Es oficial: Golden State Warriors cambiar¨¢ de ciudad en 2019
Warriors vs Lakers en vivo y en directo online, NBA
Golden State Warriors ha dado oficialidad y ha puesto fechas a un movimiento que era un hecho cantado salvo que mediara imprevisto dram¨¢tico: la franquicia se traslada a San Francisco. El 17 de enero se pondr¨¢ la primera piedra del nuevo pabell¨®n, el Chase Center (en un acto en el que estar¨¢n entre otros el principal propietario Joe Lacob, el entrenador Steve Kerr y Kevin Durant) que se alzar¨¢ en Mission Bay, una de las zonas m¨¢s populosas y acaudaladas de San Francisco. All¨ª (300 South Street), un balc¨®n hacia la Bah¨ªa con capacidad para m¨¢s de 18.000 personas, comenzar¨¢ el futuro de la franquicia, que ha elegido con mucho cuidado la fecha de esta ceremonia: el 17 de enero se sit¨²a entre el Warriors-Cavaliers que se disputar¨¢ un d¨ªa antes en Oakland y el Thunder-Warriors que se jugar¨¢ un d¨ªa despu¨¦s en Oklahoma City. El segundo y ¨²ltimo Warriors-Cavs antes de una hipot¨¦tica tercera final seguida y el primer partido de Durant en OKC con camiseta enemiga. Desde luego, toda la atenci¨®n de la prensa deportiva del pa¨ªs gravitar¨¢ en esos d¨ªas en torno a los Warriors.
50 a?os m¨¢s en la Bah¨ªa...
El primer partido de los Warriors en su nueva ciudad y su nueva pista ser¨¢, deber¨ªa ser, el inaugural de la temporada 2019-20. El presidente Rick Welts no ocult¨® durante el anuncio su satisfacci¨®n: ¡°Este era nuestro objetivo, tener un centro deportivo como este en San Francisco, para la ciudad y para toda la Bah¨ªa. El Chase Center ser¨¢ un destino para todos y trabajaremos para que aporte experiencias ¨²nicas a los aficionados a la NBA y a los que asistan a conciertos, eventos, espect¨¢culos familiares¡¡±. ¡°Este nuevo pabell¨®n asegura que nuestros amados Warriors se quedar¨¢n en la Bah¨ªa y llenar¨¢ un vac¨ªo en lo que se refiere a instalaciones de la ciudad de San Francisco¡±, se?al¨® por su parte el alcalde, Ed Lee. El amor mutuo es un hecho, claro.
Este nuevo pabell¨®n en pleno coraz¨®n de San Francisco era una aspiraci¨®n de Joe Lacob desde que uno de sus grupos empresariales irrumpi¨® como propietario de los Warriors en 2010 (a cambio de 450 millones de d¨®lares). De hecho sus planes primigenios pasaban por una mudanza antes de la temporada 2017-18 que finalmente se ha tenido que retrasar. Por el camino ha habido un cambio de ubicaci¨®n y muchas negociaciones, las m¨¢s duras con grupos de vecinos y asociaciones medioambientales que han puesto en jaque al proyecto, de financiaci¨®n privada, hasta donde les ha sido posible. Para su aprobaci¨®n final, los Warriors han tenido que firmar un estricto plan urban¨ªstico y medioambiental para el que ha sido clave la apertura, tambi¨¦n prevista para 2019, de nuevas l¨ªneas de metro que aliviar¨¢n el tr¨¢fico de la ciudad y que har¨¢n parada, claro, en ese lujoso Chase Center que pasar¨¢ a ser una de las joyas de la corona para una de las ciudades m¨¢s visitadas del mundo y que coronar¨¢ un complejo de 4,4 hect¨¢reas que incluir¨¢ restaurantes, cafeter¨ªas, oficinas, plazas abiertas y otras zonas para uso p¨²blico que rodear¨¢n una zona verde abierta a la Bah¨ªa. Ser¨¢n, adem¨¢s, las primeras instalaciones de este tipo en el deporte estadounidense en terrenos privados y cuya financiaci¨®n habr¨¢ sido tambi¨¦n completamente privada.
El sue?o de Franklin Mieuli
¡°Los Warriors han sido el equipo de la Bah¨ªa durante m¨¢s de 50 a?os. Este paso garantiza que lo seguir¨¢ siendo otros 50¡ y m¨¢s all¨¢¡±, remach¨® Welts. Y desde luego, discurso triunfalista al margen, no le falta raz¨®n. Los Warriors, uno de los miembros fundadores de la NBA, tienen 71 a?os. Fundados en 1946, pasaron 16 a?os en Philadelphia antes de irse a San Francisco en 1962. Un sue?o que le cost¨® 850.000 d¨®lares visionario Franklin Mieuli, el primer due?o del equipo en la Costa Oeste, ya fallecido y recordado por su eterno sombrero al estilo Sherlock Holmes y por sus revolucionarias ideas para anclar a la sociedad californiana a un equipo que no fue recibido precisamente con grandes aclamaciones: en el primer partido en San Francisco apenas se lleg¨® a los 5.400 espectadores. Y de ah¨ª se pas¨® a rondar los 2.000. Mieuli (¡°una especie de Mark Cuban con menos dinero¡±, dicen quienes le conocieron), renov¨® el logo del equipo a partir del ya ic¨®nico c¨ªrculo. Su inspiraci¨®n fue un sello del club de Micky Mouse que le hab¨ªa visto en su d¨ªa a su padre.
