La extra?a confesi¨®n de una soltera de ¡®First Dates¡¯: ¡°Lo odio¡±
Pese a no tener nada pr¨¢cticamente nada en com¨²n, y aunque le f¨²tbol les separase m¨¢s, Josie y Dar¨ªo decidieron darse una oportunidad.
En ocasiones, las citas presentan giros de guion hollywoodienses que convierten una mara?a de incompatibilidades en la conexi¨®n perfecta entre dos personas. Pocas veces ocurre, pero cuando pasa no queda sino mirar con asombro y ternura. As¨ª tuvo que ser la cara de Carlos Sobera durante el ¨²ltimo programa de First Dates, despu¨¦s de que no dejasen de saltar amistosas chispas entre dos solteros que, finalmente, salieron juntos por la puerta del restaurante.
Ella se llamaba Josie, ten¨ªa 28 a?os y ven¨ªa de Jerez de la Frontera (C¨¢diz). Su tarjeta de bienvenida fue una breve descripci¨®n de su vida sentimental: ¡°ha sido horrible¡±. Y los detalles confirman que, efectivamente, lo fue; una de sus parejas dej¨® embarazada a su mejor amiga en un episodio de cuernos que termin¨®, tras la insistencia de ¨¦l, en una segunda oportunidad. Despu¨¦s de la tormenta, ahora s¨®lo quer¨ªa ¡°un buen t¨ªo¡±.
Entro ¨¦l. Dar¨ªo, 30 a?os, jienense y con un sentido del humor que hizo acto de presencia demasiado pronto. ¡°El sexo es como el Paracetamol. Cada ocho horas est¨¢ bien, tampoco hay que abusar¡±, brome¨®. O no. A ella no le gust¨® en un primer momento; le pareci¨® que ten¨ªa ¡°pinta de chulo¡± y apercibi¨® un detalle que no le agrad¨® en absoluto. ¡°Lo odio, no me gusta. No podr¨ªa estar con alguien as¨ª¡±, expres¨® al conocer que su cita utiliza perfumes ¨²nicamente en d¨ªas contados.
El f¨²tbol les separ¨® y les volvi¨® a unir
No hab¨ªa motivos para pensar que el barco del amor llegase a buen puerto ni parec¨ªa haber faro que alumbrase el resto de la cita. Entonces lleg¨® el momento futbolero de la noche, que volvi¨® a lucir sus diferencias. Ella era del Real Madrid y ¨¦l un cul¨¦ empedernido, que ten¨ªa tatuado a Messi en un gemelo y que confes¨® haber encontrado en el balompi¨¦ una especie de salvavidas. Se autodenomin¨® a s¨ª mismo ¡°loco del f¨²tbol¡±. ¡°Cuando juega el Bar?a, puedes hablar, pero voy a estar viendo al Bar?a. Y, si pierde, ni se te ocurra decirme nada¡±, vacil¨®.
No era solamente amor por el deporte. Para Dar¨ªo era m¨¢s. ¡°Hace 5 a?os que tengo depresi¨®n y el f¨²tbol para m¨ª ha sido diferente. Es m¨¢s, el otro d¨ªa lo estuve hablando con mi madre. Lo ¨²nico que me motiva es el f¨²tbol¡±, revel¨®. Ambos parec¨ªan entenderse humanamente
Pero entonces ¨¦l revel¨® un detalle de su pasado que a Josie le chirri¨® como el abrir y cerrar de una puerta oxidada. ¡°A ver, fui un poco infiel porque soy un caramelito y las chicas hacen conmigo lo que quieren. Como soy un bohemio, pues se me acercan y me cuesta decir que no¡±, trat¨® de explicar. La decisi¨®n parec¨ªa ser predecible, pero entonces, y solo entonces, tuvo lugar ese giro de guion, ese plot twist, que muy pocas veces ocurre. Salieron por la misma puerta con ganas de seguir conoci¨¦ndose.