Ancelotti sufre el asalto a su mansi¨®n de un grupo de enmascarados

Carlo Ancelotti, exentrenador de equipos como el Real Madrid, el Mil¨¢n, el PSG o el Bayern de M¨²nich, y actual m¨ªster del Everton F.C., se ha convertido en la ¨²ltima v¨ªctima de la continua oleada de robos que asola a las personalidades del ¨¢mbito futbol¨ªstico. El suceso ha ocurrido en el domicilio de 2 millones de libras (m¨¢s de 2 millones y 280.000 euros) que posee en el ¨¢rea suburbana de Crosby, (Merseyside, Inglaterra) y que comparte con su segunda esposa, Mariann Barrena McClay.

Seg¨²n ha informado el medio The Sun, el asalto tuvo lugar durante la tarde del viernes. La pareja de atracadores, que iba enmascarada, se introdujo en la mansi¨®n, en la que se encontraban en aquel momento algunos familiares del entrenador italiano, y se llev¨® una caja de caudales, cuyo contenido todav¨ªa no ha transcendido.

Los delincuentes huyeron del lugar cuando fueron sorprendidos por la hijastra de Ancelotti, Chloe, de 25 a?os de edad. La polic¨ªa ha aclarado que ninguna de las personas que estaba presente en la propiedad durante el momento del asalto fue amenazada con un cuchillo, tal y como hab¨ªan apuntado algunos medios de comunicaci¨®n. Una fuente pr¨®xima a la familia ha declarado que, pese a que "la familia se encuentra en shock", los hombres desaparecieron cuando fueron descubiertos y "no hay nadie herido".

Ancelotti se encontraba trabajando con el club cuando tuvo lugar el atraco y regres¨® lo m¨¢s r¨¢pido que pudo a su mansi¨®n. Otra fuente cercana al entrenador ha revelado que tanto el m¨ªster como su hijastra "se quedaron estremecidos, pero no van a sentirse intimidados por lo ocurrido y seguir¨¢n con sus vidas".

Por otro lado, varios vecinos del italiano han expresado la hip¨®tesis de que este pudiera haber sido visto como un objetivo f¨¢cil para llevar a cabo el robo debido a la estricta rutina que marca su vida. Ancelotti pasea a sus perros diariamente a la misma hora, con lo que los ladrones pod¨ªan haber tenido controlado perfectamente los momentos en los que suele estar ausente de la casa.

"Todo es rutina para Carlo", manifest¨® una persona del pueblo, "quienquiera que hiciera esto sab¨ªa que ten¨ªa una caja de seguridad. As¨ª que es inevitable preguntarse si no le estaban monitorizando desde hace tiempo".