Granada respira con una victoria ante el Sevilla de Sampaoli
Tarde m芍gica en Los C芍rmenes para el equipo rojiblanco, en un duelo que termin車 con la tribuna volcada a su favor, con ol谷s y so?ando con la permanencia.
Tambi谷n hay gloria para los peque?os. El Granada gan車 su primer partido de Liga en la jornada n迆mero 14. Lo hizo en medio de una explosi車n de j迆bilo en Los C芍rmenes, que acab車 el partido entre ol谷s y so?ando que la permanencia es posible. No fue una victoria cualquiera. Super車 al Sevilla de Sampaoli, equipo con cr谷dito y de moda en la competici車n, que sum車 su tercera derrota y ve peligrar su tercera plaza. Alcaraz, entrenador con experiencia, excelente estratega y conocedor de lo que necesita el granadinismo para identificarse con su equipo en esta situaci車n de perror, no enga?車 a nadie y plante車 el partido que esperaba el Sevilla. Y le gan車 precisamente as赤. Con un gol despu谷s de una recuperaci車n (error de Nzonzi, muy poco intenso) y otro en la pizarra. Un trabajo profesional que sorprendi車 a los expertos que pronosticaban un triunfo relativamente sencillo del tercer clasificado de la Liga.
Al Sevilla, aunque lo intent車, le result車 imposible desmarcarse del decisivo partido del mi谷rcoles en Lyon. Con Nasri y Escudero en casa, Sampaoli quiso premiar el trabajo de Correa en Formentera. El f迆tbol de 谷lite, sin embargo, revel車 al argentino como un futbolista a迆n algo tierno. Tuvo opciones el Sevilla, c車mo no, pero el Granada, bien puesto atr芍s, castig車 la primera p谷rdida de Nzonzi con una buena lectura de la superioridad. Pereira hizo el gol. El Granada necesitaba algo as赤. Verse por delante en el marcador, tenerse fe, pensar que ganar, aunque fuera despu谷s de catorce jornadas, era posible. Si el Sevilla no lo puso todo en el intento ser芍 un asunto de consumo interno para Sampaoli, Lillo y su nutrido de ayudantes. Se atisb車 cierta falta de intensidad. Lomb芍n hizo un gol y salv車 otro de Mariano, Vitolo tuvo sus opciones. Pero s赤 pareci車 a la distancia que el Granada ten赤a la necesidad y el hambre. Carcela, Boga y Kravets gustaron. El equipo se junt車 y apret車 y s赤 lleg車 el 2-0. Al Granada ni siquiera se preocup車 por el gol final de Ben Yedder de penalti. Su afici車n ya estaba a otra cosa. Pensar en el trayecto que le queda hasta la gesta. El Sevilla tambi谷n miraba hacia otro lado. Lyon, concretamente.
