El Atl¨¦tico se lleva oro a Mosc¨²
Sa¨²l, con un golazo desde fuera del ¨¢rea, Costa y Koke tumbaron a un pobre Lokomotiv y se acerca a cuartos. Werner debut¨® y no tuvo trabajo. Gran Juanfran.
Si el terror ante lo desconocido eran goteras finas que se iban filtrando sobre la porter¨ªa del chico de gris, la grada pronto las disolvi¨® con un aplauso en cuanto su nombre son¨® en la megafon¨ªa. ?l, el nuevo, mientras, se ajustaba los guantes. Miraba desde su 1,92 de altura. Esperaba. M¨²sculos en tensi¨®n. La tarde anterior la lesi¨®n de Oblak hab¨ªa puesto una flecha en rojo sobre su red para el entrenador del banquillo visitante, Yuri Semin, del Lokomotiv ruso, rival del Atl¨¦tico en esta su tarde. La del chico vestido de gris, Axel Werner. Debutaba en la porter¨ªa del Atl¨¦tico. Ida de octavos de final. Tardar¨ªa en aparecer porque antes de que tocara un bal¨®n Sa¨²l le arrebatar¨ªa todos los focos.
Sa¨²l, que s¨®lo sabe de goles bonitos. Sa¨²l, que siempre ofrece su bota cuando un partido se atraganta. Sa¨²l ?¨ªguez, que corr¨ªa con el bal¨®n buscando alg¨²n aliado, alg¨²n desmarque, a quien pas¨¢rselo. Como a nadie encontr¨®, a treinta metros de distancia, decidi¨® probar a lanzarlo con su zurda. A ver qu¨¦ ocurr¨ªa. Y lo que ocurri¨® fue un golazo. Vol¨® el bal¨®n como si su bota fuese el ca?¨®n que lanza al hombre bala. La Champions ya guarda su golazo al Bayern, en aquella semifinal. Ahora ya tambi¨¦n tiene uno la Europa League. Desde ayer. Desde ¨¦ste.
Hab¨ªa salido el Atl¨¦tico a tener la pelota, ante una presi¨®n transparente del Lokomotiv. Incisivo Juanfran en la banda, potente Thomas al centro, fuerte atr¨¢s Gim¨¦nez (junto a Lucas, alta a ¨²ltima hora en el once por gastroenteritis de God¨ªn). Mandaba el Atleti pero le faltaba claridad al final. Se le fue un bal¨®n alto a Griezmann, Costa intent¨® una media tijera que tampoco, Correa decid¨ªa mal. Ninguna de sus botas abr¨ªa el cerrojo ruso.?
Los gemelos Miranchuk trataban de seguir la flecha de Semin hacia la porter¨ªa de Werner un par de veces pero en ninguna lleg¨® a verse eso que todos quer¨ªan, al portero rojiblanco. Una termin¨® en disparo a las nubes de Ignatev despu¨¦s de que Fernandes bajara un bal¨®n dif¨ªcil entre tres y otra en amarilla a Aleksei, que se lanz¨® sobre la hierba del ¨¢rea rojiblanca como si la llenara el agua. Lo vio el ¨¢rbitro, amarilla claro.
Fue el ¨²nico peligro, por llamarlo de alguna manera, de un Lokomotiv cada vez m¨¢s abierto. El Atleti se entreten¨ªa jugando un rondo a todo campo para desesperaci¨®n de Simeone. Ped¨ªa matar, quer¨ªa m¨¢s. Lo ped¨ªa al borde de la afon¨ªa. Le escuch¨® Guilherme y trat¨® de pon¨¦rselo en bandeja, saliendo a no se sabe muy bien qu¨¦, dejando su porter¨ªa sola. Rob¨® Griezmann pero cruz¨® demasiado el bal¨®n, que se fue fuera. Respir¨® Semin. Llegar¨ªa el descanso y a¨²n los guantes de Werner intactos.
Momento Costa
Tras el descanso, las botas de Costa celebraron su regreso a Europa. Hasta el momento casi desconectadas, hizo el gol tras otra genialidad de Sa¨²l, ahora pase magistral a Griezmann, que volvi¨® a fallar. Al rechace, Costa, puro killer. Moviendo su escudo del Atleti en el pecho para celebrar un gol en Europa cuatro a?os despu¨¦s. Su brega, su hambre, instal¨® al Atleti en el ¨¢rea de Gilherme, pero la puntilla la pondr¨ªa otra bota, el pasillo a cuartos, la de Koke.
Fue despu¨¦s de que el ¨¢rbitro no castigara con penalti una mano de Corluka. Despu¨¦s de que Gameiro y Torres salieran. De que Griezmann y Costa descansaran pensando en Liga. Despu¨¦s de esa foto, la tan esperada: la del chico de gris haciendo una parada. Fue a Lysov, minuto 77:28. Fue al final, en el 90', a saque de una falta. En ambos seguro, en ambos bien. Oblak tiene suplente.