La dram¨¢tica vivencia del doctor Carballo: "Nos salvamos de morir"

El doctor C¨¦sar Carballo se ha convertido en un rostro muy popular desde que la pandemia hizo acto de aparici¨®n. Sus habituales intervenciones televisivas suelen centrarse en su experiencia sobre la irrupci¨®n de la COVID-19 desde su perspectiva como adjunto del servicio de urgencias del Hospital Universitario Ram¨®n y Cajal (Madrid), aunque se ha mostrado muy cr¨ªtico con la gesti¨®n que de la crisis sanitaria han realizado las instituciones.

Tambi¨¦n ha sido un habitual de ¡®Horizonte¡¯, el espacio conducido por Iker Jim¨¦nez, que ha dedicado buena parte de sus programas a tratar aspectos relacionados con la pandemia. Y frecuente es su presencia en 'Cuarto Milenio', donde colabora con una secci¨®n espec¨ªfica.

Este domingo sin ir m¨¢s lejos, el m¨¦dico y emergenci¨®logo espa?ol ha contado a Iker Jim¨¦nez algunas vivencias personales de sus 18 a?os de servicio. ¡®Urgencias, entre la vida y la muerte¡¯, su espacio en el programa, rescata an¨¦cdotas de Carballo, algunas de ellas que reconcilian con la vida y con el ser humano y otras aterradoras.

Y es que el doctor Carballo recordaba c¨®mo en una noche de guardia lleg¨® hasta su hospital un joven de 18 a?os que acababa de tener un brote psic¨®tico: ¡°Parec¨ªa una persona normal dentro de su patolog¨ªa pero la auxiliar de enfermer¨ªa recogi¨® su bolsa y se dio cuenta de que dentro hab¨ªa algo pesado, era un hacha¡±, explicaba.

Aquella auxiliar de enfermer¨ªa salv¨® sin saberlo esa noche la vida de muchos de sus compa?eros y entre ellos la del doctor Carballo: ¡°Ese hombre hab¨ªa escondido el hacha entre sus cosas y pensaba usarla en el hospital, aquel paciente escuchaba voces y esa noche yo estoy seguro de que nos salvamos de morir, si no hubiera sido por aquella auxiliar yo no estar¨ªa aqu¨ª sentado contigo¡±, a?ad¨ªa el m¨¦dico, que tambi¨¦n compart¨ªa las diversas agresiones f¨ªsicas que ha sufrido a lo largo de los a?os.

¡°Los escupitajos son algo frecuente, hay personas que no entienden que tengan que quedarse en el hospital en contra de su voluntad, otros no son capaces de soportar las esperas para ser atendidos¡±, conclu¨ªa.