GU?A NBA | PORTLAND TRAIL BLAZERS
Portland Trail Blazers: del cierre de un proyecto al nacimiento de otro nuevo
Sin lamentar la marcha de cuatro titulares, uno de ellos LaMarcus Aldridge, los Blazers se han reformado para intentar volver a ser competitivos en el medio plazo.
Es f¨¢cil sentir simpat¨ªa por los Blazers, una franquicia en casi todo mod¨¦lica pero que no gana un anillo desde 1977 y cuyos jugadores suelen quejarse amargamente de que no se les reconoce lo suficiente porque est¨¢n en ese rinconcito al noroeste de Am¨¦rica en el que ya no les queda ni su vieja rivalidad con Seattle Supersonics. Los Blazers no rascan gloria desde aquella final del Oeste de 2000 en la que cayeron en el s¨¦ptimo partido, en el Staples y ante los Lakers de Kobe y Shaquille¡ que les remontaron quince puntos en los ¨²ltimos diez minutos. Era aquel equipo maravilloso de Rasheed Wallace, Steve Smith, Sabonis, Pippen, Stoudemire, Schrempf¡ El ¨²ltimo que gan¨® una eliminatoria de playoffs en Oregon hasta 2014. En total, ocho viajes a las eliminatorias en quince a?os para siete eliminaciones en primera ronda y una en segunda.
En Portland pueden escribir un libro sobre proyectos ganadores que se derriten casi sin previo aviso, los castillos de naipes que derriban las ventoleras de una NBA con, lo dijo Mark Cuban, un ganador y veintinueve perdedores por temporada. Hace menos de una d¨¦cada que muri¨® un equipo de m¨¢xima aspiraci¨®n por las lesiones de Greg Oden y Brandon Roy. Y en este pasado verano se nos ha ido otro: de uno de los mejores quintetos titulares de toda la NBA (y tras dos temporadas de 54 y 51 triunfos) s¨®lo queda Damian Lillard. Se han marchado Nico Batum, Wesley Matthews, Robin Lopez y, el gran trauma, LaMarcus Aldridge. Los Blazers son un equipo completamente nuevo, sin aspiraciones en la nueva temporada pero, otra vez, un futuro brillante a tiro.
Los Blazers, con criterio, han rechazado pelear por ser s¨¦ptimos u octavos del Oeste y han construido una rotaci¨®n con 14 jugadores de 25 a?os o menos, lista para desarrollarse alrededor y en paralelo a la imparable emergencia de Damian Lillard (25 a?os), alfa y omega tras la salida de Aldridge. Elecciones altas de draft en busca de su gran oportunidad y jugadores que dejaron discretas pero visibles se?ales para la esperanza en el ¨²ltimo tramo de la pasada temporada: McCollum y Leonard (de repente veteranos en el vestuario) y Al-Farouq Aminu, Mason Plumlee, Ed Davis, Noah Vonleh, Mo Harkless, Gerald Henderson... El nuevo curso no ser¨¢ f¨¢cil pero quiz¨¢ en unos tres a?os, y si esta vez el futuro no se les viene de nuevo encima, los aficionados de los Blazers recuerden este verano como el de la gran reconstrucci¨®n. Es una apuesta arriesgada pero en firme.
Juego exterior
Lillard, Lillard y Lillard: sobredosis de Lillard. Rookie del A?o en 2013, All Star en 2014 y 2015. El ascenso de Damian Lillard es irresistible y, en un equipo que se ha quedado sin m¨¢s referentes, ser¨ªa una sorpresa todo lo que no fuera una temporada descomunal por n¨²meros del base, uno de esos jugadores especiales a los que se les cae el talento de los bolsillos. El talento y el f¨ªsico: el liviano base de Weber State ha sido titular en los 82 partidos de sus tres temporadas en la NBA. Eso le ha ayudado a ser el jugador con m¨¢s triples en sus tres primeros a?os en la Liga (546, por delante de los 545 de Klay Thompson y los 491 de Kyle Korver).
