Ryan Shawcross recuerda 'la broma' de la cabeza de cerdo en el vestuario del Stoke City
El excapit¨¢n del equipo ingl¨¦s ha rememorado en una entrevista la sangrienta (y problem¨¢tica) travesura que padeci¨® su compa?ero Kenwyne Jones.

La l¨ªnea que separa la chanza maliciosa de la broma de mal gusto es siempre fina y peligrosa. Arriesgarse demasiado por unas risas puede tener efectos contraproducentes y en absoluto divertidos, y si hay una historia que se hace eco de esto con claridad, esa es la de la pol¨¦mica cabeza de cerdo que apareci¨® en la taquilla del jugador Kenwyne Jones, del Stoke City, en el a?o 2013.
El suceso cop¨® los titulares de la prensa brit¨¢nica por las desafortunadas consecuencias que trajo lo que, en un principio, quer¨ªa ser solo una gamberrada. Y ahora el excapit¨¢n del club, el defensa Ryan Shawcross (que actualmente milita en el Inter de Miami de David Beckham), ha recordado el episodio en una entrevista con The Telegraph, aclarando algunas cuestiones cronol¨®gicas de importancia.
"La cabeza de cerdo se hab¨ªa estado preparando a lo largo de todo el a?o", explic¨®, "al principio comenz¨® como una cosa tonta, algo as¨ª como k¨¦tchup en un neceser, y para el final, se incorpor¨® la cabeza de cerdo". El delantero Jonathan Walters, como se supo al poco de que la historia saliera a la luz, fue la persona que tuvo la ocurrencia de llevar el 'preparado' al vestuario del equipo con intenci¨®n de colocarla en la taquilla del central Matthew Etherington.
A partir de este punto, las cosas comenzaron a enredarse y otra serie de futbolistas se vieron involuntariamente salpicados por la jugarreta. Y es que, al parecer, cuando Etherington descubri¨® la desagradable sorpresa, pens¨® que el autor del hecho hab¨ªa sido Glenn Whelan, as¨ª que opt¨® por devolv¨¦rsela. Pero el asunto se complic¨® cuando se equivoc¨® de taquilla y deposit¨® la cabeza de cerdo en la de Kenwyne Jones. Este, como era previsible, no se tom¨® bien el hallazgo.
Tal y como ha manifestado Shawcross en su entrevista con el citado medio, "se dio un caso de confusi¨®n de identidad, y Kenwyne acab¨® estampando un ladrillo contra la ventanilla del coche de Whelan". Pero la historia no acab¨® ah¨ª tampoco.
Y es que por aquel entonces Kenwyne estaba casado con una mujer musulmana (el islam, conviene apuntar, proh¨ªbe la ingesta de carne porcina), lo que termin¨® por empeorar las cosas dr¨¢sticamente, como bien revel¨® ¨¦l mismo el a?o pasado en una entrevista con el medio Shoot The Defence, en la que desvel¨® que "diferentes representantes de la comunidad musulmana me escribieron a casa -no s¨¦ c¨®mo se hicieron con mi direcci¨®n, queriendo hacerse cargo de la situaci¨®n. Las cosas podr¨ªan haber salido de forma muy diferente".