El error garrafal que ayud¨® a desatar la peor pelea de siempre
"Jamaal Tinsley y Ron Artest se pusieron a hablar sobre una personal que Ben Wallace cometi¨® sobre el segundo en los anteriores playoffs", revela ahora Stephen Jackson...
19 de noviembre de 2004. Una dura personal de Ron Artest (hoy en d¨ªa conocido como Metta World Peace) sobre Ben Wallace desat¨® la mayor pelea que ha conocido la NBA en su historia. La trifulca, bautizada como 'Malice at the Palace') dio la vuelta al mundo muchos a?os antes de que los contenidos y comentarios se viralizaran a trav¨¦s las redes sociales. En aquel lamentable incidente se vieron involucrados jugadores de los Pistons, Pacers y varios aficionados presentes aquella noche en el Palace de Auburn Hills ¡ªel mismo pabell¨®n del que Detroit se despidi¨® hace poco m¨¢s de un mes¡ª.
"Todos sabemos que Ron no est¨¢ en sus cabales. No necesitaba a nada ni nadie para cometer una estupidez. Era capaz de armar follones por s¨ª solo, pero Jamaal Tinsley aviv¨® el fuego al recordarle aquello. Una decisi¨®n absurda. Acto seguido, dej¨¦ a Wallace v¨ªa libre al aro, cuando Ron apareci¨® de la nada y le golpe¨® en el aire. Muy poca gente recuerda que Ben acababa de perder a su madre. Ni siquiera iba a jugar aquel partido, pero apareci¨® sin estar preparado mentalmente. Empuj¨® a Artest tan fuerte que ni siquiera pens¨¦ que sobreviviera. Hab¨ªamos ganado el partido y quer¨ªamos irnos de all¨ª, as¨ª que lo ¨²nico que trat¨¢bamos de hacer era tranquilizar a Ron. Lo conseguimos: ?nunca le hab¨ªamos visto tan relajado! Hasta que un refresco cay¨® sobre su cara ¡ªse encontraba tumbado sobre la mesa de anotadores, algo que mucho entendieron como un gesto de provocaci¨®n¡ª y perdi¨® el norte", rememora.
Acto seguido lleg¨® la escalada por la grada de Artest persiguiendo al autor del lanzamiento y posteriormente las del propio Jackson y Ben Wallace que pusieron el broche a uno de los mayores sonrojos de siempre en las cuatro grandes ligas del deporte estadounidense. "?Crees que nos vamos a buscar problemas?', fue lo primero que Ron me pregunt¨®. 'Tendremos suerte si podemos seguir dedic¨¢ndonos a esto', le contest¨¦. Pens¨¦ que mi carrera se hab¨ªa terminado aquel d¨ªa", concluye Stephen Jackson.