La Habana: tradici車n, historia y pasi車n por la pelota
La capital cubana palpita con intensidad el b谷isbol. La ciudad tambi谷n es el centro de la maquinaria estatal del deporte cubano y su estudio cient赤fico.
Una 'dama envejecida'. Si nos asomamos a sus arrugas, podemos apreciar lo bella que fue; y al alejarnos, lo linda que a迆n es. Luz y color, el susurrar de las olas del Caribe, que acompa?an las fachadas derruidas y marchitas. Una ciudad congelada en el tiempo; la capital del pasado. Los cadillac de los 50, el calor que se pega en la piel, la suave yerbabuena del mojito, el mosaico de proclamas revolucionarias, las que pregonan el alumbramiento de una nueva sociedad. La cima de la Revoluci車n. La ciudad que encandil車 a Hemingway. El faro del Caribe. El vigor de su Malec車n, la elegancia de su Capitolio, las historias en ruinas de la Vieja Habana, la impasibilidad del Castillo del Morro. La Habana, ciudad eterna.?
Ciudad de pasi車n, tambi谷n. En la ic車nica capital cubana, centro neur芍lgico de la vida pol赤tica, cultural y social del pa赤s, el deporte juega un rol preponderante en sus din芍micas diarias. Y, qu谷 decirlo, en la construcci車n de la naci車n. En la conformaci車n de una identidad nacional. En la puesta en marcha de un plan de bienestar con la actividad f赤sica como eje central. En el Estadio Latinoamericano, elegante edificaci車n, abierta, azulada, con capacidad para 55,000 personas, la afici車n habanera vibra con los batazos de los Industriales. 'Los Azules' son la quinta esencia del b谷isbol cubano: 赤ntimo, apasionado, vetusto. Es el equipo m芍s a?ejo (1946) y m芍s ganador (12 t赤tulos) de la Serie Nacional de B谷isbol, la m芍xima competencia del juego de pelota en el pa赤s. La liga, de car芍cter amateur, en aras de cumplir las leyes cubanas que ilegalizan la profesionalidad de la pr芍ctica deportiva por considerarla contraria a los ideales revolucionarios, ha encontrado su catarsis en los juegos de Industriales en 'El Coloso del Cerro". Sus dimensiones, inmensas, hacen imposibles los vuelos m芍s all芍 de sus l赤mites. Cuenta el mito que ning迆n toletero ha logrado colocar la pelota tras las grader赤as de sol.
El Estadio Latinoamericano tambi谷n ha sido un term車metro del estado de 芍nimo de la sociedad cubana. En 1956, fue sede de una de las manifestaciones m芍s notables contra la dictadura de Fulgencio Batista, liderada por Jos谷 Antonio Echeverr赤a Bianchi. Despu谷s, ya en castrismo, ha escenificado la paulatina apertura del r谷gimen a un mundo al que reci谷n ha comenzado a asomarse. El 28 de marzo de 1999, alberg車 el hist車rico partido entre los Orioles de Baltimore y un combinado de jugadores nacionales, con el benepl芍cito de las administraciones de Fidel Castro y Bill Clinton, entonces l赤deres de Cuba y Estados Unidos, en un contexto en el que las restricciones para viajar a la isla desde la Uni車n Americana se relajaron. La diplomacia a trav谷s del deporte se repiti車 en 2016, cuando Ra迆l Castro y Barack Obama volvieron a acercar a los pa赤ses, tan distantes como separados por el Caribe, a trav谷s del b谷isbol. Ahora fueron los Rays de Tampa quienes enfrentaron a la selecci車n cubana con ambos mandatarios en las gradas del 'Coloso del Cerro', distendidos, con bebida y botanas a la mano. El episodio ilustr車 el deshielo de las relaciones USA-Cuba iniciado en 2014, con la reactivaci車n de los lazos diplom芍ticos suspendidos desde el ascenso del castrismo.
Si el Estadio Latinoamericano es el n迆cleo del deporte cubano y sus diversas aristas pol赤ticas y sociales, el Estadio Panamericano es su m芍s notoria ventana al mundo. El recinto, construido a imagen y semejanza de los estadios ol赤mpicos del mundo, ovalados y la cancha rodeada de una pista de tart芍n, fue la sede principal de los Juegos Panamericanos de 1991, la cita internacional de mayor renombre que ha organizado Cuba. Las ceremonias de apertura y clausura, amenizadas por la salsa y el brillo de la cultura cubana, se celebraron con la brisa del mar y la amenaza del salitre; el estadio est芍 a menos de un kil車metro de la costa. Las haza?as de Javier Sotomayor, el m芍s grande saltador de altura de la historia, tuvieron el Estadio Panamericano como su testigo predilecto. Cuba gan車 aquellos Juegos, 140 medallas de oro, 10 por encima de la delegaci車n estadounidense. Hoy en d赤a, el espacio no es m芍s que un recuerdo de sus d赤as de gloria. Memorias en ruinas, como La Habana misma, como el Estadio Pedro Marrero, hogar la Selecci車n Cubana de F迆tbol, tambi谷n de estilo ol赤mpico, aunque su per赤metro no est芍 cerrado por gradas, que se interrumpen a lo largo de la circunferencia. Al igual que el Latinoamericano, fue escenario de otro cap赤tulo del deshielo diplom芍tico cuando el NY Cosmos de la NASL visti車 y venci車 4-1 a la selecci車n local.
Naci車n y deporte
La actividad f赤sica es uno de los pilares del Estado socialista cubano. El sistema, con auspicio gubernamental, no solo pretende que los atletas act迆en como representantes del r谷gimen y sus ideales por el mundo, a forma de propaganda acreditada por sus notables logros, sino que, tambi谷n, vislumbra al deporte como eje para el bienestar social y la investigaci車n cient赤fica. Las ciencias del deporte han madurado en Cuba como resultado de esta l車gica. El deporte en el pa赤s est芍 regido por el Instituto Nacional de Deportes, Educaci車n F赤sica y Recreaci車n que tiene la facultad de hacer respetar las leyes, gu赤a los programas de preparaci車n y entrenamiento de los atletas, desde la 谷lite hasta los n車veles; establece los lineamientos a los que se han de ce?ir las ligas locales para cumplir con el amateurismo y tiene bajo a su amparo todas las federaciones deportivas. La Habana est芍 salpicada de escuelas y gimnasios del INDER; una de las m芍s destacadas es la Escuela Internacional de Educaci車n F赤sica y Deportes, centro de estudios de renombre mundial.
La sede del organismo se encuentra en el?Coliseo de la Ciudad Deportiva, una arena habilitada para deportes de sala cuya c迆pula de hormig車n es uno de los s赤mbolos arquitect車nicos de la Cuba pre-revolucionaria. Lugar predilecto para la pr芍ctica de balonmano, baloncesto y voleibol, fue inaugurado en 1957 y, dos a?os despu谷s, sirvi車 como velatorio para uno de los inmortales atletas cubanos:?Ram車n Fonst, bicampe車n ol赤mpico en esgrima en los Juegos de 1900 y 1904, nacido, d車nde m芍s, en La Habana. Cuna de pasi車n.
