La ¨²ltima discusi¨®n de Kiko Rivera e Irene por culpa de los espaguetis

La final de GH D¨²o, fechada para mediados de abril, est¨¢ cada vez m¨¢s pr¨®xima y con la tensi¨®n de la recta final las cosas parecen ponerse cada vez m¨¢s cuesta arriba en el terreno de la convivencia. Especialmente duro parece estar siendo esto para una de las parejas que entr¨® en la casa con una relaci¨®n muy s¨®lida, pero que en las ¨²ltimas semanas no deja de tener encontronazos.

Y es que este fin de semana ha tenido lugar en Guadalix un nuevo enfrentamiento entre Kiko Rivera e Irene Rosales, que aunque finalmente ha acabado en reconciliaci¨®n, lleg¨® al punto de provocar que el hijo de Isabel Pantoja hiciera una advertencia capital: estar dispuesto a marcharse del reality. En esta ocasi¨®n, la pelea entre el matrimonio se ha desencadenado por un motivo en principio de lo m¨¢s banal, la salsa de tomate de los espaguetis.

Las cosas escalaron muy r¨¢pidamente: Kiko inform¨® a sus compa?eros que pretend¨ªa hacerse espaguetis para cenar y su esposa no dud¨® en decir que prefer¨ªa hacerse la salsa ella misma porque este "la fr¨ªe muy poco" y le echa cebolla, algo que a ella no le gusta nada. El comentario aparentemente inofensivo no pareci¨® agradar mucho a Kiko, que invit¨® a Irene a cocinar ella misma para "ahorrarle el trabajo".

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Fue m¨¢s adelante en la cocina cuando los nervios se pusieron a flor de piel y la pareja se enzarz¨® en un cruce de palabras impetuoso. Irene insist¨ªa en que ella no hab¨ªa dicho que Kiko hiciera mal el tomate, si no sencillamente que a ella no le gusta la forma en que lo hace. "Le ech¨¢is mucha porquer¨ªa", aclaraba la mujer del DJ. Las voces se fueron alzando m¨¢s y m¨¢s hasta que Kiko decidi¨® levantarse de la mesa con una frase lapidaria: "La pr¨®xima vez te callas tu boquita que est¨¢s m¨¢s guapa". "No he dicho nada para tenerme que callar" se defendi¨® ella.

Kiko: "No me toques los cojones"

A¨²n al tratar de abordar la causa de la disputa en el dormitorio no hubo mejora posible. Y es que a Kiko le empez¨® a sentar muy mal que Irene estuviera sonriendo mientras le hablaba. "No me pongas esa sonrisa, ?vale? porque te estoy hablando bien". Y la irritaci¨®n fue a m¨¢s: "Joder Irene. No, ?eh? Que me voy ahora mismo." El DJ estaba cada vez m¨¢s molesto con su esposa, y lleg¨® a pedirle que no le "tocara los cojones" antes de volver a repetir su amenaza: "No te r¨ªas t¨² que es que me voy".

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Finalmente, Kiko abandon¨® la estancia lament¨¢ndose en voz alta: "Es que parece que en vez de tu marido soy tu enemigo", y neg¨¢ndose a continuar la conversaci¨®n, con un "hasta ma?ana". Afortunadamente, no tuvieron que esperar a que llegara la luz del d¨ªa y la pareja arregl¨® su desencuentro por la noche en el jard¨ªn. "Que yo s¨¦ hacer bien el tomate", le refiri¨® Irene bromeando antes de besarle. Una cosa s¨ª, parece clara: a pesar de que no paren de saltar el uno sobre el otro, Kiko e Irene son igual de r¨¢pidos para perdonarse.