Roy Carroll, sobre su alcoholismo: "Hubiera muerto a causa de la bebida"
El exjugador del Manchester United se ha abierto en canal sobre su experiencia al sufrir depresi¨®n y sus pasados problemas con la bebida.
El portero norirland¨¦s Roy Carroll siempre se ha mostrado muy abierto a la hora de hablar de los conflictos personales que ha tenido que afrontar a lo largo de su trayectoria. El futbolista de 43 a?os, que jug¨® para el Manchester United y el West Ham United en el pico de su larga carrera y actualmente milita en , fue ingresado por vez primera en un centro de desintoxicaci¨®n en el a?o 2006, y su tumultuosa lucha contra el alcohol y las depresiones es sobradamente conocida.
A d¨ªa de hoy, Carroll se encuentra en buen lugar, pero contin¨²a dispuesto a hablar de su experiencia con el fin de que esta pueda ayudar a otros. Desde que se sum¨® al FC Mindwell, un club solidario formado por jugadores que han tenido que hacer frente a problemas de salud mental, el guardameta est¨¢ cada vez m¨¢s involucrado en la causa de concienciar a la sociedad sobre estos desaf¨ªos.
"Pas¨¦ una ¨¦poca muy mala con la depresi¨®n y el alcohol. Y quiero que la gente entienda que est¨¢ bien hablar sobre ello", ha explicado Carroll en una entrevista con The Daily Mail, "el junio cumplir¨¦ diez a?os sin beber. Es un h¨¢bito, acabas metido en una rutina".
El infierno del alcohol
Carroll est¨¢ especialmente preocupado por el hecho de que los confinamientos a los que ha forzado la pandemia puedan agravar las tendencias alcoh¨®licas en muchos hogares. "Puede pasarle a cualquiera con depresi¨®n, o que beba mucho en casa: no hay nada a lo que aspirar, m¨¢s all¨¢ de tomarse unas cervezas", ha reflexionado, "y se vuelve peor cuanto m¨¢s dura el encierro. Te tomas unas pocas copas y la noche siguiente, te tomas m¨¢s. Y ese eres t¨², un adicto".
El portero ha recordado c¨®mo la severa lesi¨®n que sufri¨® en la espalda en 2006, cuando jugaba todav¨ªa en el West Ham, contribuy¨® indirectamente a desarrollar su alcoholismo: "Nunca hab¨ªa tenido una lesi¨®n tan larga, y lenta pero inexorablemente, me estaba metiendo en un agujero profundo. No estaba preparado para ello".
Fue entonces cuando empez¨® a beber cada vez m¨¢s. "No ten¨ªa ayuda externa. Nadie sab¨ªa qu¨¦ pasaba conmigo porque nunca habl¨¦ de ello. Todos imaginaban que yo era el m¨ªo m¨¢s feliz del mundo, pero yo volv¨ªa a casa, cerraba la puerta, me golpeaba la cabeza contra la pared y beb¨ªa para intentar olvidar", ha recordado.
Carroll ha admitido que al principio, fue a rehabilitaci¨®n porque "otros quer¨ªan que fuera: mi mujer, mi agente y mis amigos. Yo no ve¨ªa nada malo, ese fue mi mayor problema". Y le cost¨® entenderlo como tal: el portero continu¨® bebiendo durante su paso por los Rangers, el Derby County y el club dan¨¦s Odense BK.
La cosa, no obstante, lleg¨® a un punto ¨¢lgido cuando abandon¨® Dinamarca y estuvo nueve meses parado. "Cuando estaba en un equipo, siempre ten¨ªa en mente no beber el d¨ªa de antes de un partido", ha relatado, "pero cuando dej¨¦ de jugar y nadie me quer¨ªa, empec¨¦ a beber pr¨¢cticamente a diario. Ten¨ªa mucho tiempo libre, beb¨ªa como un loco. Si no hubiera parado, no estar¨ªa aqu¨ª hoy. No creo que mi cuerpo hubiera aguantado".
Carroll ha se?alado que, si bien nunca se plante¨® el suicidio, "hubiera muerto a causa de la bebida". "Lo que beb¨ªa y la forma en la que beb¨ªa hubieran conseguido que terminara por no levantarme una ma?ana", ha detallado. Pero, afortunadamente, el portero venci¨® la lucha: "Ya no me importa el alcohol. Los primeros cuatro o cinco a?os fueron dif¨ªciles, pero ya no lo necesito. ?He tenido suficiente con la bebida!
La depresi¨®n, un frente siempre abierto
La depresi¨®n, sin embargo, es asunto aparte. Carroll afirma que esta "sigue regresando de vez en cuando" y que "nunca" podr¨¦ librarse enteramente de ella.? En su entrevista con el Daily Mail, ha declarado que "muchos futbolistas pasan por ello, pero no lo dicen hasta que no se retiran. Intentan esconderlo porque se trata de su sustento".
Rememorando una de sus crisis, Carroll ofrece, pese a todo, un mensaje de esperanza. En 2011, todav¨ªa sin equipo, el futbolista estaba viviendo solo, separado de su mujer y de sus hijos. "Un d¨ªa me mir¨¦ al espejo y algo hizo 'click' y me dije: '?Qu¨¦ estoy haciendo? Y eso fue, me cambi¨® la vida. Estaba en un apartamento, alejado de mi familia porque iba cuesta abajo".
Las cosas comenzaron a mejorar para ¨¦l a partir de ese momento: "Mi mujer se enter¨® de que hab¨ªa dejado la bebida y me invit¨® de vuelta a casa y tuvimos una muy buena conversaci¨®n". Semanas m¨¢s tarde, Carroll recibi¨® una oferta para jugar en el OFI, equipo radicado en la isla de Creta, donde ¨¦l y su familia pudieron empezar de cero.