La carta que Ibaka necesitaba: impulsar su carrera en Toronto
Analizamos los detalles del traspaso entre los Raptors y Magic. Ambas partes salen beneficiadas. Serge no puede desaprovechar esta oportunidad. Cavaliers vs Warriors: 4? partido Final NBA
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A Serge Ibaka le ha llegado el momento de relanzar su carrera en Toronto. Tras convertirse en el jugador m¨¢s intimidador de la NBA a principios de d¨¦cada y en el complemento ofensivo ideal para la dupla Durant-Westbrook en los Thunder (no olvidemos que en 2012 Sam Presti y los Thunder apostaron con muchas m¨¢s claridad por ¨¦l como tercera pata del proyecto de los por entonces finalistas en detrimento de James Harden), sus ¨²ltimas temporadas no han cumplido con las expectativas previstas. Es cierto que sus n¨²meros se han mantenido m¨¢s o menos estables, pero tampoco han experimentado ninguna explosi¨®n digna de menci¨®n. Las sensaciones transmitidas en estos ¨²ltimos a?os confirman este estancamiento. En la 2014-15, coincidiendo con las ausencias por lesi¨®n de Durant y Westbrook, no supo ser ese l¨ªder que en OKC tanto necesitaban. Perdi¨® la oportunidad de demostrar al mundo NBA (y de demostrarse as¨ª mismo) que pod¨ªa convertirse en ese perfil de jugador capaz de llevar sobre sus hombros el peso de una franquicia, o al menos de ejercer como escudero de garant¨ªas de una superestrella (caso de Pau Gasol en los Lakers). No fue as¨ª y poco a poco fue perdiendo importancia en los Thunder. En los ¨²ltimos Playoffs, Steven Adams y Enes Kanter le robaron el protagonismo en el juego interior.
Su ¨¦poca en Oklahoma lleg¨® a du fin en la noche del draft 2016. Encarando su ¨²ltimo curso de contrato, Sam Presti le encontr¨® acomodo en Orlando v¨ªa traspaso a cambio de Ilyasova, Oladipo y el reci¨¦n drafteado Domantas Sabonis (luego entraremos a valorar el movimiento de los Magic). Estos ¨²ltimos meses en Florida su protagonismo ofensivo creci¨® a la par que se confirmaba su cada vez menor influencia bajo el aro. La coexistencia con Vucevic y Biyombo no hizo otra cosa que alejar su zona de acci¨®n. Las opciones de impulsar su carrera y conseguir un mejor contrato decrec¨ªan cada d¨ªa que pasaba en una franquicia sin rumbo. Su situaci¨®n no invitaba al optimismo. Una impresi¨®n confirmada en las ¨²ltimas horas por su entorno: el jugador cada vez entend¨ªa menos las demandas de su ya exentrenador, Frank Vogel. Y en estas apareci¨® Masai Ujiri. El general manager de Toronto acudi¨® al rescate de su compatriota de continente.
Era evidente que los Raptors necesitaban dar un golpe de tim¨®n para reconducir un proyecto que en las ¨²ltimas semanas ha dado los primeros s¨ªntomas de agotamiento. Con Valanciunas lejos de ser ese gran dominador que en Canad¨¢ preve¨ªan, Toronto se desangraba lentamente por la pintura. Kyle Lowry y DeMar DeRozan, dos all stars en el mejor momento de su carrera, no pod¨ªan sostener ya m¨¢s el peso de la franquicia por s¨ª mismos. A falta de conocer qu¨¦ versi¨®n veremos de Ibaka (la intimidadora y en¨¦rgica de sus primeros cursos o la m¨¢s tristona alejada del aro de los m¨¢s recientes) y c¨®mo conectar¨¢ con su nuevo socio (Valanciunas), para los Raptors contar con la pareja Valanciunas-Ibaka supone toda una inyecci¨®n de moral. Y es que la llegada del hispanocongole?o refuerza notablemente la posici¨®n de ala-p¨ªvot, la gran tara de un roster que contaba con relevos de cierta garant¨ªa en el resto de posiciones.
