Ignatius confiesa que su comedia nace de "la desesperaci¨®n"
El humorista ha acudido a 'El Hormiguero' para presentar su nuevo libro y ha tirado de sinceridad al hablar de sus ataques de ansiedad y sus comienzos.
Ignatius Farray es uno de los c¨®micos m¨¢s queridos de nuestro pa¨ªs, pero detr¨¢s de su humor no solo hay chistes y bromas. El tinerfe?o acudi¨® ayer por la noche a 'El Hormiguero' para presentar su libro de memorias, que lleva por t¨ªtulo 'Vive como un mendigo, baila como un rey', y aprovech¨® para desvelar ante Pablo Motos y el p¨²blico c¨®mo fueron sus comienzos, no del todo f¨¢ciles, as¨ª como para llevar a cabo algunas confesiones personales muy honestas.
Y es que, tal y como ha reconocido ¨¦l mismo, su arte nace "de la desesperaci¨®n y de la inutilidad". El humorista explic¨® que su identidad est¨¢ "desdoblada" en dos: tiene por un lado, su persona 'normal', la que responde al nombre de Juan Ignacio, y por otro, su alter ego c¨®mico, Ignatius Farray. "En el escenario me puede la ansiedad y la histeria, sin esa vehemencia soy una persona muy cobarde", ha admitido.
Para vencer estos miedos, el c¨®mico se sirve del personaje de Ignatius, mucho m¨¢s canalla e irreverente que su 'yo' natural: "Para poder dar ese paso, le he dado la mano a alguien... Lo que pasa es que esa persona es un ?pervertido! Como Jekyll y Hyde".
El canario tambi¨¦n ha contado que sufri¨® de ansiedad y nervios durante su adolescencia, y que en sus primeros trabajos, cuando era joven (estuvo en un Pizza Hut en Madrid y en un Pret A Manger en Londres) no le permit¨ªan estar de cara al p¨²blico, quedando en ambos sitios 'recluido' en la cocina. De hecho, como ha rememorado, en alguna ocasi¨®n excepcional en la que se encontr¨® detr¨¢s del mostrador, los clientes prefer¨ªan siempre dirigirse a alg¨²n otro de sus colegas.
Por fortuna, Igantius obtuvo finalmente la oportunidad de subirse a un escenario, y desde entonces no ha parado de regalar carcajadas. Para contener el ego, adem¨¢s, cuenta con una ayuda de plena garant¨ªa: la de su hijo Javier, de 11 a?os, que es, de hecho, el autor del ep¨ªlogo de su libro. "?l me pone los pies en la tierra", ha manifestado, "siempre he necesitado un mentor, alguien que me mire y yo sentir su aprobaci¨®n".