Su siguiente creaci¨®n, primero casi una aberraci¨®n c¨®mica y hoy una de las m¨¢s m¨ªticas del deporte estadounidense, fue la camiseta con los s¨ªmbolos de la ciudad dentro de esos c¨ªrculos: el Golden Gate delante, un tranv¨ªa detr¨¢s. Y ese ¡°The City¡± que le recordaba a sus viajes a aquella gran urbe, San Francisco, cuando era todav¨ªa ni?o muy impresionable, m¨¢s llegando desde la San Jos¨¦ en la que crec¨ªa. Los pasos de Mieuli fueron tan capitales, o seguramente m¨¢s, que la imponente presencia deportiva de Wilt Chamberlain y Rick Barry.
Pero en 1971, y por falta de acuerdo con las autoridades municipales para la financiaci¨®n y construcci¨®n de un nuevo pabell¨®n, los Warriors se fueron a Oakland. Y all¨ª comenz¨® la historia actual, del t¨ªtulo de 1975 al de 2015. El Run TMC, el We Believe, los Splash Brothers¡ y Oakland, el lado duro de la Bah¨ªa, la hermana pobre de la vecina San Francisco que se abre hacia el este, la transici¨®n hacia los suburbios de San Leandro (donde creci¨® Damian Lillard), enmarcados por ese vetusto Oracle Arena que se alza como un coloso de otra ¨¦poca, ya m¨¢s rom¨¢ntico que viejo, rodeado por aparcamientos interminables y carreteras gigantescas: otra ¨¦poca del deporte estadounidense y otra ¨¦poca de una ciudad que podr¨ªa perder tambi¨¦n a los Raiders (NFL) e incluso a los Athletics (MLB), y que trata de salvar lo que puede de su deporte profesional, el gran basti¨®n de una imagen p¨²blica por lo dem¨¢s imposible de reconducir hasta hace apenas un pu?ado de a?os. Demasiados lustros de paro, de violencia, de cultura de bandas y droga. Oakland era para el resto de Estados Unidos un grano en el perfecto cutis de San Francisco, el reverso oscuro del sue?o americano. La ciudad de la que se dec¨ªa que el n¨²mero de j¨®venes de raza negra que iban a la universidad no era mayor que de los que mor¨ªan tiroteados. La que escandaliz¨® al pa¨ªs cuando las televisiones emitieron en 1986 im¨¢genes del entierro del capo de la droga Felix Mitchell: una procesi¨®n multitudinaria con catorce limusinas flanqueando al cad¨¢ver, transportado por un coche de caballos.
Oakland y los Warriors: la distancia es un hecho
Oakland nunca fue querida por la parte biempensante de Estados Unidos. No es un lugar bonito, ni sencillo, ni seguro seg¨²n por donde se camine. Pero tiene alma. Y tiene la bonanza de una generaci¨®n joven (arte, gastronom¨ªa, sector tecnol¨®gico¡) que se est¨¢ mudando all¨ª y la est¨¢ comenzando a redefinir, cansada de los imposibles precios de la vivienda en San Francisco. Para esa Oakland no ha habido mejor noticia ni mejor campa?a publicitaria que la que, con su sola explosi¨®n medi¨¢tica, le han hecho Warriors de Stephen Curry. Pero tambi¨¦n la misma Oakland cuyos aficionados, el viejo latido del coraz¨®n de los Warriors, ha ido vaciando el Oracle Arena ante los desorbitados precios de unas localidades que han pasado a ser ocupadas por una riada de nuevo p¨²blico que llega desde los sectores m¨¢s adinerados de San Francisco. En las ¨²ltimas Finales (incluso, afinando, en la comparaci¨®n entre las de 2015 y las de 2016) se pod¨ªa percibir ese nuevo ambiente m¨¢s glamuroso pero desde luego menos intimidante para los rivales.
?C¨®mo afectar¨¢ esta noticia a esa relaci¨®n que ya se distanciaba con la ciudad que se acaba? Es una pregunta que ser¨¢ engullida por el excelente negocio que hacen los Warriors, que dan un golpe empresarial y deportivo de m¨¢xima magnitud, que trasladar¨¢n el que ahora mismo es el equipo m¨¢s atractivo de la NBA (uno de los m¨¢s atractivos de la historia¡) al coraz¨®n de uno de los principales mercados del planeta. Esa fue siempre la intenci¨®n de Lacob, no oculta, y ese es, en definitiva, el signo de los tiempos. Que se congelar¨¢n definitivamente en los alrededores de ese Oracle Arena que se funde al negro y que pronto solo ser¨¢ los ecos que se apagan de lo que fue. Como tantas otras cosas en el deporte actual.