ofensiva.

Aqu¨ª tambi¨¦n entra en escena Ricky Rubio. Un generador de juego y suministrador de balones de probada eficacia, al que sin embargo hace tiempo le persigue la sombra de no ser un buen anotador. Y eso, en Utah (un equipo al que, recordamos, le faltan puntos), corr¨ªa el peligro de convertirse en un problema a¨²n mayor. Sin embargo los mejores pron¨®sticos se han cumplido y el espa?ol no solo mantiene el gran rendimiento de los ¨²ltimos meses del pasado ejercicio, sino que lo ha est¨¢ aumentando. Cree en s¨ª mismo y en su mu?eca. De ah¨ª que no dude a la hora de pararse en un tiempo cuando penetra a la salida del bloqueo. Ese tirito tan aseado de cuatro metros ha disparado su confianza. Tanto que hasta recurre a ¨¦l para finalizar contraataques para tal y como se vio en la gran segunda parte que firm¨® ante Dirk Nowitzki y compa?¨ªa.

Se le ve a gusto sobre el parqu¨¦. Ha recuperado la frescura de sus inicios y ¨¦l lo sabe. Como l¨ªder del equipo que es, gesticula a una grada que se ha metido en el bolsillo. Fue ovacionado y acab¨® con 20 puntos (8/15 en tiros, incluido un 4/8 desde m¨¢s all¨¢ del arco), 2 rebotes, 6 asistencias y 4 robos (como ya le pasara a Lonzo, otro destacado base de la nueva camada de rookies, Dennis Smith Jr., tambi¨¦n sufri¨® ante ¨¦l). Es muy pronto para sacar conclusiones, pero salvo en el primer encuentro, en todos ha anotado en dobles figuras. Una producci¨®n que se ha disparado en los dos ¨²ltimos compromisos en los que por primera vez ha encadenado cuatro bingos consecutivos (8/15) de un total de cinco noches en la NBA con 4 o m¨¢s aciertos desde la l¨ªnea de tres. Promedia 15,7 puntos (m¨¢s 4,9 rebotes, 7,3 asistencias y 2,1 robos), con un 43% en tiros de campo (un 2,8% mejor que el mejor dato de su carrera NBA) y convirtiendo 1,9 triples de promedio. En ninguna de sus seis anteriores campa?as logr¨® superar el 0,8 por partido. Conviene no lanzar las campanas al vuelo... pero cuesta. Hay muchas ganas de seguir disfrutando de este Ricky Rubio.