El Villarreal remont¨® al Z¨²rich y olvida el luto europeo
El conjunto amarillo encaj¨® en el 1¡¯ pero reaccion¨® ante un Segunda. Al Submarino, con ocho cambios, le cost¨® mucho entrar en el partido y machacar.
Pese al 0-1 en el primer minuto, el partido comenz¨® con una aplastante l¨®gica. Las depresiones no se van de un d¨ªa para otro. Se necesita terapia y tiempo para verlas esfumarse. Escuchar la m¨²sica de la Europa League esta semana en El Madrigal, cuando se esperaba entonar la de Champions, fue duro. Por eso, el pasamanos entre jugadores previo al pitido inicial pareci¨® m¨¢s un p¨¦same que un saludo protocolario. El Villarreal sac¨® de centro y sigui¨® arrastrando su pena. N¡¯Diaye perdi¨® un bal¨®n sin sentido, Sadiku aprovech¨® el regalo en zona de nadie y sin avisar solt¨® una rosca que dio la bienvenida a la titularidad a Andr¨¦s Fern¨¢ndez. El Z¨²rich, campe¨®n de Copa pero en Segunda por cosas de la vida, volvi¨® a sonre¨ªr como ya no recordaba. Hasta que el Villarreal se deshizo del luto, adapt¨® sus ocho cambios e implant¨® otra l¨®gica que nada tiene que ver con las sensaciones: es la de su pegada.
La sociedad Pato-Jonathan se cre¨® cuando m¨¢s falta hac¨ªan ideas nuevas. Entre los dos remontaron el partido, permitiendo al Villarreal irse al descanso sin temblar. Primero, el mexicano le dio un pase al hueco al brasile?o que ¨¦ste aprovech¨® para poner un derechazo en la escuadra. Y luego, en el 45¡¯, la jugada se hilvan¨® justo al rev¨¦s. Con cambio de papeles pero con el mismo resultado. Dos goles que demostraron que Pato es m¨¢s feliz como mediapunta en un 4-2-3-1 que como delantero puro. As¨ª se desgasta al presionar y al romper. Los dos goles tambi¨¦n sirven para dejar zanjado que Jonathan es m¨¢s peligroso por el centro, donde Escrib¨¢ ya le endereza, que en la banda, donde llevaba demasiados meses desaprovechado.
La segunda mitad nos trajo un juego atropellado, sin due?o y con un correcalles. Lo m¨¢s anecd¨®tico es que en un solo minuto, el 55, se pidi¨® un penalti en cada ¨¢rea. Lo m¨¢s desesperante, que Santos Borr¨¦ volvi¨® a demostrar que asiste mejor que define. Era su cumplea?os y quer¨ªa marcar. Pudo sentenciar y no lo hizo. De ah¨ª que se sufriera hasta el final.