Tom Brady muestra su talento con el bal¨®n rompiendo las ventanas de Matt Damon

Tom Brady ha dado sobrada muestra a lo largo de su trayectoria profesional de su poder¨ªo sobre el terreno de juego. Por algo est¨¢ considerado una leyenda viva del f¨²tbol americano, y a sus 41 a?os de edad, el quarterback sigue manteniendo un rendimiento envidable. Y tal vez por esto, el presentador Jimmy Kimmel ha decidido reclutarle para continuar perpetuando su ya m¨ªtica guerra contra el actor Matt Damon.

La c¨¦lebre rivalidad entre Kimmel y la estrella de Hollywood se remonta ya muchos a?os y tuvo su origen en un famoso episodio del late show del primero, en el que, tras entrevistar al int¨¦rprete, se disculp¨® luego con los espectadores por "un mal programa" debido a los "malos invitados", rematando su declaraci¨®n con la demoledora y famosa frase de "mis disculpas a Matt Damon, pero nos hemos quedado sin tiempo".

Y la nueva 'venganza' del presentador contra el artista ha tenido como brazo ejecutor al propio Brady, que le acompa?¨® a la casa de Damon en Boston donde ambos llevaron a cabo un acto de 'vandalismo' que el propio deportista ha compartido desde su cuenta de Twitter. Concretamente, Kimmel pidi¨® al esposo de Gisele B¨¹ndchen que le demostrara la fuerza de su brazo tirando un bal¨®n de f¨²tbol americano directamente contra la ventana de una vivienda en concreto del barrio.

Y el l¨ªder de los Patriots, evidentemente, clav¨® su lanzamiento, haciendo a?icos el cristal y provocando la inmediata salida por la puerta de la casa de Matt Damon, que pregunt¨® a los 'delincuentes' qu¨¦ pensaban que estaban haciendo. La sarc¨¢stica respuesta del presentador fue la siguiente: "Oh, no sab¨ªa que viv¨ªas aqu¨ª".

El cap¨ªtulo parec¨ªa irse a sellar con la paz entre todas las partes, y es que el actor no pudo controlar su vena fan¨¢tica ante la presencia del m¨ªtico jugador de f¨²tbol y le pidi¨® a Kimmel que les sacara una foto juntos con su tel¨¦fono, aunque tampoco esto acab¨® bien: el presentador volvi¨® a 'atentar' la situaci¨®n arrojando el m¨®vil de Damon por los aires.

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Al final, el hilarante episodio se viene a sumar a la ya larga lista de pullas, burlas y bromas que firman la t¨®nica caracter¨ªstica del divertido enfrentamiento ficticio de Kimmel y Damon, que conviene recordar, en realidad son buenos amigos y su permanente batalla no tiene nada de real (aunque los cristales de las ventanas del actor no piensen lo mismo).