Jennette McCurdy , l a actriz que interpret¨® a Sam en iCarly, comenz¨® a tener trastornos alimenticios desde que ten¨ªa once a?os de edad , por lo que habl¨® por primera vez a trav¨¦s de un ensayo que public¨® en Huffington Post , c¨®mo fue el proceso de superar la anorexia y bulimia.
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En un intento por lucir perfecta ante las c¨¢maras para la exitosa serie de Nickelodeon , la realidad es que ten¨ªa muchos problemas mientras grababa, adem¨¢s de que su madre padec¨ªa el mismo trastorno y fomentaba este tipo de conductas.?
¡°R¨¢pidamente aprend¨ª a seguir siendo f¨ªsicamente peque?a para mi edad, lo que significaba que ten¨ªa m¨¢s posibilidades de conseguir m¨¢s papeles (como actriz infantil). Desafortunadamente, ten¨ªa una compa?era confiable y dedicada para ayudarme con mi anorexia en crecimiento, mi mam¨¢¡± , dice un fragmento del escrito de Jennette.?
Pero gracias a su cu?ada, la actriz que compart¨ªa escenas con Miranda Cosgrove, encontr¨® ayuda profesional y a¨²n se encuentra en tratamiento.
¡°Todav¨ªa tengo deseos de comer, compulsiones y fantas¨ªas ocasionales. Todav¨ªa escucho esa vieja voz de trastorno alimenticio, pero cada vez la escucho con menos frecuencia y cuento con las herramientas para silenciarla¡±.?
Ensayo completo escrito por Jennette McCurdy: "Pens¨¦ en compartir mi historia unas cuantas veces en el pasado, vomit¨¦ tres minutos antes de que escrib¨ª esto, pero al final decid¨ª no hacerlo. Me sent¨ª demasiado vulnerable para hablar de algo con lo que estaba luchando (por no mencionar que recientemente hab¨ªa escrito un art¨ªculo sobre la batalla de mi madre contra el c¨¢ncer y que era consciente de que era un gran grito de ayuda).?
Pero ahora llevo dos a?os en mantenimiento de recuperaci¨®n. Ya no tengo problemas alimenticios. Despu¨¦s de pasar mucho tiempo en terapia trabajando conmigo mismo y confrontando lo que experiment¨¦, finalmente siento que tengo la perspectiva necesaria para escribir sobre todo lo que he pasado y tal vez, con suerte, pueda ayudar a alguien que est¨¦ pasando por eso. Lo mismo se siente menos solo.?Mi alimentaci¨®n desordenada comenz¨® cuando ten¨ªa once a?os. Cuando era una actriz infantil que trabajaba en Hollywood, rapidamente aprend¨ª que seguir siendo f¨ªsicamente peque?a me ayudaba a tener m¨¢s papeles. Desafortunadamente, ten¨ªa una compa?era confiable, dedicaba y lista para ayudarme con mi anorexia creciente: ?mi mam¨¢!.?No tengo nada en contra de mi madre. No creo que ella pudiera ayudarme, mam¨¢ hab¨ªa sido hospitalizada por anorexia en varias ocasiones cuando era una adolescente y no estoy convencida de que alguna vez superara su trastorno alimenticio. Cuando estaba creciendo, la ¨²nica cena que la vi comer era un plato de br¨®coli al vapor y coliflor con una pizca de sal de ajo para darle sabor.?Ella comparaba regularmente mi tama?o con el de otras ni?as. Ella me repart¨ªa las comidas. Me ayudaba a contar calor¨ªas. Cuando entr¨¦ a iCarly, me obsesion¨¦ a¨²n m¨¢s con la comida y mi cuerpo. Supervis¨¦ cada bocado que tom¨¦. Hice ejercicio obsesivamente. Med¨ª mis muslos con una cinta m¨¦trica todas las noches antes de acostarme.?Cuando empec¨¦ a vomitar despu¨¦s de comer, estaba sinceramente emocionada. ?Me est¨¢s tomando el pelo? ?Podr¨ªa comer lo que quisiera y luego lanzarlo de nuevo y evitar las consecuencias de comer (tambi¨¦n conocido como ganar peso)? Fue lo mejor de ambos mundos.Esta espiral bul¨ªmica infernal continu¨® por tres a?os m¨¢s. Y durante esos a?os, m¨¢s los 10 a?os anteriores cuando estaba envuelta en otras formas de comer desordenada, ninguna persona en la industria del entretenimiento me enfrent¨® al respecto. Tal vez mi comportamiento destructivo era obvio para todos los que me rodeaban, pero si todos estaban monetizando la situaci¨®n, y esencialmente yo, ?qu¨¦ incentivo ten¨ªan para tratar de cambiarlo o ayudarme?¡®Necesitas ayuda¡¯. Y sab¨ªa que ella ten¨ªa raz¨®n. Sent¨ª una extra?a combinaci¨®n de miedo y alivio; miedo de que alguien supiera mi secreto y tendr¨ªa que enfrentar mi desordenada comida, y alivio de que tal vez ahora finalmente me mejorar¨ªa.La recuperaci¨®n fue brutal. Han pasado dos a?os y me est¨¢ yendo bien, recuper¨¢ndome y avanzando. Todav¨ªa tengo deseos de comer, compulsiones y fantas¨ªas ocasionales. Todav¨ªa escucho esa vieja voz de trastorno alimenticio, pero afortunadamente lo escucho cada vez con menos frecuencia. Y cuando la escucho, ahora tengo las herramientas para silenciarla. As¨ª que, afortunadamente, ahora puedo hablar sobre mi desordenada comida sin titular este art¨ªculo: ¡®Vomit¨¦ tres minutos antes de escribir esto".?