La estupidez humana
El f¨²tbol se ha manchado, tenemos qu¨¦ volver al deporte que nos apasiona, el que se juega fuerte, pero de manera justa; se debe aprender a saber perder y ganar.
?Te imaginas una empresa que te permitiera que despu¨¦s de aceptar una condena de un juez, osea, una sentencia firme de prisi¨®n y de una multa que ascendiera a demasiados millones, pudieras, no solo volver, sino que sus clientes te recibieran con aplausos?
Osea, les robas en la cara, aceptas diciendo que les has robado, acatas la sentencia y tienes a millones d¨¢ndote likes en las fotos que te haces en tu jet privado.
Pues s¨ª, eso es en lo que ha derivado el f¨²tbol. La ecuaci¨®n perfecta entre la estupidez humana, la necesidad de ¨ªdolos y la falta de verg¨¹enza y cr¨ªtica necesaria para cambiar las cosas.
El f¨²tbol de verdad, el que conocemos y el que amamos es el de competir, sudar, el de estrategia, jugar fuerte pero ser justo, saber perder y saber ganar, ser mejores porque el oponente nos hace ser mejores, esforzarte m¨¢s, levantarte m¨¢s temprano para entrenar m¨¢s y mejor, compartir camisetas, viajar a ciudades, hacer amigos e incluso hacer que tu pareja sea de tu rival eterno para que los fines de semana sean m¨¢s emocionantes.
El f¨²tbol era esto, el de los ¨ªdolos cercanos, de las personas de a pie que si bien sab¨ªamos que eran ricos, no nos robaban a la cara y nosotros segu¨ªamos idolatrando.
El f¨²tbol ha conseguido crear ese caparaz¨®n de seguridad que, de momento, nadie podr¨¢ quitar, al menos, mientras sigamos siendo tan est¨²pidos como para ni enfadarnos.