Los Angeles FC y Carlos Vela, eliminados de los MLS Playoffs
La temporada debut de LAFC termin¨® dram¨¢ticamente con una derrota a domicilio frente a un Real Salt Lake con pegada que enfrentar¨¢ a Sporting Kansas.
La medida de fuerzas se rompi¨® cuando Kreilach pesc¨® con el pecho un centro alto de Lennon, pasado por alto por Danilo (21') El remate de volea que venci¨® a Miller fue una premonici¨®n. Pronto, el central brasile?o encontr¨® redenci¨®n, al embocar un tiro libre accionado por Vela desde el costado derecho, solo diez minutos despu¨¦s. Eso s¨ª, desde la tribuna le llovi¨® cualquier l¨ªquido y alg¨²n vaso a Rimando, una rese?a condenable. Real Salt Lake prob¨® su refugio anti-a¨¦reo y Los ?ngeles comenz¨® a desgastar la artiller¨ªa con la misma t¨¢ctica. Vela y Beitashour trazaban, Zimmerman ped¨ªa visado para incursionar en zona ajena desde la retaguardia y Rossi driblaba sombras. Si la puesta en escena era correcta, alg¨²n infortunio imped¨ªa que la suma de las acciones se concretara en gol. O los centros se perd¨ªan en el aire angelino, o el cabezazo de Zimmerman no encontraba remitente, o los esmeros de Rossi terminaban acosados por Rimando o la l¨ªnea de fondo.?
De vuelta del descanso, LAFC fluy¨® mejor con la pelota y sin acudir al bombardeo v¨ªa a¨¦rea. Diomand¨¦ cedi¨® su lugar a Ram¨ªrez, quien explot¨® mejor los espacios entre Silva y Onuoha. Un trazo precioso de Nguyen, telegrafiado desde el medio campo, encontr¨® a Ram¨ªrez en una pradera. El bombazo desaforado, mero instinto asesino, parti¨® por la mitad la porter¨ªa de Rimando. Antes, Blessing y Rossi hab¨ªan perturbado lo suficiente al guardameta mexico-estadounidense; el uruguayo sufri¨® la mejor atajada del encuentro, reacci¨®n felina sobre su izquierda a un remate raso, a quemarropa. Y lleg¨® el arte. Rusnak prob¨® suerte sin mucha decisi¨®n, Danilo bloque¨® y Kreilach imit¨® a?Steve McManaman en la final de la Champions de 2000. O a Daniel San, o al m¨¢ximo artista marcial de los tiempos. Patada celestial, una pierna recta sobre el suelo, la otra, en tijeretazo que cortar¨ªa el viento. La pelota se alej¨® de Miller y repos¨® violenta en las redes. Un gol que aplaudir¨ªa (y firmar¨ªa) Zlatan Ibrahomovic.
El golazo cambi¨® el signo del partido. Por ello, no fue una sorpresa el gol de Savarino, con colaboraci¨®n no voluntaria de Zimmerman, consumara la remontada en pleno 'momento groggy' del LAFC. El punterazo del venezolano, precedido de una cabalgata de Lennon, quien sac¨® la pelota desde su lateral, cambi¨® su trayectoria en el rostro de Zimmerman. No necesit¨® atacar m¨¢s RSL. Tres r¨¢fagas, tres goles. Golpes de poder. Y LAFC comenz¨® a arrullar la pelota y a tirar de artiller¨ªa. Sus fuerzas a¨¦reas, ahora, no respondieron. Ni las terrestres, cuando Rossi cerr¨® a segundo poste la plegaria de Blessing que abanic¨® Ram¨ªrez al primero, como bateador de los Dodgers. El partido termin¨® en la desaz¨®n de la meritocracia fallida. No ha sido y ha podido ser. La amargura de la derrota inmerecida. Pero es apenas el a?o 1 de vida de LAFC. Y de qu¨¦ va la vida si no es de derrotas que anteceden a la gloria.