Lillard promedi¨® la temporada pasada 21 puntos por partido tirando casi cuatro tiros menos por noche que LaMarcus Aldridge, que acaparaba m¨¢s de 20 lanzamientos de media. Ahora ser¨¢ capit¨¢n general en un ataque en el que tendr¨¢ una oportunidad de oro el escolta CJ McCollum, n¨²mero 10 del draft de 2013 que dej¨® actuaciones para la esperanza en los pasados playoffs. Gerald Henderson, que lleg¨® en el traspaso de Batum, deber¨ªa ser importante como veterano, jugador complementario y tal vez segundo anotador por detr¨¢s de, otra vez, Lillard. Para la parcela defensiva llega el alero Al-Farouq Aminu, cuya aportaci¨®n en Dallas pas¨® algo desapercibida la temporada pasada: 11,2 puntos y 7,2 rebotes de media en la eliminatoria de primera ronda ante Houston.
Juego interior
Con Chris Kaman como an¨¦cdota casi ex¨®tica (33 a?os y en temporada final de contrato), el lavado de cara del juego interior de los Blazers resulta fascinante, una de esas revoluciones que merecen ser seguidas con lupa. LaMarcus Aldridge (cinco a?os con m¨¢s de 21 puntos por partido y cuatro All Star) dej¨® la franquicia a la que lleg¨® en 2006 para buscar el anillo de campe¨®n en San Antonio. Justo cuando los Blazers le hab¨ªan emparejado por fin con un p¨ªvot capaz de hacerle el trabajo sucio en defensa: Robin Lopez, que a su vez se ha marchado con su alba?iler¨ªa a los Knicks.
A cambio, los Blazers han reunido a un pu?ado de jugadores que podr¨ªan formar una notable rotaci¨®n interior a largo plazo. El productivo Ed Davis y cuatro elegidos entre los n¨²meros 9 y 22 de los cuatro ¨²ltimos drafts. De ellos, Meyers Leonard ejerce de improvisado veterano despu¨¦s de tres temporadas en la franquicia. De desarrollo lento, tiene su gran oportunidad al lado del gran¨ªtico Mason Plumlee y de dos jugadores que pueden haber encontrado un ecosistema perfecto para su crecimiento: Mo Harkless, que no se entendi¨® con Jacque Vaughn en Orlando, y sobre todo Noah Vonleh, n¨²mero 9 en el estruendoso draft de 2014. Los problemas f¨ªsicos y su aire casi tierno (20 a?os) convirtieron su curso rookie, en los Hornets, en una salida en falso. Ahora, un 2,08 lleno de posibilidades, vuelve a empezar. Como estos Blazers.
Claves
1. Terry Stotts tiene el talante para guiar a un equipo joven cuyo objetivo no ser¨¢ ganar bastantes partidos hoy sino sentar las bases para poder ganar muchos ma?ana. En su haber est¨¢ que la franquicia asimile la transici¨®n sin traumas tras dos temporadas de m¨¢s de 50 victorias.
2. En un movimiento inteligente, los Blazers se han reformado para crear una generaci¨®n Lillard. Una vez roto el bloque anterior, no han optado por sobrepagar a veteranos para agarrarse a los playoffs sino por buscar jugadores que crezcan de la mano del base, su gran estrella (25 a?os).
3. El techo de Vonleh puede ser el de una estrella y jugadores como Harkless y Leonard apenas han rascado todav¨ªa su verdadero potencial. De ellos, y del cemento de Plumlee y la eficacia de Davis, depende que los Blazers tengan un juego interior muy interesante en un futuro a medio plazo.
Entrenador: Terry Stotts
Terry Stotts jug¨® (entre 1980 y 1990) en Italia, Francia y Espa?a (Estudiantes). E hizo despu¨¦s carrera como asistente de largo recorrido con un par de aisladas experiencias como head coach en Hawks y Bucks. La tercera, y por ahora definitiva, le lleg¨® en Portland, donde afronta su cuarta temporada y donde, con m¨¢s de 50 victorias en cada una, ha guiado al equipo a playoffs en las dos ¨²ltimas. Afronta un reto de primera magnitud en la reconstrucci¨®n de los de Oregon pero tiene el talante para hacerlo¡ y tambi¨¦n la capacidad. Su principal misi¨®n, que los j¨®venes desarrollen su talento y que estos Blazers sean un equipo defensivo fiable, algo que no ha terminado de conseguir en temporadas anteriores.
Estrella: Damian Lillard
Un jugador especial, uno de esos a los que siempre merece la pena ver jugar y de los que siempre puedes esperar cosas asombrosas. Lillard es ya una estrella de la NBA con galones y, tras la salida de Aldridge, el jugador franquicia de Portland Trail Blazers. Sin discusi¨®n.