Hugh Jackman desvela el secreto de su matrimonio de 23 a?os: "Deborra dict¨® una norma"
El actor ha confesado en una entrevista algunas de las reglas consesuadas que mantiene a rajatabla con su esposa, a la que conoci¨® en 1995 y con la que se cas¨® solo un a?o despu¨¦s.
Hugh Jackman es uno de los galanes m¨¢s queridos del Hollywood actual. El australiano mantiene su t¨ªtulo de High class en la Meca del Cine sobre todo gracias a su papel de Lobezno en la saga de pel¨ªculas de acci¨®n de "X Men" de Marvel, un personaje al que ha interpretado en ocho cintas distintas a lo largo de 17 a?os.
Pero al margen de por sus garras de acero, el int¨¦rprete es adem¨¢s conocido por sus buenas dotes musicales, su buen car¨¢cter, y en lo que respecta a su vida personal, por haberse mostrado muy p¨²blico con el c¨¢ncer de piel que padece y por su inquebrantable matrimonio con Deborra-Lee Furness.
Jackman ofreci¨® hace unos d¨ªas una entrevista de radio para Sirius XM en la que dejaba entrever los trucos que podr¨ªan explicar su ¨¦xito marital que ya suma 23 a?os juntos."Deborra dict¨® una norma al principio de nuestro matrimonio y est¨¢ funcionando, no trabajar¨ªamos juntos ni al mismo tiempo porque es demasiado duro" -contaba el australiano. Y verdaderamente, el actor nunca ha compartido la gran pantalla con su esposa. Pero mantenerse alejados en la esfera laboral no es la ¨²nica regla de los esposos. Jackman tambi¨¦n revel¨® que tienen acordado no aceptar trabajos que les obliguen a estar m¨¢s de 2 semanas separados. Todo un desaf¨ªo si tenemos en cuenta que el australiano tiene una de las carreras m¨¢s completas y exitosas de la industria, y su agenda no debe quedarse vac¨ªa muy a menudo.
?Jackman y su esposa se conocieron durante la grabaci¨®n de la serie australiana "Corelli", y a pesar de la diferencia de edad entre ambos (se sacan 13 a?os), pasaron por el altar solo unos meses despu¨¦s. La pareja cuenta adem¨¢s con dos hijos adoptados, y supone a todas luces uno de los matrimonios m¨¢s consolidados de Hollywood, donde relaciones tan estables son siempre una excepci¨®n a la regla