La dura reflexi¨®n de Angelina Jolie sobre el c¨¢ncer y la p¨¦rdida de su madre
La actriz ha publicado un ensayo en la revista 'Time' en la que relata c¨®mo ha vivido la enfermedad en su familia y c¨®mo ha luchado para prevenirlo.
Angelina Jolie sufri¨® hace doce a?os uno de los episodios m¨¢s duros de toda su vida: su madre, Marcheline Bertrand, falleci¨® despu¨¦s de una d¨¦cada luchando contra un c¨¢ncer de ovario. Tan solo ten¨ªa 56 a?os y dej¨® a la actriz muy tocada, algo similar a lo que vivi¨® su progenitora tiempo atr¨¢s con la muerte de su abuela a los 45 a?os por la misma enfermedad, que tambi¨¦n afectar¨ªa a su t¨ªa hasta que muri¨® con 61. El da?o para Angelina fue irreparable y ahora ha mostrado algunas reflexiones sobre el da?o que el c¨¢ncer caus¨® en su familia en un ensayo para Time.
"Recuerdo que una vez sosten¨ªa la mano de mi madre, mientras recib¨ªa quimioterapia, cuando comenz¨® a ponerse morada y tuve que correr para buscar a la enfermera", comienza expresando Jolie antes de referirse nuevamente a la etapa que vivi¨® en el hospital. "Mientras estaba de pie en el pasillo del hospital esperando que el cuerpo de mi madre fuera recogido y llevado para ser cremado, su m¨¦dico me dijo que le hab¨ªa prometido a mi madre que me asegurar¨ªa de que me informaran de mis opciones m¨¦dicas".
En ese momento comenz¨® a consultar a especialistas antes de someterse a una doble mastectom¨ªa preventiva en 2013 despu¨¦s de descubrir que ten¨ªa el gen BRCA1 defectuoso, lo que daba un porcentaje muy alto de posibilidades de desarrollar c¨¢ncer de mama y ovario en el futuro. Solo dos a?os despu¨¦s, en un control m¨¦dico le detectaron signos tempranos de c¨¢ncer precisamente en el ovario, por lo que fue operada de una doble ovariectom¨ªa preventiva.
"A menudo me preguntan c¨®mo me han afectado mis decisiones m¨¦dicas y hablar en p¨²blico acerca de ellas. Simplemente creo que tom¨¦ decisiones para mejorar mis probabilidades de estar aqu¨ª para ver a mis hijos convertirse en adultos y conocer a mis nietos", contin¨²a expresando, y es que redujo el riesgo de c¨¢ncer del 85 a menos del 5%. "Mi esperanza es darles todos los a?os que pueda a sus vidas y estar aqu¨ª para ellos. He vivido m¨¢s de una d¨¦cada sin mi madre y ella conoci¨® solo a alguno de sus nietos y a menudo estaba demasiado enferma para jugar con ellos".
"Mi madre luch¨® contra la enfermedad durante una d¨¦cada y lleg¨® a los 50 a?os. Mi abuela muri¨® a los 40. Espero que mis elecciones me permitan vivir un poco m¨¢s", confiesa, aunque adem¨¢s ha tenido que aceptar una menopausia prematura que intent¨® retrasar y continuas visitas a los m¨¦dicos.
"Llevo un parche hormonal y necesito hacerme chequeos de forma regular. Veo y siento cambios en mi cuerpo, pero no me importa. Estoy viva y, por ahora, soy capaz de controlar y manejar todos los problemas que hered¨¦. Me siento m¨¢s conectada con otras mujeres, y a menudo tengo conversaciones muy personales con extra?os sobre la salud y la familia", asegura antes de entrar a valorar las cicatrices que las intervenciones han dejado en su cuerpo. "La gente tambi¨¦n pregunta c¨®mo me siento acerca de las cicatrices f¨ªsicas que llevo. Creo que nuestras cicatrices nos recuerdan lo que hemos superado. Son parte de lo que nos hace ¨²nicos. Esa diversidad es una de las cosas m¨¢s bellas de la existencia humana".
Alegato por la salud de las mujeres
"He aprendido que, cuando se trata de la salud de la mujer, los avances m¨¦dicos son solo una parte del proceso. La salud mental y emocional y la seguridad f¨ªsica son igual de importantes. Sin eso, puede haber una falsa sensaci¨®n de que una mujer est¨¢ siendo cuidada pero, la realidad es que no est¨¢n recibiendo atenci¨®n", escribi¨®. "Ahora entiendo por qu¨¦ a menudo nos enfocamos en el c¨¢ncer u otra enfermedad que afecte a la mujer, pero olvidamos el diagn¨®stico m¨¢s grande: la situaci¨®n de su familia, su seguridad y si est¨¢ padeciendo estr¨¦s que reduzca su salud y haga sus d¨ªas m¨¢s dif¨ªciles", concluye.