Desde un punto de vista deportivo, los dinosaurios podr¨¢n ahora mejorar sus carencias defensivas con un hombre como Serge. Un salto de calidad que ser¨¢ todav¨ªa mayor si, como venimos recalcando, desempolva sus registros en tapones de los primeros a?os. Lo consiga o no, resulta indudable que su presencia atr¨¢s dotar¨¢ a los Raptors de m¨²sculo e intimidaci¨®n y liberar¨¢ de cierta responsabilidad a Valanciunas, lo que a su vez le permitir¨¢ estar m¨¢s fresco para medirse a los centers rivales en la ofensiva. Adem¨¢s, y pasando ya a hablar del ataque, su capacidad para jugar abierto permitir¨¢ abrir el campo. Lo que agradecer¨¢n las penetraciones de DeRozan y Lowry. Si logra encontrar el equilibrio entre hacer da?o dentro y sacar partido de su movilidad, ¨²ltimamente empleada m¨¢s como norma que como recurso, el ataque de Toronto ganar¨¢ mucha riqueza. Sin olvidar la experiencia que aportar¨¢ el ex del Manresa, el jugador que de largo m¨¢s partidos ha disputado en Playoffs de la plantilla. Al margen de esto, que Terrence Ross haya sido el sacrificado para el aterrizaje del internacional espa?ol, redobla la apuesta del front office ¡®raptor¡¯ por Norman Powell. La hora de la verdad ha llegado.
Desde un plano econ¨®mico, el trade por Ibaka puede conllevar m¨¢s riesgos. Adem¨¢s del dinero que tengan invertir para retener a Lowry este verano (quien siguiendo la l¨®gica del mercado optar¨¢ por salirse de su actual contrato), hay que tener en cuenta que Ibaka llega con la vitola de expiring (jugador que a partir de julio podr¨¢ negociar libremente con cualquier equipo). Dar una primera ronda de draft (aunque no muy valiosa) y a un jugador como Ross (su cuarto m¨¢ximo anotador en lo que llevamos de curso) por unos meses de Ibaka puede no ser tan buen negocio. Ujiri trabajar¨¢ para que no sea as¨ª. El director deportivo har¨¢ cuanto est¨¦ en su mano para renovarle este pr¨®ximo verano. Esa es la intenci¨®n y deseo de la franquicia canadiense. No hay que olvidar que en junio de 2016 ya puso sobre la mesa de los Thunder un traspaso con el ¡®cuatro¡¯ como ¨²nico objetivo. M¨¢s all¨¢ de las especulaciones futuras que siempre van ligadas a estos movimientos, Toronto ha cerrado una operaci¨®n muy beneficiosa para sus intereses. Al mismo tiempo que asesta el primer gran golpe en el cada vez m¨¢s inminente cierre de mercado (trade deadline). Con las connotaciones positivas desde un punto de vista psicol¨®gico que esto significa.
Por parte de los Magic, si nos situamos en junio de 2016 el resumen que podemos hacer es que para conseguir una primera ronda para el draft 2017 (la peor de las dos que ten¨ªan los Raptors hasta el d¨ªa de ayer) y a Terrence Ross (un buen jugador que no deja de ser un complemento) han entregado como moneda de cambio a Ersan Ilyasova, Victor Oladipo, Domantas Sabonis (11 del ¨²ltimo draft) y Serge Ibaka. Un fiasco may¨²sculo. Pero, si conseguimos abstraernos del primer traspaso con los Thunder, en este segundo logran al menos salvar la cara. En vez de perder a Ibaka a cambio de nada (hubiese resultado muy extra?o que acabase ampliando su vinculaci¨®n con los Magic), logran una ronda de draft y a un Ross que, de no ser incluido en alguna futura operaci¨®n, podr¨ªa salirles m¨¢s barato que Jeff Green para desempe?ar una labor similar. Indudablemente, mejor eso que nada. Otro menester son los planes que Rob Hennigan tenga entre manos para tratar de dotar de cierto sentido al actual proyecto (si es que a¨²n puede recibir tal consideraci¨®n).