Los Blazers sufren pero ya retan (4-2) a los Warriors sin Curry

Y ah¨ª van los Clippers. Otro a?o m¨¢s, el cuarto seguido en el que son eliminados en una eliminatoria de playoffs een la que hab¨ªan tenido ventaja, algo que solo le hab¨ªa sucedido a los Celtics 1990-93. Ah¨ª va otra oportunidad, que seguramente no era tal con Warriors y Spurs por el camino, y otro a?o perdido en plena crisis del vecino, los Lakers, que seguramente se alzar¨¢n en alg¨²n momento y les volver¨¢n a mandar al rinc¨®n de pensar de Los Angeles. Esta vez, claro, hay coartada y orgullo. Esto no es la remontada rid¨ªcula que permitieron a los Rockets el a?o pasado cuando ten¨ªan en el bolsillo la primera final de Conferencia de su historia. La buena noticia es que esta vez los Clippers se van con la cabeza alta. La mala: que, sea como sea, se van. Otra vez.

Coartada: las lesiones de Chris Paul y Blake Griffin dejaron en el chasis al equipo, en lo deportivo y en lo emocional. No se trataba de no caer ante los Blazers sino de pensar en no hacerlo... y? jugar luego contra los Warriors, incluso sin Stephen Curry. Un planteamiento agotador. As¨ª les pasan las cosas a los Clippers: horas despu¨¦s de que el esguince de rodilla del mejor jugador de la NBA les diera ciertas esperanzas, lleg¨® ese cuarto partido en el que les pas¨® todo. Y en el sexto (106-103 final), Redick rindi¨® poco entre molestias y personales tempranas, DeAndre Jordan (15 puntos, 20 rebotes) se torci¨® el tobillo en el ¨²ltimo cuarto, volvi¨® a jugar y se fue directo a la sala de rayos X en cuanto termin¨® el partido. Y Austin Rivers ense?¨® un coraz¨®n de guerrero que result¨® emocionante. Mediado el primer cuarto recibi¨® un codazo brutal de Aminu. Se fue, recibi¨® once puntos de sutura y volvi¨® para liderar la resistencia fan¨¢tica de un equipo cogido con alfileres, desesperado. Anot¨® 14 puntos en el tercer cuarto y 21 totales. Sin p¨¦rdidas de bal¨®n, con 8 asistencias y 6 rebotes. Y, literalmente ciego de un ojo, termin¨® derramando sangre y abrazado a los jugadores de los Blazers. M¨¢ximo respeto.

Jamal Crawford asumi¨® el mando, le tocaba, y se fue a 32 puntos (22 en el primer tiempo) con 25 tiros. Fall¨® la canasta del posible empate con 105-103, forzando mucho pero despu¨¦s de haber devuelto a su equipo al partido de forma incre¨ªble: 103-97 a falta de 90 segundos, 103-103 tras cuatro puntos y una asistencia del Mejor Sexto Hombre de la temporada. Al final resolvieron un rebote de ataque y dos tiros libres de Mason Plumlee, seguramente tras pasos de McCollum. Plumlee, el jugador de la serie: tras sus 4 puntos, 5 rebotes y 0 asistencias del primer partido ha terminado promediando 8+13,2+5,7. Clave (5 rebotes de ataque) en la pelea de perros que fue este sexto encuentro y clave durante la reacci¨®n (los Blazers ven¨ªan de un 2-0 en contra y un -41 tras el primer paso por L.A.) como v¨¢lvula de escape a las ayudas defensivas sobre Lillard y McCollum, partiendo la zona y doblando pases para esa mara?a de secundarios m¨®viles que forman Harkless, Davis, Aminu, Henderson, Crabbe¡­

Los Blazers, del susto... a los Warriors

Los Blazers sintieron presi¨®n. Una tonelada de angustia que casi les sepulta (por detr¨¢s despu¨¦s de tres cuartos, 80-82, y vivos finalmente de milagro) porque son un equipo que no deber¨ªa estar donde est¨¢. Tras el ¨¦xodo de Aldridge, Batum, Matthews, Lopez y Afflalo: desde la zona cero a la segunda ronda de playoffs y a un duelo contra el campe¨®n sin (al menos en el primer tramo de la semifinal) Stephen Curry. Ya han hecho mucho m¨¢s de lo que se esperaba de ellos, ahora solo les queda seguir disfrutando en un a?o de ensue?o, reconstrucci¨®n y fundaci¨®n todo en uno y todo por la v¨ªa expr¨¦s. Damian Lillard, es su trabajo, sostuvo a un equipo terriblemente fall¨®n, agarrotado, en el primer cuarto (el base anot¨® 14 de los 24 puntos totales). Pero luego tuvo m¨¢s problemas para anotar, sobre todo en las jugadas decisivas. Termin¨® con 28 puntos y 7 asistencias pro los 20+4 de CJ McCollum, tambi¨¦n muy exigido por los ajustes defensivos de Doc Rivers pero que surgi¨® a tiempo en el ¨²ltimo cuarto. A su alrededor, Henderson (8 puntos), el citado Plumlee (esta vez 9+14+4) y un Crabbe (13) que ha ido descaradamente a m¨¢s seg¨²n ha avanzado la serie.

Un bloque peligroso, feliz y sin nada que perder, con muchas semejanzas (a escala mucho m¨¢s humana) a ellos mismos. Eso es lo que les espera a partir de ma?ana (21:30, menos de 48 horas de descanso para los de Stotts con viaje incluido) a los Warriors con los Blazers, en una serie que promete mucha diversi¨®n y a la que la baja de Curry deja una puerta abierta. Peque?a, quiz¨¢ solo una rendija, pero lo suficiente para que, tal vez, se cuele por ella ese competidor felino llamado Damian Lillard. Sigue el sue?o de los Blazers, sigue la pesadilla de los Clippers y siguen los playoffs. M¨¢s madera.