?Hasta cu¨¢ndo? Los Warriors, 23-0 y de r¨¦cord en r¨¦cord
Pasaron de arrasar en Indiana a acabar con susto para firmar el mejor inicio de siempre a domicilio (13-0) e igualar las 27 victorias seguidas de los Heat de LeBron (2012-13).
Ver un partido de estos Warriors significa citarse con la historia un d¨ªa s¨ª y al otro tambi¨¦n. Resulta (muy) recomendable contar con papel y boli a mano. De lo contrario, se corre el riesgo de dejarse en el tintero alg¨²n dato grandilocuente. Sirva de ejemplo el encuentro de esta madrugada en Indiana, un Estado donde el baloncesto es religi¨®n. Como fieles devotos, Klay Thompson (habr¨¢ que estar muy atentos a su tobillo derecho), Curry y compa?¨ªa aprovecharon su visita a los Pacers (triunfo final por un enga?oso 123-131) para rendir tributo como mejor saben, en forma de r¨¦cords. No s¨®lo se dedican cada noche a engordar el mejor inicio de siempre no s¨®lo de la NBA, si no del deporte profesional estadounidense (23-0 ya); desde hoy ya poseen el mejor arranque hist¨®rico como visitantes de la Liga: un 13-0 que mejora el 12-0 firmado por los Knicks de su primer anillo (1969-70). Precisamente, en aquel equipo jugaba un tal Phil Jackson. El mismo que d¨¦cadas despu¨¦s y como t¨¦cnico de los Chicago Bulls firm¨® en la temporada 1995-96 un 72-10 como balance final. Hasta la fecha, una marca aparentemente intocable. Decimos intocable, porque Golden State comienza a dar la impresi¨®n de poder pulverizarlo. De hacerlo saltar por los aires, de hacerlo a?icos.
Sobre todo si juegan al nivel con el que lo hicieron en los tres primeros cuartos. Los Pacers, apoyados en un majestuoso Paul George (33 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias), aguantaban con dignidad y en muchas fases buen juego el hurac¨¢n que a la vez les estaba arrasando. Del 21-15 al inicio pasamos al 28-44 con el que se clausur¨® el primer cuarto. Entre medias, un inhumano parcial de 7-29 protagonizado por los Splash Brothers. No contentos, siguieron trasteando triple a triple hasta viajar al descanso con un escandaloso ?60-79! Es decir, y contengan la respiraci¨®n, una proyecci¨®n final de 158 puntos. Sin pr¨®rroga. Ni que decir tiene que son las mayores anotaciones recibidas por el equipo de Indiana en su casa tanto en un periodo inaugural como al intermedio desde su ingreso en la NBA all¨¢ por 1976.
Menci¨®n especial para un Klay Thompson que si, en los compromisos anteriores hab¨ªa dado muestras de haber dejado atr¨¢s el letargo, hoy confirm¨® su regreso causando aut¨¦nticos estragos a la desnortada defensa de los de Vogel. 17 tantos en el primer cuarto, 29 en el segundo y 39 en el tercero con un 10/14 en triples y en menos de media hora de juego. En plena ebullici¨®n y con la mu?eca caliente no, humeando, Luke Walton entendi¨® que hab¨ªa llegado el momento de darle descanso con 77-109 en el marcador. Decisi¨®n tan entendible, y m¨¢s viendo lo que ocurrir¨ªa minutos m¨¢s tarde, como controvertida: dos triples m¨¢s y hubiera igualado el r¨¦cord de 12 en poder de Kobe Bryant y Donyell Marshall. Segundos despu¨¦s, un Curry menos protagonista de lo que nos tienes habituados (por decir algo a quien acaba firmando un 29-10-7) y dedicado a surtir de balones a Bogut y Ezeli aprovechando los incomprensibles espacios junto al aro local, emprend¨ªa el mismo camino.
La exhibici¨®n estaba siendo antol¨®gica. Ya no hab¨ªa adjetivos ni personajes de pel¨ªculas de marcianos ni de ciencia ficci¨®n con los que comparar a los de Oakland. Pero de repente, comprobamos que en un ejercicio encomiable de entrega y sacrificio Indiana nunca se hab¨ªa ido del partido por mucho que nos hubi¨¦semos olvidado desde el salto inicial. Desde el 83-111 con el que comenz¨® el ¨²ltimo fueron devorando punto a punto esta diferencia ante la muy superada segunda unidad del actual campe¨®n. Es en este tipo de momentos cuando la ausencia de Harrison Barnes se hace notar. Budinger y sus rebotes ofensivos, los triples de C.J. Miles¡ hasta que Indiana tir¨® abajo la psicol¨®gica barrera de los 10 puntos. Entonces, y ya con sus titulares de regreso, se vio dudar por vez primera al equipo que ya ve¨ªamos como invencible. En esas fue cuando tras un salto Klay Thompson se dobl¨® el tobillo derecho. No lo dud¨®. Se march¨® directamente al banquillo y poco despu¨¦s a los vestuarios. Pero hab¨ªa dejado en cancha su hermano Curry, quien a¨²n con el susto en el cuerpo, se encarg¨® de sentenciar y liquidar a unos Pacers que salen muy reforzados.
Igualan con los Heat de LeBron
Aunque para cerrar esta cr¨®nica debemos hacerlo como la comenzamos. Hablando de r¨¦cords. Uno que les otorga una racha de 27 victorias consecutivas en Regular Season (incluyendo las cuatro ¨²ltimas del curso anterior). La segunda mejor marca de siempre empatados con los Miami Heat de LeBron James (2012-13). El 33-0 de los Lakers 71-72 se adivina cada instante m¨¢s terrenal¡ Y es que, si las lesiones o la ¡°suerte¡± a la que han aludido ya unos cuantos les respetan (esto est¨¢ por ver), s¨®lo queda preguntarnos: ?Hasta cu¨¢ndo? ?D¨®nde est¨¢ el l¨ªmite de estos Warriors, si es que lo tienen? Pero no tengamos prisa, ante la falta de respuestas, lo mejor que podemos hacer es disfrutar. No sabemos si volveremos a ver algo similar.