Kobe y sus 2 a?os de motivaci¨®n para vengarse de los Celtics

Este mi¨¦rcoles Kobe Bryant visitar¨¢ el TD Garden por 23? vez en su carrera. Ser¨¢ la ¨²ltima ocasi¨®n que lo haga. Dejado atr¨¢s el Warriors-Cavaliers, no hay partido que acapare mayor atenci¨®n en la NBA durante estas navide?as fiestas. Aunque venido a menos, un Celtics-Lakers es el gran Cl¨¢sico de la NBA. El '24' lo sabe y no lo esconde. Sus Lakers visitaron antes Memphis y Charlotte, pero desde este ¨²ltimo fin de semana su atenci¨®n y sus recuerdos estaban puestos en Boston. Una ciudad en la que seg¨²n reconoce, se encuentra uno de sus restaurentes italianos favoritos. "No, no es broma. Me tomar¨¦ un buen vaso de limoncello y luego acudir¨¦ al Garden para competir y jugar", explic¨® en rueda de prensa tras caer el d¨ªa de Navidad ante los Clippers.

Kobe no olvidar¨¢ jam¨¢s sus batallas contra los Celtics y el cari?o especial que le ha mostrado su afici¨®n. Este pr¨®ximo mi¨¦rcoles tambi¨¦n ser¨¢ recibido con abucheos (le motivar¨ªan mucho m¨¢s si las circuntancias competitivas del encuentro fueran otras antes), pero llegar¨¢ un momento en el que la gente que llene el pabell¨®n se ponga en pie para rendirle un m¨¢s que merecido homenaje a quien ha sido el centro de sus cr¨ªticas durante casi dos d¨¦cadas. "Hay algo con ese verde (su color favorito, el los Celtics). Es un verde diferente al del resto del mundo. Es extra?o. Es un verde resplandeciente. Estoy deseando competir y volver a vivir ese ambiente una vez m¨¢s", concede.

Y es que no s¨®lo se trata de la rivalidad existente entre las dos franquicias m¨¢s legendarias y laureadas de la NBA, si no el reencontrarse con el oponente que ha acabado marcando el devenir de Kobe en su segunda etapa en la Liga, aquella en la que se convirti¨® en el ¨²nico y aut¨¦ntico l¨ªder de los Lakers tras la marcha de Shaquille O'Neal. Fue en Boston donde fue vapuleado en el sexto y ¨²ltimo partido de las Finales de 2008. Una espinita que se le qued¨® clavada en el coraz¨®n los dos a?os siguientes... hasta que pudo culminar su venganza en el 'Game 7' de la batalla por el anillo en 2010. Y para ilustrar este sentimiento, lo hace a trav¨¦s de dos canciones.

"Me acuerdo cuando est¨¢bamos perdiendo en aquel sexto encuentro. Son¨® aquella canci¨®n de Journey titulada 'Don't Stop Believin' y el pabell¨®n entero comenz¨® a cantarla. De verdad, odi¨¦ aquella canci¨®n los dos siguientes a?os. Pero la escuch¨¦ cada d¨ªa para acordarme de esa sensaci¨®n. Lo mismo con la de Dropkick Murphys ('I'm Shipping Up to Boston). No par¨¦ de escuchar a los Dropkick Murphys porque simplemente quer¨ªa recordar aquel sentimiento. As¨ª que regresar en 2010 y poder redimirme signific¨® mucho para m¨ª", relata. Un genio.

Paul Pierce

Pero lo vivido en los ¨²ltimos a?os de la primera d¨¦cada de los 2000 no hubiese sido lo mismo sin la existencia de su n¨¦mesis en Boston: Paul Pierce. 'The Truth' ha personificado el orgullo verde como Bill Russell o Larry Bird hicieron en su d¨ªa. Y en parte lo sigue haciendo, pese a que lleve m¨¢s de dos a?os y medio fuera de la disciplina de los de Stevens y ahora defienda la camiseta de los Clippers. El propio Kobe reconoce que esto es as¨ª. "Estaba en el banquillo hablando con Metta (para entendernos, Ron Artest) y viendo a Paul Pierce en la cancha. Le he dicho: 'Sabes Metta, estoy condenadamente feliz de haber ganado las Finales 2010. De no haberlo hecho me sentir¨ªa como una mierda ahora mismo'. Si no hubiese ganado ese campeonato, ser¨ªa un miserable", concluye. Madrugada del 30 al 31, 01:30. No se pierdan esta cita. La 'Black Mamba' pisar¨¢ el Garden por ¨²ltima vez...