Federer muestra que tambi¨¦n es un maestro entre fogones
El tenista suizo es la estrella de un anuncio de pasta italiana en el que ironiza con algunos de sus gestos m¨¢s t¨ªpicos cuando juega al tenis
El para muchos mejor tenista de todos los tiempos, Roger Federer, ha demostrado que es un aut¨¦ntico maestro tambi¨¦n como cocinero. Aunque sea haciendo un poquito de "trampas" para un anuncio publicitario.
El suizo es el protagonista de un spot que acaba de lanzarse, en el que se juega mucho a la iron¨ªa con el tenis. Para empezar, porque llega al edificio como si fuese a disputar un partido, con su bolsa de deporte incluida. Pero al entrar en el mismo, se descubre que no es lo que le toca.
Al final de la sala le espera el famoso chef Davide Oldani, que le tira una chaquetilla de cocinero y le pregunta si est¨¢ preparado. Federer abre la bolsa y descubre que en vez de raquetas, lo que lleva son paquetes de pasta, y se pone manos a la obras.
Federer, cocinero experto en unos segundos
Al principio, el suizo parece que no est¨¢ muy acostumbrado a estar entre fogones, e incluso tira al suelo un tomate con la consiguiente mirada de desaprobaci¨®n de su "profesor". Pero entonces le viene la inspiraci¨®n.
En apenas unos segundos, de esa aparente torpeza pasa a cortar los ingrediente como un profesional, a usar y pasar todos los utensilios de cocina como si lo hubiese hecho toda la vida, e incluso a manejar el fuego de la sart¨¦n sin problema.
Humor con algunos de sus gestos sobre la pista
El anuncio adem¨¢s est¨¢ plagado de peque?os homenajes humor¨ªsticos a algunos gestos t¨ªpicos de Federer cuando est¨¢ jugando al tenis. Incluso Oldani se muestra molesto por esas "man¨ªas".
As¨ª, el tenista suizo aparece lanzando hacia arriba los tomates como si fuesen pelotas, sopl¨¢ndose la mano como cuando se seca el sudor sobre la pista, pas¨¢ndose la sart¨¦n mientras la hace girar, y la m¨¢s evidente cuando coge tres tomates en su mano para escoger el mejor, como cuando elige una de las bolas que le facilitan los recogepelotas.
Pese a que al final acaba dando una exhibici¨®n de cocina junto al chef, Federer acaba con cara de circunstancias porque Oldani no parece nada sorprendido.