Los Warriors, a por el 4-0: anillo, venganza y r¨¦cord hist¨®rico

Durante tres partidos, los Cavaliers han ido acortando distancias con los Warriors como buenamente han podido: del desastre del primero a un buen primer tiempo en el segundo y a 45 minutos en los que seguramente fueron mejores a los puntos en el tercero. Pero la Final 2017 est¨¢ 3-0, una distancia que jam¨¢s se ha remontado en ninguna ronda de playoffs y puede terminar esta noche, en The Q. Menos de 48 horas despu¨¦s de que la eliminatoria pasara de estar a punto de reabrirse a quedar materialmente sentenciada con ese 0-11 en tres minutos que ha terminado de elevar a Kevin Durant (destino MVP) y ha llenado de cr¨ªticas el entorno de los Cavs: disposici¨®n heroica de sus estrellas pero pobre ejecuci¨®n final y demasiadas piezas fuera de foco para la exigencia hist¨®rica que suponen estos Warriors.

Los Cavs tratar¨¢n de ganar al menos un partido, regalarse un par de d¨ªas m¨¢s de temporada (y a ver qu¨¦ pasa, si es que pasa algo) y como m¨ªnimo no entregar su corona de campeones en su pista, donde los Warriors ya ganaron en 2015. Como ellos en 2016, en el Oracle: la primera trilog¨ªa de la historia de las Finales podr¨ªa cerrarse con tres t¨ªtulos ganados en pista contraria. Steve Kerr, de hecho, ha ganado siempre al menos un partido a domicilio en toda su etapa como entrenador de los Warriors (12 eliminatorias en tres temporadas). Y si LeBron pierde esta noche o en el quinto partido, ser¨¢ la primera en la que no gana fuera de su pista desde las semifinales del Este de 2009, ante los Magic de Dwight Howard (lleva 30 consecutivas).

La cuesti¨®n es: ?han podido los Cavs reponerse f¨ªsica y mentalmente tras el tremendo esfuerzo y el descomunal golpe que recibieron el mi¨¦rcoles? Parece poco probable. En el tercer partido volvieron a acabar extenuados aunque hab¨ªa habido un d¨ªa extra de descanso. ?Les liberar¨¢ tener la derrota casi asimilada o les derribar¨¢n con m¨¢s facilidad las tremendas embestidas de un rival que seguramente jugar¨¢ con todo y sin atisbo de complacencia? Los Warriors no quieren tentar a la suerte despu¨¦s de perder una ventaja de 3-1 hace un a?o. Pero, no nos enga?emos, tambi¨¦n quieren culminar su particular venganza contra LeBron y sus Cavs y, desde luego y ahora que est¨¢ a tiro, dejar atr¨¢s a los Lakers 2001 (15-1) y firmar los primeros playoffs perfectos de toda la historia de la NBA: el 16-0 se unir¨ªa al 73-9 de Regular Season y a lo que ahora mismo son 253 victorias (ser¨ªan 254) desde el inicio de la era Kerr en el oto?o de 2014: 207-39 en Regular Season, 46-14 en playoffs, 253-43 total en 306 partidos. Un 82,6% de victorias con un volumen total que ning¨²n equipo, ni los Bulls del segundo threepeat de Michael Jordan, ha alcanzado. En definitiva: otra victoria hoy dar¨ªa munici¨®n de primera a quienes desde ma?ana quisieran defender (habr¨ªa: no pocos) que estamos viendo al mejor equipo de la historia de la NBA.

Seguramente sea ya tarde para esperar que aparezca Tristan Thompson, que el banquillo aporte con una cierta (y m¨ªnima) consistencia o que LeBron no acabe los partidos agotado en las Finales de mayor ritmo de posesiones de todas las que ha jugado en su carrera. No puede permitirse descansar: +7 en sus 46 minutos en pista en el tercero¡­ y derrota por cinco puntos con un -12 en dos minutos en los que los Cavs tuvieron seis posesiones y en cinco dieron uno o ning¨²n pase (y la sexta acab¨® en p¨¦rdida). Y eso le aboca a unos ¨²ltimos cuartos de pesadilla: 11 puntos con un 4/11 en tiros por los 31 puntos en 10/15 de Kevin Durant. LeBron tira en un 70 y un 71% en los dos primeros cuartos, baja al 40% en el tercero y se hunde al 36 en el cuarto. Si juega lo que necesita su equipo que juegue, termina fundido. Si descansa m¨¢s, los Cavs pierden a los Warriors de vista. Aparentemente no hay soluci¨®n.

Si ganan los Warriors ser¨ªa solo el tercer 4-0 en Finales del siglo XXI, despu¨¦s del de los Lakers a los Nets en 2002 y del de los Spurs a los Cavs de LeBron (que quedar¨ªa 3-5 en ocho Finales) hace una d¨¦cada, en 2007. Doce veces se ha puesto 3-0 la lucha por el anillo y en ocho el campe¨®n ha sentenciado en el cuarto partido. Por si los Cavs sue?an con el milagro de los milagros, los Warriors han ganado 30 de sus ¨²ltimos 31 partidos, no pierden con el big four en el quinteto inicial desde el 28 de febrero (y entonces, en Washington, se lesion¨® Kevin Durant nada m¨¢s comenzar el partido) y no han perdido cuatro partidos seguidos con Steve Kerr a los mandos: la ¨²ltima vez, entre el 26 de febrero y el 2 de marzo de 2013. Hace m¨¢s de cuatro a?os¡­ y todos fuera de casa.

El BPI de ESPN da ya menos de un 1% de opciones de ser campeones a los Cavs, que cuentan con apenas un 38% de posibilidades de escapar hasta un quinto partido (el lunes) y menos de un 5% de regresar a Cleveland para el sexto. La NBA est¨¢ viendo, y el todav¨ªa campe¨®n lo est¨¢ sufriendo, la realizaci¨®n de la promesa que flotaba en el aire cuando Kevin Durant anunci¨® que jugar¨ªa en los Warriors: la mutaci¨®n definitiva de un equipo ya temible, una m¨¢quina de baloncesto pr¨¢cticamente perfecta que, no hay que perderlo de vista, es mucho m¨¢s que la suma de sus partes, m¨¢s que una simple aritm¨¦tica de talento que seguramente tambi¨¦n habr¨ªa bastado. Los Warriors quieren el t¨ªtulo, la cabeza de los Cavs en su guarida y el 16-0. ?Puede lo que queda de LeBron y compa?¨ªa hacerles frente al menos una vez? Parece dif¨ªcil pero esta noche, tal vez la ¨²ltima de la temporada 2016-17 en la NBA, lo averiguaremos.